
Economía plateada y Contratos de aprendizaje
“La realidad es que la creatividad es un proceso social: nuestros más grandes avances vienen de la gente de la que aprendemos, de la gente con la que competimos y de la gente con la que colaboramos”; esta frase de Andrés Oppenheimer escrita en su libro “¡Crear o Morir!” nos ayuda a abrir la mente para cuestionarnos sobre en qué parte del escenario en el que vivimos estamos colocados cada uno de nosotros. ¿Somos de las personas con las que aprendemos, competimos o colaboramos y aportamos algo, o no entramos en la categoría de personas que aportan y con las cuales nos da gusto convivir para estar del lado opuesto, personas que no están dispuestas a brindar su experiencia, conocimientos o sonrisa para avanzar y crecer?
Optimizar nuestros procesos cognitivos con estímulos nuevos nos ayuda a ejercitar la mente. Somos lo que constantemente repetimos, somos las creencias bajo las cuales enfrentamos el mundo, nuestro mundo, y si estamos considerando que el aprendizaje es para las generaciones más jóvenes o que la edad en la que aprendemos la dejamos décadas atrás, estamos alejándonos de la realidad paulatina pero aceleradamente y con ello quedando fuera de un mundo que avanza a paso veloz.

Las estadísticas del Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en 2020 vivimos una media de 72.5 años —20 más que en 1960— y que la población total de mayores de 60 se habrá duplicado en 2050 respecto al año 2000. Suena evidente señalar que una mayor esperanza de vida combinada con una decreciente tasa de natalidad invierte la pirámide de población. Más difícil, sin embargo, es identificar cuáles son los cambios en el estilo de vida, la cultura y los patrones sociales que parecen haber convertido un desequilibrio coyuntural en algo crónico. Cada vez hay más personas mayores y menos jóvenes, algo que se pudo constatar en 2018 con un hecho insólito: ese año, por primera vez en la historia de la humanidad, los mayores de 65 años superaron en número a los menores de cinco años, como reveló la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La Silver Economy o Economía Plateada incluye todas aquellas actividades económicas, productos y servicios destinados a satisfacer las necesidades de los mayores de 50 años. Este concepto, derivado del llamado Silver Market surgido en Japón —el país con mayor porcentaje de personas mayores de 65 años— durante la década de los setenta para referirse al mercado sénior, aglutina a sectores tan diversos como la salud, la banca, la automoción, la energía, la vivienda, las telecomunicaciones, el ocio y el turismo, entre otros.
Una de las claves de la Silver Economy estará en la innovación tecnológica. Los avances en domótica, Inteligencia Artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT), eSalud y demás servicios propios de las smart cities, despiertan el interés de un público maduro pero demasiado joven para sentirse viejo. Algunos de los rasgos que mejor definen a los consumidores de la Silver Economy:
- Tienen un poder adquisitivo elevado y están libres de cargas económicas.
- Aprovechan el tiempo para hacer lo que siempre quisieron: viajar, vivir nuevas experiencias, darse algún capricho, etc.
- Son personas activas a las que les gusta cuidarse, hacer deporte, comer bien, ir a la moda y divertirse.
- Son fieles a sus marcas, consumen más que los jóvenes y demandan productos y servicios más específicos y personalizados.
- Disponen de más tiempo libre y les gusta aprovecharlo con actividades culturales y de ocio.

Características de la Economía del Futuro
A la Silver Economy le quedan aún numerosos retos por superar en el presente para convertirse en un verdadero motor económico, pero la economía del futuro estará sí o sí protagonizada por los mayores y tendrá, entre otras, más de alguna de las siguientes cualidades:
Glocal
La economía se está glocalizando y en las próximas décadas veremos empresas que piensen de forma global y actúen de forma local.
Inclusiva
La economía del futuro deberá corregir los desequilibrios de la globalización para afrontar una transición justa y distribuir la riqueza de forma más equitativa.
Digital
Internet y las nuevas tecnologías protagonizarán la Cuarta Revolución Industrial y serán el centro de la innovación empresarial y la vía de entrada a los mercados internacionales.
Circular
Las actividades económicas buscarán la manera de reducir el desperdicio de materias primas y de recursos como la comida, el agua, la tecnología y la energía impulsando la economía circular.
Ecológica
La economía verde, con la creación de empleos verdes, contribuirá a la igualdad social, mejorará el bienestar y disminuirá la escasez de recursos y los riesgos medioambientales.
Colaborativa
La economía del futuro será más solidaria porque fomentará el intercambio de productos y servicios para obtener un beneficio compartido.

