LIDERAZGO A TU MEDIDA
Piensa en alguien que conozcas de manera personal y en quien reconozcas madera de líder por su manera de ser y actuar. Incluso tal vez tengas una anécdota sobre algo que aprendiste de él o de ella. Una vez que hayas identificado quién es esta persona, te pido leer la siguiente lista de cualidades que son típicas de los líderes, de acuerdo con los expertos en la materia. Estoy seguro de que reconocerás, al leerlas, algunas de las cualidades que tú admiras en dicho personaje, tan cercano en tu vida.
28 características que distinguen a los líderes
Warren Bennis, autor de “Cómo llegar a ser líder”, menciona las siguientes: 1) El líder posee una visión inspiradora, 2) guía con el ejemplo, 3) sabe hacerse presente a los ojos de los demás, 4) sabe escuchar mostrando empatía, 5) resulta fácil habar con él o ella, 6) impulsa y anima a otros a crecer y desarrollarse como personas.
Stephen Covey, autor de “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva” y “El liderazgo centrado en principios”, puntualiza: 7) El líder está orientado al servicio, 8) aprende y se desarrolla continuamente, 9) genera un entusiasmo positivo, 10) muestra curiosidad y asombro ante la vida, 11) es valeroso pero no se siente invencible, 12) se interesa por los otros.
Max De Pree, autor de “El liderazgo es un arte”, enumera estas seis: 13) El líder está dispuesto a servir a otros, 14) posee una energía emocional intensa, 15) concede a los demás libertad para hacer las cosas, 16) posee valores y principios sólidos, 17) toma decisiones que beneficiarán a otros a futuro, 18) no teme mostrar sus emociones.
John Kotter, autor de “Qué hacen los líderes” y “El factor liderazgo”, opina de esta manera: 19) El líder establece líneas de acción, 20) sabe alinear a las personas, 21) sabe alinear las tareas y los procedimientos, 22) motiva a los demás y los incentiva hacia el cambio, 23) reconoce y celebra los logros.
Por su parte, Jim Kouzes y Barry Posner, autores de “El desafío del liderazgo”, apuntan a las siguientes: 24) El líder desafía la manera de hacer las cosas, 25) sabe inspirar a una misión compartida, 26) enseña a otros a actuar, 27) señala el camino a seguir, 28) anima desde el corazón.
¿Cuáles de las cualidades anteriores te hacen recordar a esa persona que es para ti un ejemplo cercano de liderazgo en tu vida? Te pido un favor antes de continuar leyendo: subráyalas en la página. Hazlo ahora.
Si terminaste de subrayar, te compartiré lo siguiente: No solo esta persona posee las cualidades que identificaste en él o ella: ¡también a ti te caracterizan! De otra forma no hubieses podido reconocerlas. Tal vez no hayas desarrollado algunas de éstas a al máximo, pero no te preocupes. Hoy es un buen momento para empezar a hacerlo.
A la búsqueda de la naturaleza del líder
Sería, por supuesto, improbable que un líder – quien quiera que éste sea – pudiese encarnar la mayoría de las características arriba enlistadas, pues cada uno tiene una historia diferente de vida. Carlos Slim y la Madre Teresa son, por ejemplo, líderes extraordinarios pero su manera de ser y el fruto de sus acciones resultan enteramente diferentes.
No obstante, el ejercicio anterior nos permite un primer acercamiento a la naturaleza del líder: el líder es alguien que es capaz de animar a otros a transformar su realidad personal, organizacional y social. O, para decirlo en palabras de Ralph Nader, un reconocido activista social: “Un líder es dueño de la visión y la convicción de que los sueños pueden ser convertidos en realidad y nos inspira a realizarlos con su poder y energía”.
Durante mucho tiempo se ha especulado si el líder nace o se hace. Quienes opinan lo primero afirman que los líderes son poseedores de un carisma que el resto de los mortales difícilmente podríamos tener. Dicho vocablo tiene su origen en el griego “kharisma”, que significa regalo divino, y puede ser definido como la magia personal de liderazgo que despierta el entusiasmo y lealtad popular hacia una figura pública. O, para decirlo un poco en broma, el carisma sería un no sé qué, que qué se yo, que poseen determinados individuos.
Sin embargo, para Carlos Marín-Zamora, un docente costarricense, sería un error atribuir el liderazgo a un mero don sobrenatural de las personas. Estima, por el contrario, que es una cualidad susceptible de ser aprendida por medio de la capacitación y las experiencias de vida. Siguiendo la misma línea, Vince Lombardi, el legendario entrenador de fútbol americano, estaba convencido que “los líderes se hacen a través del duro esfuerzo, que es el precio que todos debemos pagar por llegar a cualquier meta que sea digna de dicho esfuerzo”. Sin embargo, carismático o no, pocos discutirán que el líder es una especie de catalizador de los procesos organizacionales y sociales.
Ser jefe o ser líder
Sin descartar que haya jefes que sean al mismo tiempo líderes, también es cierto que numerosos jefes no saben ser (o no quieren ser) líderes, y que hay líderes que no son (o no les interesa ser) jefes. En su libro “Una fuerza para el cambio”, John Kotter, uno de los autores que cité al inicio, establece una clara distinción entre ambos: al jefe se le paga por mandar (por ejemplo, un gerente), mientras que el líder, gracias a su talento para inspirar a otros, añade valor a las metas organizacionales.
