Es una realidad que toda empresa debe con urgencia “actualizar” sus sistemas de capacitación o formación con el objetivo de acelerar el proceso de aprendizaje que el mercado y las nuevas apuestas estratégicas imponen; más allá de eso sabemos que entre la rotación de personal y la incorporación de sistemas, tecnologías, nuevos mercados, etc…, las metodologías que han funcionado por años parecieran que ahora son insuficientes para reaccionar a la velocidad que se exige.
Pero, ¿es la tecnología o específicamente las TICs (Tecnologías de Información y Comunicación) para capacitadores, docentes o formadores, la solución a las necesidades de la empresa?; ¿será la incorporación de plataformas de última generación realmente la respuesta al tema de “modernizar” el proceso de enseñanza – aprendizaje?, ¿debiéramos incorporar tecnología en el proceso de capacitación, inducción, formación? O, ¿qué otra cosa se nos escapa de las manos para acelerar este recorrido que pareciera ser urgente?
En un período de tiempo relativamente corto, los cambios que la tecnología nos ha forzado a realizar tienen más relación con una adecuación a los cambios que con el seguimiento de objetivos estratégicos de la organización, y la incorporación de tecnología en el proceso de formación o capacitación del equipo de trabajo sólo deriva en desilusiones y frustración cuando no se sigue una ruta adecuada para ello, cuando las metodologías y estrategias no están hechas para satisfacer y alinear necesidades, contenidos y contextos de cada empresa.
Los “nuevos” sistemas de transferencia de conocimiento y gestión de contenidos—y me detengo sólo para recordar qué si bien para nuestro país es aún tema de mucho desarrollo por delante—la tendencia en educación a distancia tiene un camino ya recorrido desde el final de la 2ª Guerra Mundial, sólo que el avance con pasos agigantados en las TICs, han también venido a dinamizar estos procesos. Y con ello el bombardeo de cuestiones como: ¿elijo LMS (Learning Managing System, Sistema de Gestión de Aprendizaje), CMS (Content Managing System¸ Sistema de Gestión de Contenidos) o LCMS (Learning Content Managing System¸ la evolución directa de CMS) para mi empresa? ¿Utilizamos E-learning (Electronic Learning), B-learning (Blended Learning), M-learning (Mobile Learning)? O si queremos vernos modernos hablamos de U-learning o de aprendizaje líquido, por mencionar algunos.
Todas estas estrategias o tendencias sólo son distintas cucharadas de la misma sopa, por decirlo de una forma; claro está que para quienes nos dedicamos a este mundo que cambia con cada tecnología que emerge en el panorama, debiéramos defender que cada concepto tienen sus características muy especiales y representativas; y que para que el aprendizaje sea significativo y se adapte a la empresa y sus colaboradores debiéramos pensar en la incorporación de U-learning (aprendizaje ubicuo) lo que se traduce en aprendizaje en cualquier lugar y en cualquier momento.
Lo cierto es que muchas organizaciones aún no están preparadas para tal migración, tampoco podemos estresar a los equipos de trabajo porque los costos en renuncias y recontrataciones son mucho más altos, y mucho menos podemos esperar que todo el equipo de RH tenga los conocimientos y bases pedagógicas, andragógicas y de tecnología educativa suficientes para tomar decisiones que respondan a las necesidades y posibilidades de la organización; pero más allá de plantear estrategias de corto, mediano y largo plazo para migrar los sistemas de formación, capacitación y transferencia de conocimiento a una comunidad de aprendizaje y autoaprendizaje que sea autosustentable en sus necesidades y sean capaz de retroalimentarse e identificar cuáles son las necesidades de capacitación que aportan valor a la empresa, es importante reconocer que la tecnología educativa es una herramienta poderosa que promete transformar el panorama en cuestiones de capacitación y formación, que a través del tiempo se han obtenido resultados muy satisfactorios con su uso, pero que como cualquier herramienta debemos aprender a usarla para aprovecharla en toda su extensión y posibilidades, trabajando con objetivos y estrategias que apunten hacia la misma dirección y asesorándonos con especialistas en el tema.
Por: Diana González Garza
Maestra en Tecnología Educativa, acentuación en modelos innovadores de aprendizaje.