
En la práctica de la consulta dermatoestética y en los diversos medios digitales es cada vez más común escuchar el término “skincare” y las dudas que surgen en torno a él.
Pero ¿a qué nos referimos con esta palabra que está ahora tan de moda?
El skincare es el cuidado que le damos a nuestra piel para mantenerla saludable, es por lo tanto una diversidad de acciones que mejoran la apariencia y la integridad de ésta.
En este proceso se involucran una variedad de pasos y productos que incluyen limpiadores, tónicos, exfoliantes, sueros, cremas hidratantes, protectores solares y tratamientos específicos para abordar problemas como el acné, las arrugas, las manchas oscuras y la resequedad
Al mismo tiempo, es importante tener en cuenta que el skincare en dermatoestética no se limita sólo al uso de productos tópicos, sino que también puede incluir recomendaciones relacionadas con la alimentación, el estilo de vida y otros factores que pueden afectar la salud de la piel, por ejemplo, la exposición excesiva al sol, los emolientes, la hidratación e incluso el uso de probióticos.

Una rutina regular de skincare puede mejorar la apariencia de la piel. Los productos adecuados pueden reducir la apariencia de imperfecciones, minimizar los poros dilatados, aclarar las manchas y suavizar las arrugas finas, dejando la piel con un aspecto más uniforme, radiante, y juvenil.
Las prácticas que mejoran la apariencia incluyen la exfoliación, el uso de cosméticos, terapia con retinol, rellenos, toxina botulínica, etc., además de aparatología como tratamientos ultrasónicos para la piel, técnicas rejuvenecimiento a base de láser, microdermoabrasión y una multiplicidad de recursos disponibles. Con estas acciones buscamos preservar la integridad de la piel además de mejorar su apariencia y, en su caso, aliviar afecciones.
Ahora bien, no solo la apariencia es importante. El skincare tiene varios propósitos y beneficios, por ejemplo:
- Protección contra los daños ambientales: La piel está expuesta diariamente a factores ambientales como los rayos solares, la contaminación y los radicales libres. Los productos para el cuidado de la piel, como los protectores solares y los antioxidantes, pueden ayudar a proteger la piel contra estos daños y prevenir el envejecimiento prematuro.
- Prevención de dermatitis y prevención de lesiones en la piel. Se recomienda que el cuidado de la piel sea un procedimiento diario de rutina observando por ejemplo si la piel se encuentra demasiado seca o demasiado húmeda.
- Hidratación y nutrición de la piel: Con el skincare también proporcionamos hidratación y nutrientes esenciales a la piel. Los productos hidratantes ayudan a mantener la barrera de humedad de la piel, evitando la sequedad y la descamación. Además, hoy en día muchos productos específicos pueden suministrar vitaminas, minerales y otros ingredientes beneficiosos que promueven la salud y la apariencia juvenil de la piel.
- El cuidado de la piel es parte también del tratamiento para la cicatrización de heridas previas.
- Bienestar y autocuidado: El cuidado de la piel también puede tener beneficios no solo físicos, sino también en los ámbitos emocional y mental. Muchas personas encuentran que el proceso de cuidar su piel es relajante y reconfortante. Establecer una rutina de skincare puede ser una forma de autocuidado y una oportunidad para dedicar tiempo a uno mismo.

En síntesis, el skincare es importante porque ayuda a mantener no sólo la apariencia sino la salud de la piel, además de promover el bienestar general personal.
Dra. Mariana Serrano León
Nouvelle Dermaestética – Hospital Starmédica Querétaro
Miembro de The European Society for Dermatology and Psychiatry (ESDaP)
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