
por Master Diego Reza Becerril
Antecedentes
El Centro para el control y prevención de enfermedades (CDC) en E.E.U.U. estimó en el 2014, que 1 en 68 niños presenta un trastorno del espectro autista (TEA). Esta nueva estimación es aproximadamente 30 por ciento más alta que estimaciones anteriores en 2012 de 1 en 88 niños.
El Autismo es un trastorno neurobiológico muy complejo, multicausal y multisecuencial.
Para una mejor comprensión de lo que es el Autismo, resulta imprescindible conocer sus inicios y los cambios que en su concepción y, en consecuencia, en tratamiento o atención ha presentado. Son ya 7 décadas de estudio de esta alteración del desarrollo.
Los inicios…
A pesar de que se han documentado posibles casos de autismo desde los años 1800’s, fue hasta 1943 cuando se publica el primer artículo oficial en el que se describe el Síndrome de Autismo. “Trastornos Autistas del Contacto Afectivo”, fue el título del artículo escrito por Leo Kanner (1896-1981), Psiquiatra infantil, quien fundó la primera clínica de psiquiatría infantil en el Hospital Johns Hopkins. Como el título lo muestra, en sus inicios se enmarcó al autismo como una alteración de carácter afectivo, sin embargo, Kanner enfatizó el posible origen neurológico de esta alteración. Desafortunadamente, esta primera etapa de estudio del autismo se enmarcó más en la esfera afectiva, por lo que se atendió primordialmente a las madres, para “reparar” su afectividad, en primer término, y, así, impactar en el autismo de su hijo(a). Esta manera de entender el autismo se mantuvo hasta la década de los años 60’s-70’s, hasta que investigaciones con carácter científico comprobaron lo contrario, la falta de afectividad de los padres era más consecuencia que causa del autismo.

La etapa intermedia… los años 60-80’s…
Una siguiente etapa de estudio del autismo, que modificó la manera de entenderlo, tomó lugar alrededor de la mitad de la década de los años 60’s. En 1964, Bernard Rimland, padre de un niño con autismo, publicó su libro “Autismo Infantil: El Síndrome y sus Implicaciones para una Teoría neural de la Conducta, suceso importante que impactó significativamente la concepción o entendimiento del autismo y su atención. A partir de este acontecimiento, entre otros más, como lo fue el avance de la tecnología que permitió hacer estudios de imagen del cerebro y sus estructuras, la concepción del autismo se enmarcó en causas neurológicas, se concibió como un trastorno de origen neurobiológico y, en consecuencia, para su tratamiento se dio suma importancia a un enfoque biomédico, complementado con métodos educativos basados en la Modificación conductual o conductismo, que ya se venían aplicando en ambientes psiquiátricos. Los objetivos de su atención fueron, básicamente, mejorar la condición orgánica cerebral y la conducta. Importante mencionar que Bernard Rimland fundó, en 1967, el Autism Research Institute (ARI), impulsando de una manera muy importante la investigación y tratamientos con enfoque biomédico. Las numerosas investigaciones que en este instituto se empezaron a generar y los favorables resultados de tratamientos basados en aspectos biomédicos, para atender el autismo, han marcado de manera importante su historia.
Los años 90’s…
Posteriormente, específicamente, en el año de 1994, la historia del autismo se ve nuevamente impactada al publicarse el Manual de Diagnóstico DSM-IV, de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), instrumento que rige el tema de diagnóstico a nivel mundial y en el que se establecen un concepto de autismo y sus criterios de diagnóstico. El autismo se concibió como uno de los cinco “Trastornos Generalizados del Desarrollo”, éstos fueron:
- Trastorno Generalizado del Desarrollo de tipo Autista.
- Trastorno de Asperger
- Trastorno No Especificado
- Trastorno de Rett
- Trastorno Desintegrativo Infantil.
Esta categoría de diagnóstico y sus 5 diferentes trastornos se mantuvieron hasta el año 2013, al aparecer el DSM-V; “parte aguas”, nuevamente, en la historia del autismo.
ASPECTO BIOMÉDICO DEL AUTISMO
HIPOTESIS CAUSAL MULTIFACTORIAL
por Dr. Javier Martínez y Dra. Maria Jesús Clavera

