La Dra. Susana Medrano, es de profesión radióloga, pero su vocación es la de ayudar a las mujeres con una de las más graves enfermedades que aquejan hoy a la mujer y ya también, en mucho menor escala, al hombre. El cáncer de mama.
Ella es la presidenta de la asociación civil denominada FUERZA ROSA LAGUNA; la cual consta de 20 personas fundadoras, la mayor parte de ellas dedicadas a la medicina.
Ellas ya habían participado en diversas asociaciones en el área de Torreón, pero se dieron cuenta que había un grupo de población en el área de la Comarca Lagunera de Durango, que no tenían una posibilidad de agruparse en Torreón, por cuestiones de índole económica, aunque fuera en camiones urbanos. Derivado de lo anterior fue que decidieron crearla en el área de Gómez Palacio y siguiéndoles pacientes de ejidos de Torreón, pero mayormente de la ciudad de Gómez Palacio.

Apenas cumplieron 2 años de la creación y su principal objetivo es apoyar a las mujeres ya diagnosticadas con cáncer de mama y tratar de acercarles a los expertos que les aclaren sus dudas en cuanto a las cuestiones de tipo médico, emocional, psicológico e incluyendo dentro de este programa un tratamiento lúdico, es decir, que tengan ratos de alegría, esparcimiento y tratar de enseñarles algunas habilidades como cultivar huertos familiares, auto-maquillaje y encuadernar libros.

El Instituto Municipal de la Mujer también les brindó un curso en donde están aprendiendo a reparar electrodomésticos y preparar productos de limpieza para el hogar.
La gran mayoría de su tiempo lo consumen en pláticas con psicólogos, tanatólogos, ginecólogos y nutriólogos.

La asociación trabaja muy en conjunto con el Instituto Municipal de la Mujer, con la dirección de desarrollo pública municipal, DIF municipal del estado de Durango; y que en algún caso les consigue medicinas que están fuera del cuadro básico y que son muy costosas, se las han proporcionado o han conseguido obtenerlas.

Todos los miércoles de las 10 am hasta las 12 pm se reúnen en el auditorio del hospital general de la secretaría de salud, en donde la psiquiatra Josefina Piña las apoya; ella les ha impartido un taller encaminado a hacerlas más fuertes con la enfermedad, afrontar el duelo por la pérdida de la salud. Les da las herramientas para recuperar su fuerza, abatir sus temores y enfrentar el diagnóstico cuando se los dicen. Hay tanátologos y una
persona que los ayuda a la programación neurolinguística, lo cual les sirve de mucho porque les da herramientas para que toleren mejor las quimioterapias.
Hay un ejemplo de lo anterior, ya que una paciente que había recibido la quimioterapia por la mañana, pudo acudir a la posada por la tarde y convivir, comer y beber con las demás.

Se ha dado un fenómeno muy curioso, la gran mayoría son de bajos recursos económicos, pero el día que le toca a una de ellas recibir quimioterapia, se ponen de acuerdo para dividir tareas como: acompañarla, atender su casa, recoger a los niños en su escuela y hacerle la comida.
Hay otro caso digno de mencionarse, cuando falleció una de las pacientes y no había dinero para poder enterrarla. La Dra. Susana nos dice que no sabe como juntaron y dieron 5 mil pesos para apoyar a la familia. Otro más es cuando una señora dio su pensión alimenticia para apoyar a otra compañera que tenía que ir a una consulta con un médico particular, sabiendo que más adelante se lo iban a reponer, pero la urgencia tenían que resolverla en ese momento.

Tienen 62 pacientes, pero normalmente acuden 32 o 35, ya que algunas tienen citas médicas en diversos lugares.

Se ha creado tal vínculo con ellas, que a la Dra. Medrano le está costando trabajo poder atenderlas a todas con sus inquietudes y necesidades, ya que tuvo que aprender muchas cosas aparte de su especialidad, para poder resolverles su problemática.
Ella se empezó a involucrar en ayudar a mujeres que están en este padecimiento, cuando fue a tomar un curso por 6 meses a la Ciudad de México y se le presentaron casos tan extremos en donde se preguntaba que cómo podían llegar a condiciones tan deplorables y de descuido estas mujeres.

Comenta que la mujer siempre antepone todo lo demás a si misma.

Regresando de su curso, empieza un programa de detección oportuna y empieza a saber que existe ese vacío que no cubre la salud pública, la desolación, el temor, angustia, etc.

FUERZA ROSA LAGUNA se ha convertido en un estilo de vida para las asociadas, han encontrado amistades y les duele lo que les pasa y sobretodo cuando alguna de ellas tiene que partir. Se han agregado a la asociación no solo pacientes con cáncer de mama, sino también con cánceres de ovario, estómago, colón y linfoma.

Dentro de esa hermandad que existe, en una plática que les fueron a dar se dieron cuenta que muchas de ellas no conocían el mar, por lo que se propusieron que en un año
juntarían dinero para ir al mar. Realizaron diversos eventos y una de las pacientes contactó a una persona de un hotel pequeño, cerca de una playa de Mazatlán, que les dio un precio muy accesible para apoyarles y un señor de Lerdo, Durango.  les apoyó con un camión.

Una playa completamente virgen, lo que les permitió estar tranquilas y podían andar sin prótesis, relajadas. Fue una experiancia realmente emociante y satisfactoria.
La entrega, la pasión por servir, el amor y la comprensión es eso y más Fuerza Rosa Laguna.