La Independencia de México es la consecuencia de un proceso social y político, que se resolvió mediante las armas; para poner fin a 300 años de dominio español que se venían padeciendo en la Nueva España desde la Conquista, ocurrida el 21 de agosto de 1521.
En un antecedente oportuno, con la invasión Napoleónica a España, y el derrocamiento del Rey Fernando VII, esta queda en ausencia de la autoridad del Monarca y la Nueva España aprovecha para reclamar su soberanía. Sin olvidar los motivos importantes como la gran explotación a los indígenas, la desigualdad en las leyes que solo daban privilegios a los peninsulares y aristócratas criollos; es que se busca la emancipación.
Es en la Ciudad de Querétaro que se inician una serie de juntas para lograr y planear el levantamiento, estas conspiraciones las encabeza el sacerdote Don Miguel Hidalgo y Costilla párroco de la iglesia de Dolores y el Capitán Ignacio Allende; al ser descubiertos deciden adelantar el movimiento y es en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, que en compañía de los indígenas y campesinos del pueblo toman las armas. Este movimiento pasará por varias etapas, encabezadas por diferentes lideres como José María Morelos y Pavón, pues los anteriores iniciadores fueron encarcelados y ejecutados por las fuerzas españolas.
En la lucha se unieron tanto el pueblo sin privilegios como los que si gozaban de ellos; los líderes los respetaban por igual, era más importante la unión; no se promovió la división por clase social.
Para lograr el fin se asumieron posturas de orden social que beneficiaran al pueblo por igual, se abolió la esclavitud y al movimiento independentista se le dio un marco legal mediante la Constitución de Apatzingán.
La lucha duró 11 años y 11 días; y es el 27 de septiembre de 1821 que llegan a su fin 300 años de dominación española.
La Nueva España se convirtió en el primer imperio mexicano, con Agustín de Iturbide como efímero primer emperador de México; y en 1823 en República Federal con su primer presidente Don Guadalupe Victoria.
Al acercarse las celebraciones de las fiestas patrias, es oportuno reflexionar sobre lo que significa ser mexicano, para que la UNIÓN sea la que nos lleve al progreso, para que el trabajo sea el impulsor por el México de todos, para que no se promuevan las diferencias, para que las leyes sean respetadas; no olvidemos que para hacerlas valer y defenderlas ha habido verdaderos movimientos de transformación. Honremos a los “Héroes que nos dieron Patria y Libertad” exigiendo respeto a nuestra calidad de mexicanos, no permitamos esa división de “chairos y fifís”, somos mexicanos desde el momento en que se consumó la independencia, y de esta hace ya 198 años.
– Noemí Fuentes García.