BAJAVIÓN: ‘Ay’ La Vimos

(Vámonos, ALV.)

Por: Roble Limón

Apreciable lector, ya para estas alturas hay confianza. Dejaré de lado las cordialidades, los saludos, las explicaciones de quién soy y de quién me gustaría ser, porque la netflix ‘ora sí tengo mucha tela de dónde cortar y no es necesario un saludo largo nomás para hacer espacio y que parezca que escribí mucho. Quédese, se pone chido.

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 ¿Se imagina haber invertido más de un año de su vida, y deje usted de su vida… ¡de su dinero!… yendo a terapia de pareja, para que al final su domador se decida y sí lo termine dejando porque cayó en la cuenta de que lo más benéfico para él (ella) sería conseguirse a una(o) más pendeja(o)? Pues haga de cuenta así con las negociaciones del TLCAN.

Fue en agosto de 2017 cuando, presionados por el presidente de Estados Unidos Donald Trump, México, Canadá y el vecino país comenzaron la renegociación del acuerdo comercial por el que se unieron hace 24 años. Y pues Doctora en Economía no seré ni habré estudiado en Harvard o en el ITAM (pero pues si los que sí lo hicieron tampoco dan una, ¿qué podrían esperar de uno?), además no se necesitan más de dos dedos de frente ni tampoco haber estado presente en las encerronas para imaginarse el escenario:

– EUA: “¡¿Qué somos?!”.
– MEX Y CAN: “¡Amigas!”.
EUA: “¡¿Qué queremos?!”.
– MEX Y CAN: “¡Vernos!”.
– EUA: “¡¿Cuándo lo queremos?!”
– MEX: “¡El martes!”.
– CANADÁ: “No puedo el martes, mejor el jueves”.
– EUA: “El jueves me voy a Rusia, mejor el sábado”.
– MEX: “El sábado recibo a un tatuador en casa, mejor otro día”.
– EUA, MEX y CAN: “Bueno, va, nos hablamos…”.
NARRADOR: No se hablan. No se juntan.

Total, para no hacerle largo el cuento, a lo largo de un año ya hubo amenazas de terminar con el acuerdo, depreciaciones de peso, se subieron aranceles, se pasó de un acuerdo trilateral a uno bilateral, México eligió presidente, etc., etc., etc. y al final ¿pa’ qué? ¡Pa’ nada! Por si creía que no había relación más tóxica que la suya…

En nuestra defensa he de decir que, a nosotros, México, nos agarraron en Pino Suárez por aquello de las elecciones presidenciales de este año. ¿Y sabe qué es lo más cabrón? Que a la hora de los trumpazos éste será el discurso y pretexto perfecto para que, como siempre, nadie se haga de su responsabilidad y se acuse de que si nos está yendo como nos está yendo es por culpa del gobierno entrante, y viceversa. Y entonces pienso: México, te quiero un chingo y espero que no me lo tomes a mal, pero de perdido recupera lo que has perdido (y perderás) contra el chuco y véndelas, no las regales. Las nalgas, digo.

Querido Santo Clos, dos puntos: Lo único que te voy a pedir este año será no escuchar el chiste de los “pavorosos frijoles” y la méndiga resolución del TLCAN, porque la neta siento que ya tengo hasta la madre a mi estimado lector dícele y dícele lo mismo y además yo ya me cansé de estar en ascuas. Gracias.

“Si la belleza es un delito, que me encierren y tiren la llave”

Si se preguntaba usted qué es lo que hace la chingada cuando no lo está cargando, basta con echarle un vistazo a los periódicos o redes sociales para enterarse de cosas como que el pasado 7 de agosto —como me hiere esa fecha— un tribunal le concedió la libertad a Elba Esther Gordillo, exlideresa del SNTE, acusada de delincuencia organizada y lavado de dinero, argumentando irregularidades en el proceso en su contra. Y aunque su liberación coincidió con la entrega de constancia de mayoría a Andrés Manuel López Obrador como presidente electo de México, es gracioso que todavía haya quien piense que Gordillo sí estuvo cautiva durante cinco años… Entonces pues, básicamente, cosas como esas son las que hace la chingada —a veces con ayuda de sus hijos— cuando no lo está cargando a usted.

