A LOS MEXICANOS, NI LA MUERTE NOS SEPARA.

A LOS MEXICANOS, NI LA MUERTE NOS SEPARA.

La celebración del Día de Muertos y sus raíces prehispánicas.

Como mexicanos, todos conocemos y celebramos el Día de Muertos, algunas regiones más que otras, y cada quien a su modo, pero es una fecha que no pasa desapercibida para ninguno de nosotros, algunos en la intimidad de su hogar, otros con sus difuntos en los panteones, algunos con melancolía, un poco de tristeza, y otros con alegría y disfrutando de una buena peda… no en mal plan, sino como le hubiera gustado celebrar con los que en esta vida ya no están.

Hay muchas cosas que nos distinguen a los mexicanos y hablo a nivel mundial, ya sea la alegría, el desmadre, la comida, el tequila, el mariachi, nuestros colores, el albur, el chile (sin albur), el “a huevo cabrones”, nuestras riquezas naturales, la hospitalidad, el “mi casa es tu casa”, el “para servirle a usted”, nuestro patriotismo y amor por nuestro país el cual defendemos a capa y espada, solo un mexicano puede burlarse de un mexicano, pero para el resto del mundo, no hables de mi tierra porque un mexicano no perdona ni mucho menos olvida… pero hay una cosa más que nos distingue y ha sido signo de respeto y admiración ante los ojos del mundo, y es la gran riqueza en tradiciones y cultura, que por razones históricas y geográficas tenemos una gran herencia prehispánica, los mayas, aztecas, mexicas, mixtecas, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y muchas otras, con tradiciones que solo nuestro país celebra, y una de ellas, si no es que la más importante, es la celebración de la muerte.

Hay una frase hermosa que me parece importante mencionarla, ya que engloba esta celebración, la cual fue dicha por Nezahualcoyotl, uno de los mayores poetas de la literatura prehispánica que dice:

No para siempre en la tierra… sólo un poco aquí”.

Según la cultura Mexica, la muerte es solo el principio del viaje al Mictlán el cual es el lugar de descanso eterno, al morir, nuestros difuntos antes de llegar a ese lugar, deben recorrer 9 regiones durante 4 años, estas 9 regiones son las representadas en los 9 niveles del altar de muertos, las cuales están llenas de obstáculos que servirán para purificar y fortalecer el espíritu, este recorrido de 4 años coincide con el tiempo que dura un cuerpo en descomponerse totalmente, quedando sólo los huesos, que es cuando el alma ha llegado a su destino, para ser recibidos por el señor de la muerte Mictlantecuhtli y la diosa Mictlancihuatl.

Mictlantecuhtli fue creado por los dioses Huitzilopochtli y Quetzalcóatl en el Omeyocan, un lugar similar al cielo, quienes pensaban que para valorar la vida habría que crear al dios de la muerte, porque ¿cómo puede haber luz sin oscuridad?. Mictlantecuhtli rige sobre la muerte de los seres humanos, pero también es quien custodia la semilla de la vida… su nombre viene de Mictlán, mansión de los muertos y Tecutli, señor, es decir, “El señor de la mansión de los muertos”, El señor del descanso eterno, pero al llegar los españoles tradujeron al Mictlan como infierno y por ende a su dios como el diablo, y justificados por la religión, definieron al Mictlan como un lugar de castigo, de tinieblas y de todos aquellos descarnados, pero en realidad el Mictlan para los Mexicas era la morada de los muertos.

“MIictlan, el lugar en donde el sol desaparece en el horizonte y se dirige a mi hogar, el lugar en el que los muertos se levantan de su sueño”.

Mictecacihuatl es la señora de los muertos, la señora del corte del cordón umbilical o simplemente la señora de la muerte, es ante la que algunos deberán rendir cuentas tarde o temprano. Como se dice coloquialmente, “si la haces la pagas”, si no pagabas tus deudas en vida, tendrás que rendir cuentas en tu muerte. Al cubrir tus deudas, ella es quien vigila los huesos y vela el sueño por toda la eternidad. Ella, es quien da permiso a los muertos de regresar al plano terrenal para festejar con sus familiares vivos.

En la época prehispanica, para que las almas inicien el trayecto, los vivos se encargaban de acompañarlos en la distancia por medio de un ritual, se anunciaba con gritos y llantos emitidos por las mujeres ancianas de la comunidad, después se amortajaba al difunto junto con todos sus objetos personales y posteriormente el cuerpo era simbólicamente alimentado con los manjares más exquisitos para después de cuatro días, ser llevado a enterrar.

Pero… conociendo ya un poco sobre el Mictlan, sus dioses y la relación que tiene esta fecha con la época de cosecha y siembra… ¿qué pasa el Día de Muertos en nuestra cultura?

Como ya lo mencioné, en el Día de Muertos, la muerte no representa una ausencia sino a una presencia viva; la muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar, en el cual las familias colocan ofrendas llenas de elementos con diferentes significados específicos, que ayudarán a los muertos a cruzar el puente que divide los dos mundos, para volver a disfrutar con los vivos todos aquellos manjares que disfrutaban en vida, es un intercambio entre él y sus seres que aún están en el plano terrenal y quienes les ayudan a regresar por medio de diferentes elementos, olores y colores. Pero no les platico mucho del altar, ya que ese tema lo vamos a tocar en otro articulo de nuestra revista.

Las festividades también incluyen adornar las tumbas con flores y muchas veces hacer altares sobre las lápidas, lo que en épocas indígenas tenía un gran significado porque se pensaba que ayudaba a conducir a las ánimas a transitar por un buen camino tras la muerte, ya que se piensa que el esparcir pétalos de flores de cempasúchil y colocar velas ayudarán a las almas a llegar a su destino. En la antigüedad este camino llegaba desde la casa de las familias hasta el panteón donde descansaban sus seres queridos.

Si algo que es una realidad, es que ha existido una distorsión cultural e ideológica de nuestras tradiciones prehispánicas por diferentes factores; la influencia extranjera, la distorsión de la catrina, la mezcla de elementos tradicionales con símbolos de la celebración de Halloween por la influencia americana, la visión que tienen los extranjeros sobre nuestra cultura, la influencia de los medios de comunicación, la necesidad de comercializar nuestras tradiciones viendo un beneficio desde el punto de vista económico, entre algunos otros, pero nuestra tarea como nación es preservar la tradición prehispánica que nuestros ancestros nos han heredado en torno al ritual de Día de Muertos.

Un dato importante que hay que mencionar…

El 07 de noviembre de 2003, la UNESCO dió a conocer que la conmemoración del Día de los Muertos en las comunidades indígenas mexicanas formar parte de la lista del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

El Día de Muertos es una celebración ancestral que simboliza el encuentro entre los vivos y los muertos en el que más que la tristeza y la nostalgia, es un momento de fiesta, gozo y alegría, pues honramos a los queridos difuntos quienes regresan un momento para unirse a nuestras familias.

Que gran privilegio tenemos nosotros los mexicanos gracias a nuestro antepasados de vivir este momento, y de tener a nuestros difuntos siempre presentes, porque algo nos queda muy claro… LOS MEXICANOS SOMOS TAN CHINGONES, QUE NI LA MUERTE NOS SEPARA.

Referencias:

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