
EL VALOR DE LA AMISTAD
Por: Anuar Ayoub
Los saludo nuevamente con mucho entusiasmo. En esta ocasión nos adentraremos a platicar sobre uno de los temas más polémicos en la actualidad: la amistad, una relación que, tal vez, en estos tiempos globalizados se ha visto degradada, pero sobre la cual tenemos que redirigir nuestra atención, ya que vivimos en una sociedad y rodeados de todo tipo de personas y seres.
El origen etimológico de la palabra amistad no ha podido ser determinado con exactitud. Hay quienes afirman que proviene del latín amicus (“amigo”), que a su vez derivó de amore (“amar”). Sin embargo, otros estudiosos afirman que “amigo” es un vocablo griego compuesto por a (“sin”) y ego (“yo”), por lo que “amigo” significaría “sin mi yo”. En todo caso, la amistad es una relación afectiva entre dos personas y uno de los vínculos interpersonales más comunes que la mayoría de los seres humanos tenemos a lo largo de nuestras vidas.
Un estudio que se elaboró a lo largo de 75 años concluyó que la felicidad era el resultado de haber formado relaciones interpersonales, es decir verdaderas amistades. Así como lo lees: la felicidad consiste en crear verdaderos vínculos. Pero para que esto ocurra se tienen que considerar varias cosas.

Estar conectado a otro vínculo humano es tan necesario como comer y respirar, es irremplazable. Por su parte, el aislamiento social crónico es un factor de mortalidad como lo puede representar cualquier otro problema para la salud. Hacer vínculos diarios, disfrutar el contacto cara a cara con alguien, produce en el cuerpo las sustancias de la felicidad y esto no ocurre vía tecnológica.
La amistad involucra diversos sentimientos, pues un amigo acude al otro en busca de confianza, amor, consuelo, respeto y compañía, por ejemplo. Estas relaciones se presentan en todas las etapas de la vida, aunque con distintos grados de importancia y trascendencia. Se dice que hay amistades que nacen a los pocos minutos de comenzada una relación y otras que pueden tardar años en formarse.
Cuando se habla de “amigo”, se hace referencia a esa persona que no sólo comparte contigo los mejores momentos de tu vida sino también los peores. Más exactamente se considera amigo a alguien que precisamente alguien demuestra su interés y solidaridad hacia alguien que está atravesando enfermedades, pérdidas, desconsuelo, una ruptura sentimental o una grave situación económica. Y es precisamente esto lo que sirve para dejar bien patente la diferencia entre “amigo” y “conocido”, pues muchas son las personas que tienden a confundir ambos términos. Así, el conocido es aquel individuo que está presente en tu vida, pero sólo en los determinados momentos, no es quien está a tu lado cuando lo pasas mal ni cuando necesitas un hombro para llorar.
Las personas somos seres sociales y nos encanta el contacto con otras personas. Los amigos son fuente de alegría, de diversión, de apoyo, de cariño y de ayuda. A lo largo de nuestra vida haremos nuevos amigos, perderemos a algunos y a otros nunca los olvidaremos.
Todos necesitamos crear y desarrollar una serie de habilidades que nos ayuden a relacionarnos con otras personas y a integrarnos en la sociedad. Es labor de los padres y madres enseñar a sus hijos e hijas la importancia de crear relaciones, hacer amistades, cuidarlas y mantenerlas.
Dicen que el mejor amigo del hombre es el perro. En muchas ocasiones los seres humanos encuentran en sus mascotas esa amistad y lealtad que no consiguen en otras personas y se convierten en amigos inseparables cuidando el uno del otro en todo momento.

La amistad puede nacer en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. Es decir, no existe una serie de pasos que se deban seguir para que surja la amistad entre dos o más personas. Las amistades se dan por empatía y al compartir opiniones sobre ciertos temas o gustos por ciertas actividades.
La amistad implica confianza entre ambas partes, ayudar y dejarse ayudar, de ahí la importancia de saber escuchar los consejos u opiniones de esos seres queridos que se caracterizan por estar siempre atentos a lo que nos acontece.
A lo largo de la vida, tenemos la oportunidad de conocer a cientos o miles de personas y, con algunas de ellas, se crearán lazos de amistad que perdurarán a través de los años porque estarán compuestas de una serie de momentos únicos e irrepetibles, en especial durante la infancia.
Las amistades son una parte fundamental del crecimiento y desarrollo individual de cada persona. Vivir y compartir experiencias con amigos forma parte de nuestras vidas.
Las amistades se construyen con el pasar de los años, es decir, implican dedicar una parte de nuestro tiempo para ello. No obstante, ese tiempo no se mide ni calcula, simplemente se debe vivir y compartir. Las amistades verdaderas traspasan las barreras del tiempo porque no se imponen límites.

Una verdadera amistad sabe que, aunque por mucho tiempo meses o años no se han visto o frecuentado al momento de encontrarse es como si el tiempo no hubiera pasado.
Algunas frases sobre la amistad
- “La amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas.” Aristóteles.
- “No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.” Gabriel García Márquez.
- “Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo.” Benjamin Franklin.
- “Sí, el amor está muy bien a su modo, pero la amistad es una cosa mucho más alta. Realmente nada hay en el mundo más noble y raro que una amistad verdadera.” Oscar Wilde.
- “Un amigo es aquel que te da la libertad de ser tú mismo.” Jim Morrison.
- “Necesito de alguien, que venga a luchar a mi lado sin ser llamado. Alguien lo suficientemente amigo, cómo para decirme las verdades que no quiero oír, aun sabiendo que puedo irritarme. Por eso, en este mundo de indiferentes, necesito de alguien que crea en esa cosa misteriosa, desacreditada y casi imposible: ¡LA AMISTAD!” Charlie Chaplin.
- “No tengas por amigo a quien te alabe.” San Juan Bosco.
- “Nuestra amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo.” Richard Bach.
- “Nunca sabréis quiénes son vuestros amigos hasta que caigáis en desgracia.” Napoleón.
La tolerancia es un valor universal que debe ser enseñado a todos desde niños. La tolerancia permite el desarrollo de una convivencia sana a lo largo de la vida, en especial en la sociedad.
En un mundo tolerante se respeta la diversidad y se acepta la diferencia de opinión, culto, idioma, cultura y tendencia política más allá de que sean diferentes a las nuestras.
Para vivir en un mundo mejor es necesario poner más en práctica la tolerancia y ser capaces de aceptar las diferencias que existen entre todas las personas que integran la sociedad. Por el contrario, la intolerancia solo genera irrespeto y negación de una realidad.
Las personas bondadosas se preocupan por dar y promover amor, por ello son consideradas como buenas y de gran corazón. La bondad es un valor que debe ser inculcado a las personas desde la infancia, bien sea a través de hechos, cuentos o películas. A través de la bondad se puede evitar o, incluso, reducir el sufrimiento de otros.
Sean felices, disfruten a sus amigos y personas que los rodean, vivan en armonía… lo demás vendrá por sí solo.