#bajavión: ‘Vaya público difícil, eh’

BAJAVIÓN

‘Vaya público difícil, eh’

Por: Roble Limón

¿Qué tranza, estimado lector? Con la novedad de que yo creo que sí, neta no era buena idea disfrutar del eclipse solar anular del pasado 14 de octubre a través de un envase de caguama, porque como que sí se me chingaron los ojos y no alcanzo a ver el final del sexenio de ya sabe quién. Con eso de que todavía le cuelga un año —y en una de esas hasta otro canino sexenio— ya no da rosas el palo, sino limas el garrote.

Pero como no puedo quedarme odiando sola —porque el odio, el amor, el dinero, el chisme y la caguama se hicieron para compartirse— voy a transformar ese oscuro sentimiento en risas, capacidad que por divinidad me concedió el Universo al haber respetado el código de vestimenta —whitexican de Tulum— de aquel sábado 14 de octubre en que el sol se hizo uno con la luna y mamasté… Que diga, namasté.

Ahhh, *suspira*, la risa. Una de mis cosas favoritas de hacer, sentir y provocar en la vida: reír. Reír en compañía, reír sola, reír en grupo, reír con desconocidos, cagarte de la risa, ahogarte de la risa, llorar de la risa, que te duelan la cara y la timba de la risa, aplaudir como foca y pegarle a la mesa de la risa. Tenemos mil y una formas de vivir la risa. “Ja” (Orita no estés chingando), “Jaja” (Wey, ¿pooor? Ni te topo), “Jajaja” (Ok, estuvo chistosón), “Jajajaja” (Al chile, sidarisa), “JAAA” (Jajaja, qué cagado XD), “JAJAJAJA” (Es lo más gracioso que me ha pasado en todo el perro día), “JKSKUEJSD” (Posible infarto al miocardio. “Eparina”, dijiera la Doctora Grey’s Anatomy), “Hahaha” (Uy sí, cámara, pinche gringo ¬¬), “Jejeje” (Tu compa, otaku del centro, que algo quiere y no es dinero…), “Baja” (El pinche autocorrector, mano). Hay otras risas que, de plano, preocupan, como la patológica o la esquizoide, o de plano las risas que no dan risa. Y así me podría pasar cuartillas y cuartillas definiéndole, estimado lector, los distintos tipos de risotadas. Porque, como podrá ver, en mi cerebro chingaron a su madre las ecuaciones exponenciales y los polinomios para dar cabida a las canciones de Juan Gabriel y a datos inútiles, sí, pero muy amenos y que me hacen parecer única y diferente frente al ruko que me gusta.

Dígame si no, el buen humor y la risa son recursos que te hacen un parote cuando se gestionan de manera oportuna y coherente. También con mesura. Y hablando específicamente de la vida pública, los políticos mexicanos son cinta negra en el uso del humor –con mayor o menor éxito– como instrumento político. Justo como si alguien dijera “impriman más ‘chistes’ y ya”; aclarando: sin que esto signifique que sí den risa o que sean voluntarios. En todo caso, ¿cuándo es más soberano un pueblo, que en el momento en que se burla de quien lo gobierna?

Ahí tenemos, por ejemplo, que su “pastelazo”, referido a un tipo de comedia física que basa su atractivo en el humor crudo, el dolor, la farsa, los golpes y bromas prácticas que detonan las risas por esa cochina costumbre que tenemos al ver que alguien se parte la madre, por ejemplo. Y uno de los mejores exponentes de este humor ha sido, sin duda, Enrique Peña Nieto con muchas de sus cagazones que en el más puro sentido figurativo eran como resbalarse con una cáscara de plátano. Éramos felices y no lo sabíamos, estimado lector. Me viene a la mente aquella vez que se le cayó la banda presidencial. O como cuando se le cayó el pastel –literalmente– en la celebración de su cumpleaños número 49. O como cuando en aquella inauguración del Nuevo Puerto de Tuxpan se le descuajaringó la cortina al develar la placa. Y como esas, tres. No… menos… como 5.

Otro recurso muy común en la comedia es algo que en esencia no es gracioso, pero que sacado de contexto se vuelve absurdo y ahí está el detalle… Momentos así nos los dio de forma muy entrañable Vicente Fox con sus botas de charol usadas en una cena de gala con los Reyes de España, o el “hoy, hoy, hoy” tras posponerse el debate del 23 de mayo del año 2000.

