Museo del Sarape y Trajes Mexicanos

Durante la entrevista pudimos constatar el gran entendimiento entre Claudia Rumayor, directora del Museo del Sarape y Trajes Mexicanos con Rubén Tamayo maestro tejedor de Sarapes.

Su trabajo es tan amable, compañerismo y pasión por una meta en común, hacen ver tan coordinado su trabajo en equipo que pudimos compararlo como el arte del tejido de sarapes, la obra final lleva consigo un trabajo de fusión entre hilos, teñidos, la mano del tejedor y el soporte y guía del telar; un hilo da pie al próximo, cada línea complementa la siguiente, incluso el telar acompaña, fortalece el esfuerzo del tejedor durante, horas, días, meses e incluso años por cada pieza.

Su Labor para mantener vigente el Oficio del tejido del Sarape y por tal el Sarape, es de constante “hacerle la lucha” tal como entre tejedores le llaman a la acción de tejer línea a línea y pasar de un lado a otro los hilos que dan vida y color al Sarape.

Juan Rubén Tamayo Sánchez, o mejor conocido como Rubén Tamayo de 10 años a la fecha.

Tiene 22 años de artesano, y 10 años colaborando con el Museo del Sarape y Trajes Mexicanos, como artista pasó por una crisis durante 5 meses en que no se contaba con suficiente apoyo como maestro tejedor, pues sólo había un taller y dejó de hacer sarapes.

Crisis que termina al ser invitado a colaborar en el Museo del Sarape, literalmente le abrieron las puertas, en 15 días comenzó a laborar

La pasión por tejer sarapes llega muy joven, para “no andar de vago” como su mamá le decía, Rubén comienza a ayudarle Don José lavando lana pues era muy pesada para exprimirse, cuando Rubén terminaba de hacer su trabajo se quedaba observando a Don José, quien lo invita a tejer.

El gran reto de su carrera fue realizar la interpretación de Arte moderno en Sarape, Oscar Bachtold les pidió un sarape especial, colocar una de sus obras llamada “El bromista” en sarape.

De ahí se acercaron varias personas a solicitar su propio sarape y se busca completar una colección de Interpretación de Arte Moderno en Textil.

“Tejer es mi pasión, es un oficio que me llena”

Otro de los trabajos fue con Daniel Valero para su proyecto Mestizo donde diseñaron una mesa y una silla fusionadas con sarapes.

Se han producido piezas artesanales para Ricardo Seco, diseñador de modas en Nueva York con gran prestigio. Con las que creó una línea de invierno llamada Sarape Time.

De los trabajos en marcha, se tienen proyectos con un grupo de plateros de Torreón buscando hacer piezas de plata con sarape, siendo versiones de sarape en miniatura.

Claudia Rumayor nos comenta que el sarape ha estado presente en todos los momentos más importantes de México de los últimos 500 años a la fecha.

Es una prenda de identidad de México, una prenda netamente masculina.

Lo han portado desde peones, hacendados, caporales, el mismo Maximiliano que en sus tiempos se solicita se haga una modificación para poder usarlo como gabán o jorongo.

Se desconoce cómo nace el sarape, pero se cree que fue del mesticismo perfecto entre la capa española y la tilma prehispánica

Buscando una comercialización más rápida y de mayor volumen, exige se simplifique tanto el tejido que en los años sesenta prácticamente desaparece. Fue muy oportuna la idea de rescatar el sarape y las técnicas tradicionales que se habían perdido.

“Es muy importante revalorizar el trabajo artesanal”

En Saltillo han recuperado las técnicas tintóreas para teñir con productos naturales y no anilinas. Los colores son otros, la brillantez es otra.

Preparar la lana para un sarape fino, es un trabajo enorme y para tejer también es más complicado pues es más fino “tejes y tejes, pero avanzas muy poco”

El sarape seguirá existiendo mientras exista el tejedor.

COMERCIALIzACION

Existe un taller de producción en Saltillo que se logró en la Escuela del Sarape, en el que ayudan a los artesanos a comercializar sus piezas. Se puede acudir al museo para adquirir una pieza original hecha con materiales originales y por artesanos del Sarape.

Hoy lo importante más que la venta masiva, es rescatar en la gente que pueda identificar un sarape real, pués se hizo un estudio de campo y los que se venden en los mercados no siempre son lo que dicen.

Un sarape fantasía con degradado de colores, con la parte fundamental de un sarape que es el diamante central, con dimensiones de 1 metro por 2 metros lleva 28 días de trabajo.

Entre ellos el trabajo de preparación consiste en:

  • Preparar la lana
  • Lavar la lana
  • Teñirla
  • Encanillar
  • Vestir el telar

La técnica de Sarape Figurativo consiste en tejer rostros en el Sarape. Rescatada hace 5 años, lleva de 4 a 5 meses de trabajo únicamente para realizar el rostro. Se realizó con los rostros de los cinco Presidentes Coahuilenses. La parte retadora de esta técnica es que debe ser simétrica de ambos lados.

EMPRESARIAL

Para dar soporte en la parte empresarial, están en constante aprendizaje y capacitación.

En la escuela tienen Diplomados y este semestre se les dio un Taller con el Tecnológico de Monterrey para el establecimiento de una empresa familiar y su administración. Fortaleciendo la parte de comercialización, innovación, difusión, teñido, cuenta de 3.

La parte del artesano en el telar, pero también la parte de los recursos para solventar el proyecto y mantener vigente el tejido del Sarape.

El maestro Román Gutiérrez quién en Oaxaca teje los sarapes de Saltillo. Les ha compartido diversos cursos y técnicas.

El apoyo es que los tejedores tengan a la mano la oportunidad y las herramientas para poder realizar sus tejidos dedicándose únicamente al arte del tejido.

“El reto mayor es que el tejedor pueda vivir de su oficio”

 

Fotografía: Claudia Robles

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