Lifelong learning: una urgente apuesta ante nuevos retos.

Lifelong learning: una urgente apuesta ante nuevos retos.

Diana González

contacto@poliedrolab.com.mx

“…Y aprendiendo algo nuevo podremos alcanzar nuestros objetivos, enfrentarnos a nuevos retos o simplemente seguir desarrollándonos personal o profesionalmente. La educación no es solo cosa de niños… Nunca dejamos de aprender… Aprender es para toda la vida.”

De la mano de la nueva normalidad y las nuevas formas de trabajo vienen nuevos desafíos y responsabilidades que en realidad no debieran ser “nada nuevos”, pero vale la pena tomar esta coyuntura que nos ha obligado a replantear nuestras actividades cotidianas y con ello ver las alternativas para continuar nuestro aprendizaje.

“La educación abarca desde la infancia hasta el final de la vida”, afirma el informe que J. Delors, miembro en 1994 de la UNESCO, hizo famoso a partir de la publicación “Los cuatro pilares de la educación. La educación encierra un tesoro”, en donde también se señala que los cuatro aprendizajes básicos para aquel que aprende a lo largo de toda la vida son:

Ninguno de ellos pierde vigencia, más bien ocurre lo contrario al analizar la cantidad de cosas que tuvimos que aprender y dominar de forma eficiente este último año. Hemos encontrado en la tecnología una herramienta que, entre otras cosas, resulta una fuente de motivación a la hora de aprender ya que el control del aprendizaje recae sobre la persona que aprende y sobre el propio proceso de aprendizaje; a través de una pantalla, la edad del aprendiz pierde fuerza para centrarse en sus necesidades.

Hasta hace unos años, sobre el conocimiento que se obtenía en la universidad o en cualquier otro tipo de institución formal de educación recaía la responsabilidad de conformar y preparar para la vida laboral a las personas; sin embargo, los tiempos han cambiado, y vaya que de forma acelerada en el último año, año en el que los acontecimientos nos han obligado a reestructurar nuestros contextos. Actualmente la exigencia apuesta por la actualización permanente de conocimientos y habilidades para no quedarse fuera del mercado laboral y, en general, de la vida.

El término lifelong learning hace referencia a la formación continua, a seguir aprendiendo y mejorando a lo largo de toda la vida con el objetivo de crecer a nivel profesional y mejorar nuestra empleabilidad, pero también para mejorar nuestra calidad de vida en general. La principal diferencia entre la formación continua y la reglada es que la primera es totalmente voluntaria y sólo depende de la motivación que cada individuo tenga para aprender algo nuevo cada día. Por ello, para los expertos en el tema, el lifelong learning es, ante todo, un desafío personal.

Para ser “lifelong learner” hay algunos principios básicos que debemos poner en práctica cuanto antes:

– Perder el miedo a lo digital.  Las plataformas digitales se han convertido en verdaderas escuelas. El e-learning, u-learning, m-learning, los podcasts y los webinar, por citar tan solo algunos ejemplos, permiten ampliar conocimientos y mantenerse siempre actualizado.

– Apuesta por el aprendizaje compartido. Compartir conocimientos y reflexiones con otras personas es una manera muy eficaz de tomar conciencia de otros puntos de vista que nos ayuden a complementar la nuestra.

– Nunca pierdas la curiosidad. La curiosidad es una de las herramientas más importantes para la superación personal. Nos saca de nuestra zona de confort, nos lleva a hacer preguntas y a buscar respuestas cada vez más específicas y concretas.

La formación continua como actitud vital aporta innumerables ventajas, por ejemplo:

Muchos científicos sociales apuestan por la educación como uno de los factores más importantes para garantizar una vida más larga. Se habla de que las personas con más alto nivel educativo tienen mejores trabajos, por ello cobran más, suelen tener menor desgaste físico y poseen una mayor calidad de vida, ya que trabajan en algo que eligen o que les gusta y motiva. Como resultado, viven en barrios más seguros, practican estilos de vida más saludables y tienen menos estrés. Incluso hay estudios que vinculan la tasa de mortalidad al nivel formativo de los ciudadanos.

Por otro lado, existe otra vertiente que se centra en los beneficios que genera la educación permanente sobre la salud de las personas. Se habla de la ejercitación de la mente como músculo e incluso del beneficio en el estado de ánimo que suponen la actividad y el compromiso de aprender como tarea o proceso.

Queda claro que el concepto tradicional de formación, unidireccional y preestablecida, se ha quedado atrás y que las posibilidades que ofrece el lifelong learning en materia de formación son múltiples gracias, fundamentalmente, a la irrupción de innovaciones educativas de la mano de Internet.

¿Qué esperas para seguir formándote y marcar la diferencia?

Puedes encontrar más información sobre este tema en este artículo: Why Learning Leads To Happiness.

https://www.huffpost.com/entry/learning-happiness_n_1415568

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