Resta decir que en lo que va del (des)gobierno de ANLO ha habido más (malos) chistes que chinches en la Ciudad de México y, como cualquier otro, este sexenio dejará un gran legado en los bloopers de la vida política nacional. Basta con sintonizar una emisión más de Venga La Mañanera, que más allá de ser el espacio en donde se abordan los problemas relevancia nacional, se ha convertido en un show cómico, mágico, musical, para encontrarnos con tremendas joyas –tan espontáneas y orgánicas– como la de “Y no me vengan con que la Ley es la Ley”. Hay muchas otras, desde luego, por ejemplo, el “Ahí están las masacres, jejeje”, cuando leyó la nota principal de la portada del periódico Reforma que llevaba un recuento de las masacres cometidas este año. No me dejará mentir, pero si le dieran un peso por cada pinche chiste rancio nadaqueveriento que se ha aventado (empezando por el de haber nacido), el macuspano se tendría que cambiar el nombre a Andrés Manuel Musk.

Cierto, hay una cosa que se llama “contexto” –no, no es “la que te comes sin pretexto”— que se refiere al conjunto de circunstancias que rodean una situación y sin las cuales no se puede comprender correctamente y muy probablemente segura no estoy— la burla no haya sido hacia las masacres en sí (¿o sí?), sin embargo, estará de acuerdo conmigo, estimado lector, que peor que tener antojo de McDonald’s y que te digan que en la casa hay caldo es la falta de sentido común, que se trata nada más y nada menos —y según Google, mi patrón—  de todos los conocimientos y creencias compartidas por una comunidad, considerados como prudentes, lógicos, válidos, eficientes y, sooobre todo, empáticos, y que al parecer casi pinchesnadie que tiene.

¿A qué me refiero? A la respuesta de Andrés Manuel López Standup a los cuestionamientos sobre la desaparición y horrendo asesinato de 5 jóvenes en Lagos de Moreno, Jalisco, el pasado mes de agosto. Por si ya se le olvidó, resulta que en uno de sus informes matutinos diarios que pudieron ser un mail, y desde donde supone que (des)gobierna, el mandatario fue poseído por el espíritu de Ricardo O’Farrill cuando daba menos risa de la que pinchesnunca dio y esquivó los cuestionamientos sobre el trágico caso con un chiste que básicamente trata de un señor haciéndose pendejo con el gasto de su casa. “No oigo”, esquivaba a su señora cuando le pedía $200 pesos de chivo. Histriónico como él mismo, y al tiempo que se aventaba la dominguera, el gran tlatoani Chistíntl Indolentzin hacía ademanes como quien se pone la mano en el oído para servirle como amplificador del sonido al tiempo que repetía un “¡no ejcucho!”. ¿A usted le dio risa? A mí tampoco. Y a los dolientes menos. El Andrés Manuel López Salvador que reclamaba porque la mafia del poder de los ayeres no escuchaba al pueblo bueno y sabio resultó igual de sordo y compartió patología con el don de su chiste, la del hacersependejismo. Baia baia…

Ultimadamente, aunque hubiera querido aplicar la del Tío Lolo (el que se hace pendejo solo) y aún sin haber escuchado lo que le preguntaban, no eran ni el día ni el momento para contar chistes. Y es que una cosa es la risa y otra la burla. La burla hiere y entonces el chiste deja de ser gracioso. Aquí es donde debería entrar el criterio, el mal llamado “sentido común”, porque es muy poco común, aunque muy necesario.

Regresando al principio. Existen momentos en la vida de los políticos que quedan en la memoria por cómo reaccionaron o enfrentaron ciertas situaciones, y parece que este episodio será uno de los más recordados por muchos mexicanos, sumándose a la larga lista de chistes que no dan risa de esta administración. Aquel “no escucho” es el resumen de una administración que “ni ve ni oye” a un país consternado que busca respuestas, claridad y, ya poniéndonos exigentes, seguridad en cualquiera de sus formas.

Dentro de sus varias conclusiones, Darwin señaló que es posible hacer reír a los chimpancés haciéndoles cosquillas, efecto contrario cuando le rascas los huevos al tigre. Señor presidente: gobierne, ya se va. Porque ya cuando ni para hacer reír sirves, ora sí saliste más inútil que el apéndice…

¿Huele a gas? ¡Fuga!

QUITA-MALILLA

En fin, al paso que vamos las noticias caen más chido con un shot que con un café, así que córrale al Oxxo por su panal de Tonayan, estimado lector, y siga anestesiándose ante nuestra realidad. Porque cuando digo que reír también es una forma de sanar, la verdad es que tengo mucha razón.