En mi muy humilde opinión, que nadie pidió pero que aun así la voy a dar, este caso pone en evidencia algo gravísimo: que el mexicano nomás recibiendo dinero no haya en qué gastarlo y, cuando lo gasta, lo gasta en puras pendejadas… “Achingá, ¿por qué?”, se ha de preguntar usted, pues porque pocas personas como la mamá de la Maestra, quien como docente rural logró ahorrar 373 millones de pesos, cifra que incluye no sólo dinero en efectivo, sino obras de arte de Botero, Rivera y Toledo, entre otras, y que al final le heredó a su querida Elba Esther. ¿Y usted cómo anda de cultura del ahorro? No me conteste.

Fue el 20 de agosto cuando la exlideresa sindical reapareció en público —¡asústame, Panteón! —, ofreciendo una rueda de prensa en la que acusó persecución política en su contra y fustigó: “Recuperé la libertad y la reforma educativa se ha derrumbado”. Y pues póngale usted que sí, ya la absolución de la ruca es lo de menos… pero, ¡las criaturas! ¿O apoco cree usted que la señora va agarrar sus tiliches pa’ largarse del País como la ex primera dama de Veracruz, Karime Macías? Pos nooo, estimado lector, la gente entre más tiene más quiere. Y luego que de la “cárcel” salen con más mañas que con las que entran.

Y luego, pa’cabarla de tiznar, la maistra salió más cabrona que bonita (bueno, eso es obvio, aunque en su rueda de prensa se le vio mejor que hasta cuando sí era “libre” de verdad) y algunos rumores indican que la doña habría sido desposada por quien fuera su abogado durante algún tiempo, Luis Lagunes. Pues sí, esos casi 400 millones de pesos no se van a heredar solos. Hasta el envío de esta columna ninguno de los dos había confirmado los rumores. Y lo que más coraje me da es que ahí está uno como pendeja gastándose sus datos en el Tinder, cuando el amor está en la cárcel. Le digo que no cabe duda que siempre hay gente pasándola mejor o pior que uno.

En fin. Pobres huercos, la chinga que les espera a su educación. Y la que le espera luego al país con huercos que no van a saber ni la “o” por lo redondo.

“Gracias a Dios que me dio abundancia, un buen, si merecerla. Amén.”

Por si fuera poco, y para que se dé una idea de por qué luego tiene uno más fe en los perritos rescatistas que en el sistema de justicia y en los gobernantes, a finales del mes de agosto la PGR reclasificó el delito de delincuencia organizada contra Javier Duarte. Al no haber pruebas suficientes para acreditar la acusación por este delito, el exgobernador de Veracruz deberá enfrentar a la ley por asociación delictuosa y operación con recursos de procedencia ilícita. No se apure, JaviDú no saldrá de la cárcel… todavía.

Es así como la “joven promesa” que formó parte de la esfera de la “nueva generación” de políticos priístas, arropada por el presidente saliente Enrique Peña Nieto, que desvió más de 30 mil millones de pesos del erario veracruzano, que logró adquirir cerca de 90 propiedades alrededor del mundo, que usó agua destilada como tratamiento de quimioterapia en niños enfermos de cáncer, que —como mi quincena— logró desaparecer un chingo de veces antes de ser detenido, que cuando habla parece que lo traen pescado de las gónadas, habría matado a la vaca pero será juzgado como si nomás le hubiera agarrado la pata. Lástima.

 

Bitácora de una prisionera

Querido diario, dos puntos y aparte.

En mi humilde opinión lo bueno no se debería contar, se debería ver. Peña Nieto vas pa’ fuera, sin querer, jodiendo.  Ya con esa me despido.