¿Cómo afecta la nueva normalidad al deporte?

Maribel Rangel Guerrero

Las gradas se quedaron en silencio, las canchas de basquetbol, fútbol, americano y tenis tuvieron que parar obligatoriamente, el mundo se detuvo y con ello toda actividad deportiva. 

Los primeros días fueron de incertidumbre, nadie estábamos preparados para esta pandemia que llegó y simplemente lo cambió todo. Específicamente en México, en la Liga Mx sucedía lo que muchos se negaban a creer: el 22 de mayo oficialmente se cancelaba la Liga y el Torneo Clausura 2020 se quedaba sin campeón por primera vez en la historia. 

La preocupación no fue sólo para los dueños de los equipos, de gimnasios y de clubes deportivos, lo fue también para atletas de alto rendimiento, para quienes practican deporte a manera de equipos, para los organizadores de eventos de diferentes disciplinas, así como para todas aquellas personas cuyo ingreso depende de la actividad que estuviera alrededor de cada evento o centro deportivo, ya que familias enteras de recursos bajos que tenían su empleo informal vendiendo desde comida hasta ropa, artículos, así como prestadores de servicios, como taxis, se quedaron sin ese ingreso de la noche a la mañana.

Cerraron gimnasios, quebraron canchas de fútbol rápido y de fútbol 7, se restringió la capacidad de personas en los espacios públicos y todo desencadenó en desempleo: pequeñas, medianas y grandes empresas tuvieron que despedir personal.

Ante esta situación la mayoría de la gente buscó otras opciones para recuperar algo de lo que se había perdido, los atletas encontraron nuevas formas de entrenamiento en casa, rutinas guiadas desde teléfonos celulares y aprendieron a utilizar nuevas herramientas tecnológicas para tener contacto con familiares y compañeros de trabajo.

La nueva normalidad llegó y con ella llegaron clausuras de eventos locales, nacionales e internacionales; todas las ligas del mundo perdieron capital y, sin duda, tardarán para poder recuperarse.

La prueba la tenemos muy presente con el equipo de Santos Laguna, que en medio de la pandemia tuvo que utilizar capital humano de sus demás equipos para poder “reforzarse», lo que terminó en que los Guerreros no estén dando los resultados que la afición esperaba a este momento del torneo.

Sin duda los siguientes días serán cruciales porque se definirá si habrá acceso o no a los estadios durante la Liga Mexicana de Fútbol, decisión que puede ser criticada por muchos y bien recibida por otros tantos. La única realidad es que, se confirme o no la noticia, todos como seres de sociedad que somos debemos hacernos responsables de seguir cuidándonos y cuidar también a nuestros seres queridos, además de a todos los que nos rodean, porque si permanecemos unidos esta pesadilla el COVID-19 terminará y empezaremos de cero para recuperar todo, o casi todo, lo que hemos perdido.