Cada una de estas características nos coloca de frente con la pregunta de qué es lo que debemos aprender para seguir participando de una vida activa y plena. O la pregunta a la inversa, cuáles son los conceptos que tenemos tan arraigados que nos detienen en el nuevo flujo de la economía del conocimiento. Los efectos tanto macroeconómicos como microeconómicos del cambio demográfico empiezan a hacerse presentes. Este fenómeno puede afectar a la sostenibilidad del gasto público, a la productividad a escala local o al desabastecimiento de los mercados de trabajo observando un déficit de mano de obra en países sobre todo desarrollados, pero problemáticas que deberemos atender antes o después en países con índices de desarrollo bajos. Factores a los que no solamente los gobiernos deberán responder, sino cada uno de los ámbitos en los que nos desenvolvemos cotidianamente.
Oportunidades de la Silver Economy
La Comisión Europea prevé que la Silver Economy, además de generar miles de millones de beneficios, contribuya significativamente a la creación de empleo y al valor agregado bruto (VAB) de la Unión Europea (UE) para 2025. A continuación, analizamos las principales oportunidades nos ofrece la economía plateada:
- Silverización de los sectores. Aflorarán nuevos productos y servicios en el mercado adaptados a las necesidades de los mayores. Para conseguirlo, será importante apoyarse en la gerontotecnología, que es el área de la tecnología que estudia el envejecimiento humano.
- Impulso a nuevas profesiones. El envejecimiento de la población traerá consigo la creación de puestos de trabajo y la aparición de carreras relacionadas con la silver economy, por ejemplo en lo relativo al cuidado de los más mayores.
- Inversión en planes estratégicos. El auge de la economía sénior animará a las administraciones a invertir en soluciones que mejoren, por ejemplo, la atención sanitaria y la independencia de los mayores.

Implicaciones en el Aprendizaje
¿Qué implicaciones tiene esto en el aprendizaje? Que sí o sí los adultos deberemos aprender a desaprender si deseamos continuar activos en la vida tanto laboral y económica como social. Es importante que aprendamos no solamente nuevas habilidades como las digitales que nos mantienen en el terreno del juego económico, sino que también nos permiten obtener sus beneficios como de comunicación o la simplificación en nuestra forma de vida. Por otra parte no es solo una construcción de conocimientos que desde ahora sumaremos a nuestra experiencia para brindar una perspectiva del mundo que responda a las necesidades tanto propias como de nuestro entorno, sino que nos ayuda a mantenernos alejados de otras enfermedades como la depresión, y que a la vez brindan beneficios como la plasticidad neuronal para estimular conexiones sinápticas ejercitando nuestra mente y creando nuevas formas de afrontar los retos, proporcionando respuestas adaptativas para mejorar nuestras actividades y aprovechar las oportunidades que se desarrollan a partir de nuevos recorridos neuronales.
Entender qué es Silver Economy, o Economía Plateada, implica desaprender mucho de lo que hemos aprendido y aprender a aprender aquello que no nos han enseñado. Uno de los descubrimientos más significativos sobre el aprendizaje de los adultos es que cuando estos se disponen a aprender algo de modo natural son en gran medida autodirigidos, esto es que a los adultos nos gusta aprender por cuenta propia y, cuando sucede bajo este esquema, el aprendizaje es más profundo y permanente que lo que se nos había enseñado con antelación. Este tipo de aprendizaje tiene un mayor nivel de compromiso en el desarrollo personal y se lleva a cabo en términos propios de cada individuo.
Los contratos de aprendizaje proporcionan medios para negociar un equilibrio entre las expectativas de cada individuo y las necesidades externas o los intereses de una comunidad; entre los intereses del individuo y las necesidades de aprendizaje para cubrir algún requerimiento laboral, por ejemplo. Un contrato de aprendizaje proporciona el espacio para que cada aprendiz participe en el proceso de diagnóstico de sus necesidades de aprendizaje, formule los objetivos, identifique los recursos, elija sus estrategias, y evalúe sus logros; en este modelo el alumno adquiere un sentido de posesión y compromiso del propio plan.

Los adultos deberemos aprender a construir nuestros propios contratos de aprendizaje respondiendo al tiempo en el que nos toca vivir y evolucionar con una sociedad que evoluciona y exige evolucionar con ella. Pertenecer al sector de Silver Economy o Economía Plateada tiene innumerables ventajas, una vez que aprendamos a vivir con los nuevos parámetros de vida.
Bibliografía:
Oppenheimer Andrés. ¡Crear o Morir!. La esperanza de América Latina y las cinco claves de la innovación. 2016. Penguin Random House, Grupo Editorial.
Knowles, Malcom. Andragogía. El aprendizaje de los adultos. 2001. Oxford University Press. Editorial Alfaomega.
El cambio demográfico. El reto del mundo desarrollado. Implicaciones, riesgos y recomendaciones. RSEARCH
