La mejora en la economía del país en gran medida una de las expectativas que tenemos los mexicanos, por eso es importante conocer a detalle, en la medida de lo posible las propuestas que hasta ahora están presentando los 3 más visibles candidatos a la Presidencia de México. En razón a lo anterior, nos permitimos transcribir lo más importante que han manejado en la plataforma de sus partidos Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade; es pertinente aclarar que este último no ha manejado una propuesta como tal, pero se menciona lo que esperan los expertos financieros de tal concepto.

Ricardo Anaya indica: “…Que busca impulsar el desarrollo a través de las iniciativas privada y social, promoviendo la competencia, pero ejerciendo la responsabilidad del Estado en las actividades estratégicas reservadas por la Constitución, en la planeación del desarrollo y como garante de los derechos sociales y ambientales de las actuales y de las futuras generaciones.
En este nuevo modelo económico por el que luchamos, el nivel de vida de la gente debe ser el indicador principal de una economía productiva, no especulativa, para que haya industrias, consumo, mercado, crecimiento, distribución equitativa de la riqueza y bienestar creciente.
Un modelo en donde el Estado asuma la responsabilidad de conducir el desarrollo sin injerencia externa. Impulsando cadenas productivas con los sectores privado y social, maximizando el empleo y el valor agregado, impulsando el apoyo a la educación, la ciencia y la tecnología.
Un modelo que fortalezca el mercado interno, salarios justos y remunerativos para los trabajadores, que reconozca el derecho al trabajo. Un modelo económico que promueva la libertad y la democracia sindical. En donde el Estado no intervenga en los asuntos internos de las organizaciones gremiales. Un modelo que en la globalidad, promueva una economía nacional fuerte, con mayor competencia interna y competitividad frente al exterior, donde el Estado promueva la economía nacional y las relaciones comerciales con el exterior sean equilibradas y recíprocas. Un modelo que fortalezca la economía popular y a la pequeña y mediana empresa; con financiamiento accesible y barato para las actividades productivas.
Un nuevo modelo que promueva el respeto al artículo 28 Constitucional, que implica acabar con los monopolios y los precios abusivos que dañan la economía de sectores populares, clases medias, productores, empresarios y comerciantes, golpean el poder adquisitivo y de ahorro de la gente y frenan la inversión y el empleo. Un modelo económico que promueva la competencia en los sectores que no están reservados por la Constitución para el Estado.
Un nuevo modelo económico que acabe con los privilegios fiscales. La injusticia fiscal profundiza la desigualdad social. Las grandes empresas gozan de privilegios fiscales y casi no pagan impuestos mientras la mayor parte de las contribuciones recaen en los trabajadores asalariados, profesionistas, pequeños y medianos empresarios y comerciantes. Estamos en contra de gravar con IVA las medicinas y los alimentos y a favor de una reforma fiscal progresiva. Que las grandes corporaciones y los más ricos del país, paguen más.
Un nuevo modelo económico que reanime al campo y a la agricultura y recupere la soberanía alimentaria…”
En la plataforma del partido MORENA, indica que López Obrador luchará porque se fortalezca la rectoría del Estado en la promoción y regulación de los mercados agroalimentarios con una visión de Estado, estableciendo una reserva estratégica alimentaria, precios mínimos garantizados, producción nacional de insumos, control de precios de los mismos y acceso universal al crédito y servicios financieros. Lucha por una economía solidaria, con equidad.
Establecer una política de Estado que combata la pobreza, la desigualdad y la marginación en todas sus dimensiones y manifestaciones.
Establecer un salario mínimo digno, decente y suficiente para las personas que trabajan.
Garantizar el derecho a una renta básica universal que atienda las necesidades de las personas y garantice su libertad.
Asegurar la igualdad salarial entre mujeres y hombres por trabajos iguales. Sancionar el requisito de la prueba de embarazo para acceder a un trabajo, así como el despido por la misma razón.
Fomentar programas de apoyo a las madres trabajadoras para facilitar que puedan continuar con su vida laboral, mientras sus hijos están bajo cuidado de personal capacitado en centro de desarrollo infantil.
