De quién es la mea culpa y quién la disculpa mea
¿Qué tranza, estimado lector? A más de un año de habérseme dado la oportunidad de escribir en este bonito espacio, ya las presentaciones salen sobrando porque ya nos conocemos las caras… y no es por intrigar, pero yo hasta la papada le conozco… No se crea… Por eso esperaba, con la carita en papada que llegaras con rosas… No se crea x2, fue un chascarrillo para romper el hielo después de dos largos meses de no vernos las papadas, digo las caras.
El otro día estaba yo pensando: estaría bien padre que la gente entendiera que “Sí, orita” es NUNCA para que entonces resolvieran el asunto solos y después no anduvieran a jode y jode con que “¿Ya? ¿Ya? ¿Ya lo hiciste?”. No manches carnal, pos dije “orita”, que es NUNCA, ya lo hubieras resuelto tú. ‘Ora sí que, si ya lo conocen a uno, ¿por qué no se van solitos a chi…flar a la loma?
Pero total, no me haga mucho caso porque yo como pienso una cosa pienso otra, incluso soy de las que piensa que las aguas locas llevan Fabuloso… Deduzca usted. Y el que esté libre de pecado pues que se consiga uno, ¿sí o qué?
En fin, como esta es una columna seria, siempre apegada a protocolos fifís, ¿qué le parece si aprovechamos el corte del primer trimestre del año para dedicar este espacio al análisis de los primeros 100 (y piquito) días de mi cabecita de hisopo, A.K.A. Andrés Manuel López Obrador, al frente de México?
Retomando el “Sí, orita”, sólo hay dos posibles percepciones hacia las acciones del Presidente de la República durante estos primeros tres meses de mandato: Los hay los “Y apenas lleva 100 días…”, y los hay los “Vato, cámara, apenas lleva 100 días”. Y ambos tienen toda la boca llena de su razón (según ellos y sus mamás).
Entre que’sto y que’lotro, el cabeza de algodón llegó al mes de abril con una aprobación del 78% cayendo sólo un punto con respecto al mes anterior, según una encuesta publicada por El Financiero.
Todo empezó cuando todavía ni terminaba de acomodar sus petacas en la silla presidencial —le diría que las petacas llenas de ropa en Los Pinos, pero no quiso vivir ahí—, cuando el morenista anunció la cancelación de los trabajos de construcción del Nuevo Aeropuerto de México (NAIM). ¿Y que cómo se decidió a hacerlo? No vaya a creer usted que por sus huevos —los que se almuerza el Presidente en su casa, porque no vive en Los Pinos… y si usted pensó que sus huevos, huevos, ha de traer hambre porque yo vulgar no soy—, la decisión se tomó en base a los resultados que arrojó la primera consulta ciudadana de este sexenio. Y pues ya el resto usted se lo sabe:
miedo, ira, odio, sufrimiento fifí.
Por otra parte, el primer presidente de izquierda en toda la histeria, digo historia, de México recibió un país todo por sin ningún lado — haga de cuenta como me amanecen los pelos en las mañanas— con los mayores índices de violencia de los que se haya tenido registro. De impunidad y corrupción ni hablamos.
La primera solución que tuvo a bien el cabeza de nube fue enfrentar el robo de combustible (huachicoleo) en el País. En una medida radical, el representante de México ante el mundo ordenó cerrar las válvulas de al menos cuatro de los principales ductos que abastecen de gasolina a algunos estados de la república. A la par se dio el despliegue de miles de marinos y policías federales para acciones de vigilancia, así como la investigación a empresas que comerciaban el combustible ordeñao. Tras esta medida el robo del “oro líquido” pasó de 56 mil a 8 mil barriles diarios… eso a decir del Presidente en una de sus conferencias matutinas, pero vaya usted a saber si es verdad, y como yo no tengo los pelos de la burra en la mano y no cuento ni las caguamas que me echo nomás le hablo al tanteo.
Durante el inicio de este proceso varios estados se vieron afectados por el desabasto de gasolina (esto también quién sabe si sea cierto; está como cuando uno ni acostumbra comer con cuchara de tortilla, ni tomar cerveza, y nomás va con el nutriólogo y se lo prohíbe y empieza uno a pecar nomás porque lo tiene prohibido… algo similar sucede con la psicosis de que “las cosas se van a acabar” … capaz que unos ni carro tenían y ahí andaban cargando galones de gasolina o haciendo filas nomás para echarle aire a su balón), en lo personal me pasó de noche esta situación porque mientras no me falte la gasolina de Daddy Yankee, tamos bien.
Usando como estandarte el discurso de un modelo económico basado en combatir a la
corrupción y gobernar con honestidad, también una de las primeras acciones del tres veces candidato presidencial fue poner nuevamente sobre la mesa el tema de la Guardia Nacional. El contexto de la situación de seguridad del País convirtió a esta propuesta en una de las más polarizadas del actual gobierno.
Con algunos cambios, varias polémicas e infinidad de mentadas de madre después, al final así quedó: la nva crporación stará cnformada pr plicías militars, navals y alguns elments d la Plicía Fedral (escribo así, comiéndome vocales, porque ya me harté de andar
a repite y repite la misma vaina); en cinco años, éstos deberán sustituir a los soldados y marinos que actualmente realizan labores de polecías. AMLO a su papá: “Apá, me saqué un seis en Estrategias de Guardia Militar”. El papá de AMLO a AMLO: “Ah, qué chingón
mijo, métalo a enfriar al refri y al rato me lo echo”.
Otra controversia se desató cuando se anunció la suspensión del financiamiento a las estancias infantiles para entregar el recurso directamente a los padres de familia ($1,600 pesos bimestrales) para que éstos decidieran quién les cuida a los chiquitos, o bien dejar
a los niños con sus abuelitos… ¿Y si mejor juntan todo ese varo y se compran, ustedes, funcionarios, la madre que no tienen? O sea, la estrategia bien en cuanto a terminar con
el desvío de recursos que cometían estos intermediarios, pero, ¿cómo dar soluciones en tono de “dejar a los huercos con los abuelitos”, cuando los abuelitos qué chingada culpa tienen? No siempre las decisiones que terminan con un “chingue su madre” son las mejores ni salen bien…
Líneas atrás me referí a situaciones por las cuales verdaderamente valía la pena armar un argüende, pero como ya ve que los mexicanos somos más sensacionalistas que sensacionales, una carta enviada por AMLOVE al rey de España y al Papa en la que les solicitaba pidieran perdón por la conquista de México desató un sinfín de memes, burlas y cuestionamientos hacia nuestro tlatoani. Evidentemente la respuesta de ambos receptores del escrito fue un rotundo, y bien firme, “orita no joven”.
En fin, ya entrados en mea culpas, opino que Netflix debería de disculparse por poner a Omar Chaparro como Pedro Infante, y pos ya estando: una disculpa de mí para mí por
enamorarme de puro pendejo. Y tú, cabecita de ajo, no hay pedo si no nos piden perdón
al fin que recuerda que el karma se las cobra como abonero de Coppel, ¿o tú por qué crees que sus doblajes están gachotes y todos les huimos cuando descargamos las películas piratas del world wide web? ¡Ánimo!
Bitácora de una prisionera
Un consejo: no se cansen de chingar ni de chingarle, porque ni que chingaran o le chingaran corriendo. Cuestionen todo, exíjanle al Estado como le exigen a su equipo de futbol, no digan ni hagan muchas pendejadas y vamos a estar bien.