¿Lo vas a tirar? ¡No mermes!

¿Lo vas a tirar? ¡No mermes!

Por Ana Laura Meléndez Carillo, Samantha Del Castillo Morales y Sofía Chufani de la Cuadra

“No te levantas hasta que termines tu plato, no hay que desperdiciar”. La frase que de pequeños no comprendíamos por más que la repetían. Siendo tan fácil decir “ya no quiero”, abrir el basurero y tirar la comida que resultó ser demasiada, pero, ¿por qué es tan importante no desperdiciar alimentos?

El desperdicio de alimentos es desechar intencionalmente alimentos que son seguros y nutritivos para el consumo humano, como las porciones a medio comer, frutas y verduras olvidadas en el refri o alimentos que se echaron a perder. Estos alimentos poco a poco se acumulan hasta sumar los 10 millones de toneladas que desperdiciamos al año en México. Desperdiciar estos alimentos también equivale a tirar los recursos utilizados en su producción, transporte y almacenamiento: agua, campo, trabajo, tiempo, energía, combustible y dinero.

El impacto del desperdicio es tanto global como personal. Si consideramos que en México aproximadamente el 40% de los alimentos se desperdician y una familia de 4 personas destina al mes $690 MXN a la compra de frutas y verduras, el desperdicio equivale a tirar $276 MXN a la basura, desaprovechando muchos alimentos y $3,312 MXN en un año. Por esta parte, desaprovechar los alimentos representa un lujo al tomar en cuenta que 9 millones de mexicanos padecen hambre y desnutrición.

Es esta problemática con el deseo de erradicarla lo que le dio vida al proyecto “No Mermes”, con el enfoque de crear conciencia del problema y compartir información en pro de reducirlo a través de la plataforma de Instagram (@no.mermes), donde buscamos crear una comunidad proactiva. Nombrando el proyecto “No Mermes” hacemos la invitación a no desperdiciar alimentos, puesto que “mermar” es la acción de disminuir el alimento disponible para el consumo al no aprovecharlo y tirarlo a la basura.

Detrás de este proyecto estamos 3 apasionadas Ingenieras en Industrias Alimentarias egresadas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey comprometidas con el desarrollo de nuestro entorno y el bienestar de la sociedad. Como Ingenieras en Industrias Alimentarias aplicamos e integramos conocimientos de ciencia e ingeniería con el fin de desarrollar e innovar productos y procesos de transformación y conservación de alimentos. Nuestro desarrollo profesional en la industria nos permite conocer las áreas de oportunidad que existen y trabajar en soluciones para atacarlas. Este fue el caso al involucrarnos con el problema del desperdicio, logrando identificar que los consumidores somos parte del problema y por lo mismo podemos ser parte de la solución.

Es mejor prevenir que lamentar y bajo esta filosofía podemos actuar para reducir el desperdicio. La jerarquía para disponer de los desechos tiene como prioridad evitar el desperdicio desde el origen y no generar basura. Le siguen el reuso y reciclaje, la composta, la incineración y finalmente el relleno sanitario. Algunas acciones que podemos tomar para reducir el desperdicio de alimentos al momento de comprarlos incluyen planear las comidas semanales, hacer una lista de los alimentos que con certeza se utilizarán, identificar qué alimentos suelen descomponerse para así comprar menos y comprar aquellas frutas y verduras “imperfectas”, ya que lo que importa es lo de adentro. Observar nuestros hábitos también es una buena estrategia para así moderar las porciones, servirnos solo lo que comeremos por completo, pedir las sobras para llevar, revisar lo que hay disponible y cocinar con ello y ordenar la alacena con los productos que se vencen primero al frente para consumirlos pronto. Finalmente, la industria de los alimentos ha desarrollado tecnologías como la refrigeración y congelación que podemos aprovechar para conservar por más tiempo nuestros alimentos.

A nivel mundial, alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos cada año se pierde o desperdicia, incluyendo todos los recursos invertidos para producir y obtenerlos. Ciertamente no tiraríamos dinero directamente a la basura, así que procuremos no tirarlo a través de los alimentos. Si bien parte del problema ocurre en nuestros hogares, tenemos el poder de crear la solución al comprometernos con la causa. Los invitamos a ser parte de esta comunidad y juntos ser parte de la solución creando cambios positivos.

Referencias:

Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA). (2019). El desperdicio de alimentos en México alcanza el 34.7 por ciento de lo que se produce: CEDRSSA. Obtenido de CEDRSSA: http://www.cedrssa.gob.mx/post_el_-n-desperdicio-n-_de_-n-alimentos-n-_en_-n-mn-xico-n-_alcanza_el_34_7_por_ciento_de_lo_que_se_produce-_-n-cedrssa-n.htm

Natural Resources Defense Council. (2020). Save the Food. Obtenido de https://savethefood.com/

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO). (2018). Despilfarro de alimentos: datos y cifras clave. FAO: http://www.fao.org/news/story/es/item/196450/icode/

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). (2018). Fortalece México marco legal para evitar las pérdidas y el desperdicio de alimentos. Obtenido de FAO: http://www.fao.org/mexico/noticias/detail-events/es/c/1127184/

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO). (2020). The State of Food Security an Nutrition in the World 2020. Obtenido de http://www.fao.org/3/ca9692en/online/ca9692en.html

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO). (2018). Transforming the livestock sector through the Sustainable Development Goals. FAO. Roma. Obtenido de FAO: http://www.fao.org/3/CA1201EN/ca1201en.pdf

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. (2019). Diccionario de la lengua española, 23a edición. Obtenido de https://dle.rae.es/mermar

Ritchie, H., & Roser, M. (2020). Environmental impacts of food production. Obtenido de Our World In Data: https://ourworldindata.org/environmental-impacts-of-food

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