
Por Morita Salas.
El sector eléctrico en México se ha posicionado como uno de los más importantes para el desarrollo y crecimiento económico del país.
¿Qué es la energía?
Es la capacidad que tiene cualquier cuerpo de generar una acción, realizar un trabajo o producir un movimiento, así como sucede con la energía que nos impulsa al despertar cada mañana y prepararnos para un nuevo día.
La principal característica de la energía es que no se crea ni se destruye, sólo se transforma, tal como lo establece la termodinámica y lo vemos en actividades tan simples como el caminar, hacer ejercicio o cualquier tarea que debamos de realizar. Pasamos del reposo a la acción ya que la energía es esa capacidad que todos poseemos de realizar cambios en nosotros mismos o en algo más. Sería difícil imaginar nuestra vida sin ella, no podríamos comunicarnos, conservar nuestros alimentos en buen estado o calentarlos al instante. Incluso trabajar desde casa a través de la computadora es una realidad posible gracias al desarrollo de recursos energéticos. La electricidad es una forma de energía que utilizamos para hacer funcionar diferentes utensilios y herramientas necesarias en nuestra vida cotidiana.
¿Cómo llega la electricidad a nuestros hogares?
Nos hemos educado con la electricidad, y ahora es parte fundamental en la vida de cualquier ser humano, pues es un servicio tan sencillo como prender un interruptor.
Sin embargo, detrás de esa simple acción (prender o apagar un interruptor), hay mucho más que cables y circuitos: existe todo un proceso que implica a profesionales, instalaciones, inversiones, protocolos de actuación, que permiten que la electricidad llegue de la manera adecuada a cualquier rincón de los hogares.
En primer lugar, para comenzar a generar energía es necesario contar con la instalación de una central eléctrica que puede funcionar a partir de la combustión de combustibles fósiles, de tipo nuclear, de ciclo combinado, o bien, de energías renovables.
La energía producida en la central debe llegar a cada uno de los hogares. Para eso, la corriente generada pasa a una subestación que eleva la tensión de la energía eléctrica (voltaje), y la envía a través unas grandes torres de transmisión que encontramos al costado de las rutas o caminos.
Cuando la energía se acerca a las ciudades, es necesario disminuir la tensión para que la electricidad se adapte a las subestaciones transformadoras y así continuar el viaje por el circuito de voltaje medio. Ahora sí, la energía se transporta por tu colonia a través de cables elevados o cables subterráneos.
Una vez que llega a tu barrio, el voltaje es reducido nuevamente en los centros de transformación de media a baja tensión para llegar así a tu domicilio. En tu casa, la energía pasa por un medidor que cuenta la cantidad de energía que utilizan.
Así, la energía se genera y luego de un largo camino llega a tu casa, para que puedas disfrutar de todos sus beneficios.
¿Cuál es la diferencia entre la energía renovable y la no renovable?
Los recursos renovables son aquellos que no se agotan al usarlos, como son el viento (energía eólica), el sol (energía solar) y el agua (energía hidroeléctrica). Estos recursos se han convertido en una prioridad para la mayoría de los países por sus beneficios en costos y reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Por el contrario, los recursos no renovables se pueden utilizar una sola vez y existen en cantidades limitadas. Algunos ejemplos son el gas, el petróleo y el carbón (energía térmica).
Reforma a la Ley de la Industria Eléctrica
Recientemente el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, envío al Congreso de la Unión una iniciativa preferente para reformar la Ley de la Industria Eléctrica bajo el objetivo de fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad, un hecho que ha causado diferentes opiniones, algunas a favor otros en contra. El mandatario quiere imponer una ley que privilegia a las energías fósiles sobre las renovables. Expertos advierten sobre una costosa decisión que aleja a México del esfuerzo por detener el calentamiento global.
Entre las acciones planteadas por esta reforma destacan la modificación en el mecanismo de despacho de las centrales eléctricas que actualmente favorecen a las que generan electricidad a costos más bajos, como es el caso de las energías renovables.
Pone también un cambio de reglas en la adquisición de certificados de energías limpias y busca eliminar la obligación que actualmente tiene la CFE de adquirir energía por medio de subastas.

¿Cuál es el objetivo de esta reforma?
Según el gobierno, “fortalecer” a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que es la empresa pública que genera y transmite electricidad.
Y poner “orden” en el sistema eléctrico nacional, evitando abusos a favor de empresas particulares que también están en el mercado eléctrico.
Esta iniciativa de reforma impone suministrar primero la energía de las plantas viejas y de combustibles fósiles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre las centrales privadas de renovables y de ciclo combinado.
También ordena revisar de forma retroactiva los contratos previos del Gobierno con productores independientes de energía, además de cambiar las reglas de los Certificados de Energía Limpia (CEL) para darlos a plantas viejas de la CFE.

El propósito del gobierno es que las centrales hidroeléctricas de CFE despachen primero su energía al sistema eléctrico, seguidas de su central nuclear, plantas geotérmicas, de ciclos combinados y termoeléctricas. En segundo orden de prioridad, las plantas de ciclo combinado de Productores Independientes de Energía. En un tercer orden entrarían las centrales eólicas y solares de la iniciativa privada, y al final los ciclos combinados privados.
Por otro lado, ciertos analistas dicen que esta reforma limita la competencia y desincentiva o incluso excluye a la generación de las energías más limpias, como la solar y eólica. Además, advierten, provocaría que todos los mexicanos terminemos pagando con subsidios electricidad más cara.
Mientras la iniciativa federal continúa en discusión en los diferentes organismos del poder legislativo, la crisis ambiental no cede y los especialistas subrayan que se deben adoptar medidas severas para abrir camino a una transición energética.
Actualmente existen en México más de 130 plantas de energía solar y eólica, el uso de estas energías favorece al medio ambiente ya que al ser ecoamigables permiten la sustentabilidad.
La demanda del suministro eléctrico en México es cada vez mayor, considerado hoy una necesidad básica para la sociedad y parte fundamental para el desarrollo económico del país, sin embargo, los expertos aseguran que una generación flexible que aproveche los recursos existentes apoyada de las fuentes renovables, representaría un gran avance en el camino hacia una transición energética sustentable y responsable.

La reforma a la Ley de la Industria Eléctrica fue aprobada por el Congreso de la Unión y tras su publicación en el Diario Oficial de la Federación entró en vigor este 10 de marzo, sin embargo 9 días después el juez federal Juan Pablo Gómez Fierro suspendió de manera indefinida la polémica reforma “para proteger los derechos de libre competencia” respecto a 14 demandas de amparo presentadas por empresas que quedaban afectadas con el decreto. Con esta decisión se restaura la legislación energética anterior “mientras se resuelven los juicios de amparo”.
Los jueces analizarán la constitucionalidad de la reforma que prioriza el despacho energético de la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) y restringe la participación del sector privado en la generación eléctrica a pesar de ser más barata.
El presidente López Obrador y su gobierno acata la suspensión judicial, sin embargo, ha prometido dar batalla judicial a favor de su reforma eléctrica, incluso con un cambio a la Constitución.