El autismo se considera un trastorno del desarrollo (TD) esto es la alteración del normal desarrollo de un niño que se manifiesta generalmente desde la primera infancia.
BIOMEDICAMENTE se considera que: Es una enfermedad orgánica (intoxicación, inflamación y desnutrición) con importante repercusión cerebral.
Provocada por estresores medio-ambientales prenatales y/o postnatales.
Estos estresores afectan a niños que ya tenían una vulnerabilidad genética o daño genético (DNA) o epigenético (moduladores) causada y/o agravada, probablemente a su vez, por estresores medio-ambientales antes de la concepción.
Veamos un esquema de las Causas multifactoriales del Autismo y otros TD.
La vulnerabilidad genética afecta a:
La maduración del intestino
Intestino sensible que no tolerará la leche animal y a partir de ahí se pondrá en marcha un circulo vicioso.
Los niños suelen tener antecedentes de reflujo gastroesofágico, cólicos del lactante, bronquiolitis, otitis, etc. que señalan esta intolerancia y a la capacidad de desintoxicación celular:
Los tóxicos entran en la célula pero no son capaces de salir en la misma proporción a causa de bloqueos genético del ciclo de metilación. Por ello se acumulan tóxicos en la célula bloqueando reacciones enzimáticas básicas.
El entorno altamente tóxico del siglo XXI agrava la situación y cierra otro círculo vicioso.
El intestino será demasiado sensible, por lo que:
• Intolerará la leche de vaca
• Se irá inflamando
• Afectará a las metalotioneinas
• Disminuirá el zinc.
• No habrá suficiente ácido estomacal.
• La flora se afectará.
• Habrá disbiosis.
• Intestino permeable que dejará pasar tóxicos a la sangre y su función de digestión y absorción de nutrientes disminuirá y la función inmunitaria se alterará (deficit celular y sobreactivación humoral).
• Aumento de infecciones con o cronificación de las mismas con uso (o abuso) de antibióticos orales que aumentarán la disbiosis intestinal.
Muchos ciclos viciosos se pondrán en marcha…
Al no poder desintoxicar bien y el sistema inmunitario no funcionar bien, el organismo puede colapsar coincidiendo con el último estresor recibido provocando el punto de catástrofe (según la teoría de René Thom) o aparición del trastorno.
El resumen de la aparición del autismo sería el siguiente:
• El intestino está mal y funciona mal; el organismo desintoxica mal y el entorno tóxico es creciente.
• El organismo se intoxica y se desnutre; el sistema inmune se hace incompetente, se desregula y puede haber deficiencia o sobre-activación al mismo tiempo.
• Las infecciones (virales y microbianas) se hacen crónicas pues el sistema inmune no es capaz de controlarlo
• Por lo tanto el cerebro va intoxicándose, desnutriéndose e inflamándose
• Por lo tanto la conducta, la atención y la comunicación se tornan anómalas
• Finalmente se manifiesta un trastorno del desarrollo.

¿Por qué cada niño es diferente? ¿Etiqueta diagnóstica‚ es posible?
Todos los niños afectados con un trastorno del desarrollo TD son diferentes, pues distintos han sido los estresores prenatales y postnatales.
Por eso hay dificultad de ‘etiquetar’ o poner un diagnóstico neuropediátrico o psicológico.
El tiempo que se gasta en intentar poner una etiqueta es muy caro si con ello se atrasa el tratamiento biomédico y el niño continúa intoxicándose.
Además, las pruebas neurológicas actuales requieren anestesia y radiaciones y ello perjudica al niño. Hay que valorar bien si realmente son necesarias o no.
¿La etiqueta diagnóstica‚ es posible?
Al igual que sería difícil poner etiquetas a un paciente que ha sufrido quemaduras, también es difícil poner etiquetas a un paciente con TD.
En un paciente quemado se habla de parámetros afectados: extensión quemadura, grado, necesidad injertos, afectación de cara y manos y órganos afectados, etc.
En un paciente con TD también debería hacerse un diagnóstico por extensión (enumerar parámetros afectados y grado de afectación).
Es más correcto hacer un diagnóstico por extensión
El diagnóstico del TD debería ser ‘por extensión ‘, describiendo todos los síntomas, déficits y alteraciones con sus grados de afectación:
• Biológicas y fisiológicas
• Desarrollo neurológico
• Sensoriales y de integración sensorial
• Cognitivas y conductuales
• Psicológicas y emociónales
• Comunicación y lenguaje.
El tratamiento biomédico puede ayudar también a muchos otros niños que han estado sometidos a estresores medioambientales y/o iatrogénicos pre y postnatales:
• Niños con Síndromes Genéticos:
• Síndrome de Down
• Síndrome de Prader Willi
• Síndrome de Angelman, etc…
• Concepciones artificiales.
• Prematuros, recién nacidos de bajo peso.
• Problemas neonatales (partos difíciles, cesáreas).
• Problemas postnatales
• Estancia en cuidados Intensivos neonatales
• Cirugía en los primeros meses
• Infecciones recidivantes con uso de antibióticos y cortisona

LINCA es una organización no gubernamental sin fines de lucro que provee información y formación a las familias con personas en el espectro autista y a profesionales de la SALUD , para el uso de tratamientos biomédicos, vinculándoles con profesionales capacitados en la implementación de los protocolos científicos más avanzados.
FUNDADA EN EL AÑO 2000 POR TRES MADRES CIENTIFICAS : DRA. EMMA PETERSON (QEPD) DRA. LETICIA DOMINGUEZ RODRIGUEZ Y BIOQUIMICA NUTRICIONAL CECILIA FERNANDEZ AGUIRRE
OBJETIVOS
Promover, difundir y orientar sobre las diferentes alternativas biológicas y nutricionales; utilizadas en el tratamiento médico del Espectro Autista y Trastorno por Déficit de Atención / Hiperactividad, TDAH. PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE LAS PERSONAS CON TEA Y SUS FAMILIAS.
Ayudar a los padres de familia a implementar una dieta que favorezca y apoye el tratamiento biomédico del autismo, TDAH y otros trastornos del desarrollo.
PROPORCIONAR CAPACITACION EN TRATAMIENTOS BIOMEDICOS TANTO A MEDICOS , PROFESIONALES DE SALUD Y NUTRICIONISTAS .
Ser una asociación de enlace entre padres y los profesionales que pueden ayudarles.