Tal vez en algún cumpleaños que hayamos tenido, hemos pensado el título de éste artículo, sobre todo los que estamos muy cerca ó ya rebasamos los 50 años.
En muchas ocasiones, usamos las matemáticas en nuestros pensamientos involuntariamente, esto quiere decir que el 50 lo relacionamos con la mitad, razón por la cual, inconscientemente podemos pensar que tener 50 años es ir a la mitad del camino, sin embargo, cuando este pensamiento lo volvemos consciente, nos percatamos que no es así, que es menos lo que nos queda de trayecto.
Nadie sabe cuánto tiempo va a vivir, de lo que sí podemos tener certeza es que vamos a morir y que el porcentaje de personas que vive 100 años es diminuto, que cada día que pasa nos acercamos a nuestro momento de partida.
Una vez que ya entramos en el lado consciente de este artículo, aclaremos que no es un artículo pesimista, sino al contrario, se busca que sea un artículo reflexivo, que nos impulse a ser mejores y a DISFRUTAR PLENAMENTE nuestra existencia.
Mientras hacemos el recorrido en esta vida, hay elementos esenciales que siempre nos acompañan y que hoy quiero comentar sobre ellos, siendo los siguientes:
DIOS
Quienes creemos en Él, en muchas ocasiones sólo lo recordamos cuando hay situaciones adversas en nuestro vivir y desperdiciamos el hacerlo parte fundamental de cada segundo que vivimos, de cada acción que implementamos y de cada plan que elaboramos llevar a cabo.
LA PAREJA
Es muy reconfortante contar con una persona con quien mutuamente hemos elegido recorrer la ruta de la vida, en muchas ocasiones no resulta ser a quien en un principio elegimos, sin embargo, considero que en un alto porcentaje, siempre habrá alguien para cada quien. Esta persona es esencial y se convierte en muchas ocasiones , como me gusta decirle, en nuestro subconsciente consciente, es con quien compartimos de manera casi personal, lo que nos emociona, lo que nos hace trascender, lo que nos hace reír y llorar, etc. Es quien alegra nuestra vida y le da sentido.
LOS HIJOS
De ellos hay tanto que decir, sin embargo, lo podemos resumir en que en la mayoría de las veces, todo lo que hacemos, lo hacemos por ellos y su felicidad se transforma mágicamente en la nuestra, verlos sonreír, lograr sus metas, evolucionar y realizarse, nos hace sentir plenos.
LOS HERMANOS
Quienes tenemos la dicha de tenerlos, reconocemos que son la extensión de nuestros padres para recordarnos que ellos siempre estarán presentes con nosotros.
Añorarlos cuando no están cerca y disfrutarlos cuando los vemos, es sumamente reconfortante. Algo curioso que nos pasa de niños, es que la(s) persona(s) con quien(es) nos peleamos casi diario, es con ellos y dentro de nuestro inconsciente sabemos que no importa hacerlo, ya que no nos podemos distanciar ó tener una ruptura total, ¿porqué? Porque somos hermanos, porque nos une la sangre. Por eso en nuestra vida, sentirnos acompañados con ellos nos da confianza, nos da certeza.
LA FAMILIA
Qué grato es querer a toda tu familia y sentirte querido, sentir que hay a quien brindas y te brinda la mano, el hombro, el regazo, etc. Nos da confianza y goce en nuestra vida. Cuando tenemos esos encuentros en alguna celebración e incluso en algún momento doloroso, qué profundo es darse cuenta que ahí están, ¡ QUE SIEMPRE ESTÁN !.
LOS AMIGOS
Son como los hermanos que elegimos para sentirnos plenos, con quienes no nos avergüenza mostrarnos tal y como somos, sin poses; también a quienes añoramos y disfrutamos, con quienes nos damos consejos porque siempre buscamos el bienestar común. Qué grato es sentir que siempre estemos donde estemos, los veamos frecuentemente o no, siempre estarán ahí con nosotros, que nos hacen sentir fuertes y seguros.
LOS COMPAÑEROS DE TRABAJO
La convivencia diaria en ocasiones nos impide apreciar lo importante que son en nuestra vida, la armonía que podamos generar siempre nos ayudará a sentirnos mejor, a disfrutar nuestro que hacer cotidiano, hay veces no es tan grata esa convivencia, sin embargo, debemos saber capitalizar cada cosa buena que nos haga mejorar y desechar todo aquello que nos pueda contaminar. El buen hacer, el buen decir y el buen ser, son básicos en nuestras relaciones laborales; el reconocer nuestros errores y mejorar nuestras acciones para no repetirlas, así como buscar el diálogo honesto para combatir los errores ajenos, esto nos permitirá sentirnos plenos en esa búsqueda de mejoramiento continuo, que siempre tenemos en mente y que nos hará sentir satisfechos por los logros que se lleguen a obtener.
LOS VECINOS
Son estas personas que simplemente viven a nuestro alrededor y que nada nos obliga a quererles, sin embargo, la buena convivencia nos produce armonía existencial y nos hace más agradable nuestra estancia. En muchas ocasiones se llegan a convertir en nuestros amigos. También hay con quienes no logramos llevarnos como quisiéramos, pero en vez de estar antagonizando, busquemos la manera de transitar con respeto y no amargar nuestra existencia.
LOS DEMÁS
Buscar el entendimiento, el buen trato, el respeto y la armonía con todas aquellas personas que se cruzan en nuestro sendero de vida, simplemente nos hará más llevadera la misma y nos evitará malos momentos.
Que siempre tengamos en mente que cada minuto que vivimos es importante, que nosotros somos los RESPONSABLES de generarnos un buen vivir.
Que no pensemos que la felicidad es un destino al que queremos llegar, sino más bien un TRAYECTO que debemos DISFRUTAR.
Que EL CAMINO que nos queda, SEA EXCELENTE y siempre decretemos nuestro BIENESTAR.
Que nuestro CARPE DIEM (Vivir cada día con pasión) lo tengamos presente en todo momento y nos permitamos compartirlo y vivirlo intensamente.
¡ HOY ES EL MEJOR DÍA PARA SENTIRME PLENO Y SER FELIZ !
Por: C.P. Leonel Rodríguez Arango.
Director Grupo Once Zacatecas