Dr. Ignacio Sánchez Cohen[1]
La situación actual de los patrones climáticos en México y el mundo distan mucho de considerarse “normales”. Ha sido registrado de manera sistemática a partir de la posguerra en la década de los 50, un incremento de ciertos gases en la atmósfera que propician el calentamiento global al atrapar parte de la radiación solar que de otra manera cruzaría la atmósfera.

Vale la pena distinguir entre CAMBIO CLIMÁTICO y CALENTAMIENTO GLOBAL. El primero se refiere a situaciones no antropogénicas, es decir, no causadas por la población y se circunscribe a los postulados de Milankovitch que han tenido impacto en los ciclos glaciares. Estos postulados se refieren a la órbita de la tierra alrededor del sol excentricidad, a la inclinación de ésta con respeto a su plano orbital y la dirección del eje de rotación conocido como precesión. El segundo se refiere al incremento en temperatura promedio global causada por los gases mencionados efecto de invernadero que atrapan la energía solar re irradiando calor hacia la tierra.
Paradójicamente, los gases efecto de invernadero son necesarios para mantener la temperatura “habitable” en la tierra; si no existieran, nuestra temperatura promedio global sería de -15°C aproximadamente. Sin embargo, la exorbitante cantidad de estos gases en la actualidad provocan los incrementos en temperatura mencionados.

Figura. Variaciones de las anomalías de temperatura para la ciudad de Torreón, Coahuila desde 1810 hasta 2021 (Datos NOAA – NASA con software creación del autor)
La figura anterior es un ejemplo de este calentamiento para Torreón. La gráfica presenta las anomalías en temperatura y muestra la manera en que las temperaturas se han disparado de su valor promedio. Así, se observa que, a partir de la década de los años 90, la temperatura se ha incrementado, con respecto a su valor promedio, en casi 1.5°C lo que repercute en varios procesos biológicos como aparición de plagas, enfermedades, impacto en crecimiento normal de los cultivos, etc.
Pero, ¿Qué impactos tiene esa situación en la disponibilidad de agua? El principal consumidor de agua en el mundo es la agricultura, estimándose que en México se consume el 77% de las reservas de agua. El proceso por el cual los cultivos toman agua del suelo mediante el proceso del riego o lluvia, se conoce como evapotranspiración. El componente principal de este proceso es la evaporación del suelo. Así, al incrementarse las temperaturas, ante un clima seco y caliente, los cultivos demandan agua de manera más continúa propiciándose un desbalance entre las cantidades de agua disponibles y las necesarias afectando también las recargas a los acuíferos.
También ha sido documentado el impacto que tiene en las disponibilidades de agua fenómenos de circulación global como El Niño, o su fase fría La Niña. Este fenómeno es el causante de las lluvias en la mayor parte del norte del país afectando los escurrimientos en las cuencas hidrológicas que son las que proveen del agua a los distritos de riego donde se lleva a cabo la agricultura más productiva. Los efectos de El Niño son extremos y contrastantes, provocando lluvias torrenciales en algunas partes de Centro y Sur América, y sequías en otras.

De persistir el incremento en las temperaturas globales, los procesos físicobiológicos se verán aún más afectados con impactos en el bienestar de la población y puede llegar a propiciarse un estado de incertidumbre en la sociedad dado que, en lugares donde el acceso al agua y servicios de salud es bajo, la población se encuentra bajo riesgo severo.
[1] PhD. Investigador del Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Relaciones Agua Suelo Planta Atmósfera del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (CENID RASPA –INIFAP)