Así pues, el jefe se enfoca en la temporalidad del presente, pues está obligado a presentar resultados tangibles en el corto plazo. El líder, en cambio, se dedica a alinear a las personas con la visión, ya que tiene la mira puesta en el largo plazo. Otra diferencia tangible es que el jefe debe asegurarse de tener el control para que las cosas funcionen de manera óptima, de ahí que valore tanto la eficacia como la eficiencia de sus subordinados. Y el líder, que guía la organización hacia nuevos derroteros, hace las veces de un entusiasta impulsor del cambio.
Cuando imparto cursos de liderazgo a los ejecutivos, suelo recurrir a una sencilla metáfora: el jefe es como el piloto de un avión, y como tal fija su atención en el tablero de instrumentos para garantizar un vuelo impecable. El líder, en cambio, se puede dar el lujo de viajar como pasajero, pues fue precisamente él o ella quien diseñó la ruta y decidió el punto de destino de ese vuelo.
Los principios de liderazgo de Jack Welch
A sus 45 años, Jack Welch se convirtió en 1981 en el director ejecutivo más joven en la historia de General Electric, una empresa fundada en 1890 por Thomas Alva Edison, el legendario inventor estadounidense. Tan exitosa fue su gestión que cuando se retiró de su cargo había quintuplicado las ganancias de la compañía. En su libro “Winning” (Triunfar), Welch da a conocer los secretos de su liderazgo, que descansan en los siguientes principios fundamentales:
LOS LÍDERES MEJORAN INCESANTEMENTE SUS EQUIPOS DE TRABAJO. Welch explica esta idea de una manera asombrosamente simple: los equipos con los mejores jugadores son los que generalmente ganan. Como líder, solía invertir su tiempo y energía en tres actividades, que él ampliamente recomienda: 1) Asegúrate de colocar a las personas correctas en el lugar correcto, 2) si quieres elevar el nivel de rendimiento de tu gente, debes señalarles tus críticas, 3) si deseas estimular su confianza, muestra interés por ellos y exprésales tu reconocimiento. “Vete a ti mismo como un jardinero – aconseja -, con una regadera en la mano y una dosis de fertilizante en la otra; ocasionalmente tendrás que arrancar algunos hierbajos. Luego habrás de disfrutar ver cómo florece tu jardín”.
LOS LÍDERES SE ASEGURAN DE QUE SU GENTE VIVA Y SIENTA LA VISIÓN. Lo primero que debe hacer el líder es establecer la misión del equipo de trabajo, sin usar palabras demasiado rimbombantes o técnicas. “Los objetivos no deben ser confusos – refiere –, pues se corre el riesgo de que no se lleguen a alcanzar”. Paso seguido, resulta imperativo hablar constantemente de la visión con todos los integrantes de la organización, no solo con los colaboradores cercanos.
LOS LÍDERES EMANAN ENERGÍA POSITIVA. “Un jefe optimista, con visión positiva – plantea –, termina dirigiendo a un equipo optimista y de visión positiva”. Y, por el contrario, un líder desabrido acaba dirigiendo a un equipo tan infeliz como él o ella.
LOS LÍDERES GENERAN CONFIANZA A TRAVÉS DE SU SINCERIDAD Y TRANSPARENCIA. Welch recomienda que el líder comunique siempre lo bueno y lo malo que está pasando en la empresa. De esta manera, sus colaboradores asumirán la responsabilidad por lo que está mal en vez de querer ocultarlo y podrán recibir el debido conocimiento por aquello que hicieron bien.
LOS LÍDERES TIENEN EL VALOR DE TOMAR DECISIONES QUE NO RESULTEN POPULARES. Es inevitable que, en ocasiones, el líder se vea obligado a hacer recortes de personal o disminuir presupuestos. Será también inevitable que estas acciones vengan seguidas de quejas y lamentos. “Tu trabajo – apunta – es escuchar estas quejas y explicar con claridad el porqué de las decisiones, para luego seguir adelante”.
LOS LÍDERES SE ASEGURAN DE QUE SUS PREGUNTAS SEAN RESPONDIDAS CON ACCIONES. Con su acostumbrada claridad, Welch señala que el trabajo del subordinado es tener respuestas y el del líder, formular preguntas. Refiere que sus preguntas preferidas siempre fueron “¿Y qué tal si…?” y “¿Por qué no…?” Sin embargo, no basta con preguntar y responder si no se toman las decisiones que lleven a la acción.
LOS LÍDERES ANIMAN A SUS COLABORADORES A TOMAR RIESGOS Y PREDICAN CON EL EJEMPLO. Sería un colosal error animar a los subordinados a tomar riesgos para luego recriminarles si fallan. “Si quieres que tu gente aprenda – precisa – pon el ejemplo tú mismo”. Y si las cosas no salen como hubieses querido, pon tu mejor cara en vez de manifestar pesimismo.
LOS LÍDERES CELEBRAN LOS ÉXITOS DE SU GENTE. Para subrayar la importancia de festejar los éxitos, Welch proporciona el siguiente ejemplo: “Imagínate que tu equipo favorito gane la serie mundial de béisbol y que no se abran las botellas de champaña. Sin embargo, las compañías celebran triunfos todo el tiempo y ni siquiera le dan una palmadita a su gente. El trabajo es una parte importante de la vida y se deben reconocer los momentos de logro”.
RAÚL ERNESTO GONZÁLEZ PINTO, Consultor en ESTRATEGIAS DE CAMBIO organizacional y capital humano