La posibilidad de resolver conflictos a través de una serie de herramientas fuera de lo convencional existe, utilizando opciones que van más allá de las contiendas judiciales que se atienden en los juzgados federales, estatales o, en su caso, municipales. Más aún, a esto se suma la posibilidad de resolver diferencias escolares y entre consumidores de una manera creativa, dinámica e innovadora.

¿A qué me refiero? 

Nuestra Constitución federal refiere en el artículo 17 que las personas tienen, para resolver sus diferencias, la alternativa de someterse a otros medios para encontrar soluciones a sus problemas sin someterse a la decisión de un tercero (juzgador). 

Formaliza así lo que conoce como Medios Alternos de Solución de Controversias como procedimientos complementarios a la garantía de acceso a la justicia.

¿Qué implica?

El cambio de paradigma en la forma de impartir justicia, aunque con la correspondiente dosis de resistencia al cambio de cultura por parte de la ciudadanía y de los operadores jurídicos. Por supuesto que esto implica un mayor conocimiento y capacidad, así como el manejo de información, técnicas de negociación y conocimientos en materia de comunicación verbal y no verbal. Todo esto se orienta hacia la formación y fomento de y en una cultura de paz.

¿En qué consiste?

La Organización de Naciones Unidas, en su asamblea general del 10 de diciembre de 1948, en su artículo 19, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, establece que por cultura de paz debe entenderse lo siguiente: “Es una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos, tratando de atender sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones, teniendo en cuenta un punto muy importante que son los derechos humanos, respetándolos y teniendo en cuenta los tratados celebrados en esa materia”.

Ahora, ¿nos resistimos al cambio?

Seguramente sí, y por resistencia tenemos aquellas manifestaciones propias del ser humano, o de un grupo, que se oponen o rechazan un conocimiento nuevo o cambio en el estilo de vida que se estaba llevando.

¿Cómo vencerla?

Con ánimo de capacitarse, comunicarse, facilitar el diálogo, buscar o brindar apoyo, así como participar en la búsqueda de soluciones que nos lleven a una cultura de paz.

@cgramir