LOS GRANDES DOCENTES, MOTIVAN, INSPIRAN Y CAMBIAN EL MUNDO.
La docencia es una profesión que si bien en el pasado fue reconocida por la sociedad por el gran mérito de contribuir a la formación de niños y jóvenes, hoy en día no goza de tal reconocimiento. Pareciera que con el pasar de los años, la figura docente hubiera ido perdiendo credibilidad, respeto y autoridad, ante una sociedad cambiante, indiferente y un tanto devaluada en valores.
La imagen de los docentes se ha visto expuesta y generalizada por movimientos sindicalistas en que algunos docentes se han visto involucrados al buscar mejores condiciones laborales y mejores salarios, viendo expuesta su imagen ante la sociedad, que poco conoce la realidad que vive el gremio magisterial y poco entienden su lucha por mejores y más dignas condiciones laborales. Aunado a esto, la labor docente ha sido blanco de temas y proyectos políticos, dando paso a un discurso popular lleno de comentarios despectivos hacia el presente rol de los docentes.
Hoy en día, cuestionados en su capacidad de enseñar a los alumnos de manera eficiente, los maestros han perdido autoridad en las aulas y motivación para enfrentar un ambiente carente de apoyo y condiciones adecuadas. Sin embargo, día a día los docentes enfrentan constantes luchas para sacar adelante a niños y jóvenes enfrentando un sistema que muchas de las veces pareciera ir en contra de los docentes mismos. Aún así, es evidente que muchos de ellos logran inspirar a sus alumnos para investigar, crecer y crear a partir de las experiencias de aprendizaje, dejando en ellos una profunda huella.
Ser docente es tener la convicción de cumplir con una misión que trasciende y encontrar en ello el motor y la motivación para enfrentar el desafío, es tener la serenidad de encontrarse cada mañana con un grupo de pequeños llenos de energía para transformar el mundo y poder canalizarla de manera positiva, es tener la sensibilidad de percibir los talentos en los niños y jóvenes y guiarlos a descubrirse, crearse, y transformar el mundo, es tener la sabiduría y la humildad de compartir experiencias, es tener la grandeza de corazón para albergar recuerdos y sentimientos de niños y jóvenes que depositan su cariño en ese alguien que los ve crecer y los acompaña por ciclos llenos de alegrías, logros, aventuras y grandes experiencias. Ser docente requiere de vocación y don de servicio, de paciencia y comprensión, de visión y flexibilidad, de compromiso y entrega.
Permitámonos conocer más de cerca la realidad que enfrentan los docentes día con día en sus centros de trabajo, que es a su vez la realidad del sistema educativo que tiene en sus manos el futuro de los niños y jóvenes mexicanos. Ello nos permitirá revalorar la profesión y el desempeño docente y reconocer que la docencia es una profesión que deja huella. Como la que dejó San Juan Bautista de la Salle, sacerdote y pedagogo francés formador de maestros, quien fue declarado patrono de los educadores el 15 de mayo de 1950. Esta es una de las razones por la que en esa fecha se celebra el Día del Maestro. En México se celebró por primera vez en 1918 por decreto firmado por el entonces Presidente Venustiano Carranza por ser la fecha conmemorativa de la toma de Querétaro. Sin embargo, posteriormente se tomó también como referente la celebración de San Juan Bautista de la Salle como personaje destacado en la historia de la educación.
Seamos consientes de la importancia de la figura docente en nuestra sociedad y revaloremos sus esfuerzos, su labor, su entrega y su deseo de reposicionarse como el profesionista motivador, inspirador y transformador de naciones.
Algunas personas creen en un futuro mejor, los docentes lo construyen cada día.
Un buen maestro nunca se olvida y su enseñanza dura toda la vida…
Escrito por: Chris Martínez,
@MartiinezChris