Impuntualidad

Cada día podemos ver en los diferentes contextos la constante de la gente de llegar tarde. Es innegable que en nuestra cultura la puntualidad no es una cualidad que nos caracterice. Sin embargo, esta tendencia a la impuntualidad deja ver la falta de valor que damos al factor tiempo, así como el desconocimiento de las consecuencias tanto económicas como socioculturales que ser impuntual implica.

La impuntualidad es un mal hábito del cual la gente no parece estar consciente, llegando incluso a sorprenderse, ante la molestia o poca tolerancia de quienes en su entorno son puntuales; y es que, lamentablemente, México es un país en el que un amplio sector de la población practica el mal hábito de la impuntualidad. La gente suele usar tantos pretextos como puede, sin embargo, éstos no compensan la demora de tiempo. Más allá de usar el tiempo de los demás sin la menor consideración, se denota falta de interés y de respeto por las personas, el trabajo o los compromisos, aunado a la pérdida de oportunidades y afectación económica.

Parte de los protocolos internacionales que son impartidos a quienes vienen a México a hacer negocios, incluye informarles que la gente en éste país suele manejarse con poca puntualidad, de manera que les sugieren ser pacientes, ya que podrá darse el caso de tener que esperar en alguna de sus citas. Esto a la larga puede mermar el interés de los inversionistas extranjeros en México, por considerar a sus prospectos de negocio como poco formales y faltos de organización, y por ende una opción poco confiable para invertir su capital, su tiempo y su dinero y hacer negocios. Así mismo, las áreas de recursos humanos de empresas y prestadores de servicio lidian diariamente con el problema de la impuntualidad de los empleados, requiriendo de bonos e incentivos para estimular a los empleados a ser puntuales y con ello mantener la calidad, la productividad y el nivel de competitividad de las empresas. Este hecho es poco entendido por los sectores empresariales internacionales, sobre todo por los Europeos que no ven con buenos ojos los desembolsos de las empresas por este rubro.

La impuntualidad también nos afecta culturalmente, al ser vistos como un país con deficiente capacidad organizativa, altos niveles de informalidad y falto de seriedad, lo que proyecta una mala imagen ante el mundo y nos lleva a recibir la etiqueta de: México, sinónimo de impuntualidad.

Las consecuencias de la impuntualidad se observan también en el aspecto social, en donde relaciones personales a diferentes planos son afectadas por los inconvenientes que ocasiona la impuntualidad a quien ve como su tiempo es abusado por terceros sin consideración a su persona, llevándolos en ocasiones a experimentar ciertos niveles de stress.

Es importante entender que la puntualidad es cuestión de educación y respeto, misma que se gesta en el núcleo familiar a través de las costumbres y valores que se dan al interior de la misma. Por ello es importante inculcar a los niños la costumbre de llegar temprano desde pequeños, y establecer reglas y horarios que se respeten. Hagamos que los niños crezcan con buenos hábitos y en el futuro serán adultos puntuales, organizados y responsables. En nuestras manos está generar los cambios necesarios para crear la cultura de la puntualidad y romper con los vicios de la impuntualidad. Seamos parte del cambio que queremos ver en el mundo, empezando por nuestro entorno más próximo, nuestra familia. Cambiemos la impuntualidad por la puntualidad, es momento de cambios.

Escrito por: Christel Martínez (M. S. en Ciencias de la Educación)

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