  1. Se les fue el avión.  Hay que admitir que hasta Barbie sentiría envidia de todas las facetas de la Sedena, y es que muy en línea con la austeridad franciscana –y por míseros 816 mdp–Andrés Manuel López Aviador compró para los wachos Mexicana de Aviación. (Así, la próxima vez que mire la mañanera y le enfoquen la cara gacha a López Gastador tendrá a dos compradores compulsivos viéndose fijamente). Se esperaba que la nueva aerolínea operada por los Pilotos del Bienestar comenzara a funcionar en diciembre del año en curso, sin embargo, y cual si fuera Ticketmaster, se suspendió la venta de boletos porque, digamos, no cuentan con el Certificado como Operador Aéreo. Jeje, pequeño detalle. Y es así como sumamos otro episodio de “la inteligencia me persigue, pero yo soy más rápido” en el historial de “la de chambear no me la sé” de Andrés Manuel López Volador. Lo bueno que a La Chingada también se puede llegar vía terrestre.
  • Nosotros los nobles. Como cuando tienes un sueño “muy chingón” y te levantas a contarlo, pero lo único que consigues es que tu compa nomás se te quede viendo con cara de: “Medícate, loca”… Y es que, ¿de qué se murieron los quemados? De arrrdidos, ni modo que por falta de atención, cuidados y medicamentos en el Seguro Social. En fin, con eso de que en los hospitales públicos ya hacen falta hasta curitas (nomás quedan los que van a dar los santos olidos, que diga, óleos, a los enfermos), a nuestro Andy Noble, a.k.a. Andrés Manuel López Soñador, se le ocurrió poner “la Farmacia Más Grande del Mundo”. Su idea es que, si la gente no encuentra en el IMSS la medicina que necesita, vaya a un almacén que se instalará en el Edomex y el cual albergará a “tooodos los medicamentos del mundo”. “Esta enfermedad (de la CuatroTé) ni con un Valium”…
  • InGAZAtum… Antes de que la ONU se aprenda la de chambiar, Estados Unidos nos devuelve Texas, me cae. Y es que el segundo organismo más inútil del mundo, sólo por detrás del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, tras haberse mantenido un buen rato al margen del conflicto entre Palestina e Israel lanzó una estrategia de paz hecha con toda la mano, que básicamente consistió en emitir un tuitazo con el mensaje: “En los conflictos, los civiles pagan el precio más alto. La guerra no es la solución. Necesitamos paz. Necesitamos paz ahora”. Pero como el algoritmo de las redes sociales prende más con imágenes o materiales audiovisuales de apoyo, adjuntaron también una imagen con la leyenda “Necesitamos paz”. Así nomás. Y san se chingó. No pos wow. Ahora sólo queda esperar a que en una de sus idas al baño (soledad en la que aprovecha uno para procrastinar en la world wide web) los líderes de ambos países de Oriente Medio den con el tuit emitido por la ONU, agarren la onda y le paren a su pedo. La otra es que ni lo lean, porque más bien usan TikTok, ni agarren la onda, ni nada, y que el pedo continúe como desde hace décadas. “Se hizo lo que se pudo”, di.
  • Abrazos, no aironazos. Ni tardo ni perezoso, y con más estilo que el mismísimo nombre del huracán que azotó Acapulco a finales del mes de octubre, “Otis”, nuestro Rambo tabasqueño, Andrés Manuel López Rescatador, —de saco, pantalón de vestir y corbata cruzó los montes, los ríos, los valles, por irse a encontrar con la ingobernable de Guerrero, Evelyn Salgado, para tomarse la foto del recuerdo, comprarse la playera de “Mi Gran Tlatoani visitó Acapulco y nomás me trajo esta pinche playera” y de pasada echarle una manita a los damnificados por el fenómeno meteorológico. Lamentablemente (*inserte aquí meme de señora preocupada y riéndose al mismo tiempo*), y debido a las malas condiciones de las carreteras, el Jetta blanco del Ejército se atascó en el lodo, pero eso no fue impedimento para que nuestro leal y empático presidente le siguiera un tramo a pata sobre el lodazal, convirtiendo aquella estampa en un “Méjico mágico” descripción gráfica. #ParaQueVeasLoQueSeSiente.

Bitácora de una prisionera

¿Te imaginas que en el año 2053 andes buscando un electricista y no encuentres porque ya todos son tiktokers o standuperos?

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