Combatir el fenómeno de la feminización de la pobreza mediante políticas públicas y planes de gobierno tendientes a promover la participación de las mujeres en la vida económica del país, estableciendo programas de becas, de capacitación y créditos para emprender negocios, así como estímulos fiscales a empresas que tengan programas que colaboren con este propósito.
Establecer una estrategia de desarrollo que garantice un crecimiento sostenido de la economía mexicana a largo plazo y que fomente la creación de empleos dignos, a partir de la transformación de la estructura productiva de poco valor a una de alto valor agregado.
Fortalecer el mercado interno como palanca del desarrollo nacional, frente a los ciclos de la economía mundial.
Establecer una política de Estado para acelerar la industrialización del país, con igualdad de oportunidades para todos los inversionistas privados, libre de cualquier favoritismo.
Poner en práctica acciones que permitan incrementar sustantivamente el ingreso de divisas para el país a través del turismo.
Promover el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas e industrias, procurando que en ellas se creen empleos dignos, buscando encadenarlas con la industria manufacturera de exportación y la transferencia de capacidades tecnológicas y organizacionales.
Recrear a la banca e instituciones financieras de desarrollo, otorgándoles recursos suficientes para a dar viabilidad económica a proyectos industriales y agroindustriales estratégicos detonadores del desarrollo de los principales sectores de la economía y las regiones.
Garantizar la seguridad energética del país, con certeza de abasto, calidad, precio y sostenibilidad, procurando una creciente industrialización y tecnificación del sector energético.
Establecer una política fiscal integral orientada al bienestar social de las familias y el desarrollo económico. Diseñar un sistema fiscal promotor del desarrollo económico y social, que estimule la inversión, el ahorro interno y distribuya la riqueza de forma equitativa, que favorezca el ingreso de las familias mexicanas colocándolo como una prioridad por encima de los ingresos del gobierno, convirtiéndose en un verdadero instrumento del desarrollo nacional.
Replantear las políticas de gasto público para que se gaste mejor y de manera más racional.
Mejorar la distribución directa de lo recaudado entre los diferentes órganos de gobierno (federal, estatal y municipal), con mecanismos adecuados de control, transparencia sobre el origen del ingreso y el destino de los gastos, y rendición de cuentas, manteniendo una coordinación fiscal efectiva y eficaz.
Simplificar el sistema de recaudación tributaria.
Ampliar la base de contribuyentes, incorporando al régimen fiscal a los sectores informales de la economía.
Revisar el impuesto a las gasolinas, tomando en cuenta el impacto que ha tenido sobre los ingresos del gobierno federal y de los costos de la economía en general.
Implementar una estrategia de desarrollo nacional que permita reducir la desigualdad entre regiones del país, prestando especial atención a la región Sur-Sureste del país, con la participación de actores locales que permita diseñar programas para resolver problemas específicos con la participación de los actores regionales.
Fortalecer las capacidades institucionales y de recaudación de los municipios para hacer funcional su participación en el desarrollo regional.
En un inicio comentábamos que hasta este momento no se ha dado una plataforma económica por parte del candidato José Antonio Meade, y que los expertos indican que lo más probable seguirá con la políticas actuales manejadas por el gobierno del Presidente; se distanciará de políticas asistencialistas que se utilizan como electorales y con fines de contener, más no abatir, la pobreza.
Seguirá con las reducciones en el gasto asignado a la inversión pública hacia obras de infraestructura.
Tendrá que opinar y prospectar la misión de reafirmar a los mercados e inversionistas de continuar con el mandato principal de la autoridad monetaria, es decir, combatir a la inflación.
El entorno económico no es el ideal. El último dato del PIB decepcionó, creciendo solamente 1.5 por ciento anual, aún y con la desaceleración derivada del terremoto en el Centro y Sur del país, la producción de crudo continúa en caída libre y la construcción sigue reportando crecimientos negativos (debido a la caída de la obra pública).
Será muy importante que las propuestas sean tangibles para elevar el crecimiento y por ende el bienestar de la población.
El combate a la inflación es fundamental y el cambio en la política de gasto público será determinante para elevar las tasas de crecimiento del país.