
Pásele a lo barrido, mi estimada persona lectora favorita, siempre es un gusto saludarle.
Ya no sé ni en qué etapa del cobit nos encontramos, y es que la pandemia ta’ pior que festival musical con tanta chingada fase, lo que es una realidad es que seguimos bailando con la más fea. Encierro, ansiedad y pandemia no tienen pa’ cuándo acabar. Y la raza que no entiende, ¡ay, qué ganas de chingar!
Y hablando de ganas de chingar, ¿no tiene nada qué decirme?, ¿nada qué platicarme? ¿Algo así como que Ricardo Anaya lo torció en la calle comiéndose un elote, a toda madre usted en la plaza, y ya cuando acordó el “Chico Maravilla” lo estaba grabando mientras pronunciaba con lastimosa voz las siguientes palabras: “Vean en qué condiciones viven y a pesar de todo son felices. Esta es la gente que más nos necesita. Voy a luchar por ti, para sacarte tu pobreza.”? ¿No? A mí tampoco, pero aguzado porque no tarda.
Nos habrán quitado a Laura en América o Enamorándonos, pero ahora tenemos al panista (¿o ahora de qué la rola el güey?) en su papel estelar de cineasta-documentalista, quien en su intento desesperado por volver a conectar con el electorado se ha dedicado a grabar en video sus aventuras por los municipios mexicanos que ha visitado desde enero pasado. Pobres chilangos, ‘ora además de andar con el cutis en la mano porque los vaigan a asaltar o a contagiarse del covijas, van a andar con el miedo de encontrarse a Ricardo Anaya en la combi…
El problema no es el hecho en sí, pues desde hace un año que se agravó la crisis por el virus que hoy nos aflige mucha gente ha explorado su lado influencer, que grabando un podcast, que ofreciendo webinars; lo que cae gordo es la perspectiva con la que se abordan las historias de las personas a quienes va conociendo Canayín en el camino, esa “otra realidad” que es la clase trabajadora y que hay que ser muy pendejo o muy hojaldra para no haberla visto antes porque siempre ha estado ahí.
Y es que pareciera que lo que pretende el excandidato presidencial es apegarse a la fórmula del populismo, pero se me hace muy bañado que nadie de su equipo tenga el detalle de decirle al bato que carece de algo elemental: carisma, ya no digamos madre; que, más que nada, lo percibe uno como una persona gris, más seca que garganta de mariguano.
Por si fuera poco, no conforme con llegar a la casa de la raza más desfavorecida y meterse hasta la cocina, Anaya(miento de morada) no es ni para agarrar decentemente el taco que le ofrecen, pero esas son pequeñeces comparadas con la regañada que le mete “al compadre” por gastarse la raya en caguamas en lugar de pagar luz, agua, gas, o comprar la comida para la familia; pos ni que tú se las compraras, hijo. No, pues perdón por que nos dé sed de la que te hace encabronar y recurrir al alcohol como esquiva en un país al que el desarrollo social le importa menos que madre.
Con toda la autoridad que me brinda mi cuenta de Twitter para poder hacer declaraciones respecto a cada tema, yo opino que alguien debería quitarle a Ricky su licencia (para matar de risa); ahora, que si ya se lo dijeron y vieron que a palabras no entiende, pues háblenle a chingadazos. O sea, ¿y el INE? Bien, gracias. O dígame usted si no cae como mentada de madre que el México que este susodicho nos quiere meter a huevo por los ojos es el que el de su clase nunca ha querido ver.

AMLO: Uno de ustedes me va a traicionar y seré entregado al escarnio del pueblo bueno y sabio.
Sus candidatos: ¿Seré yo, maestro?
Lo tuvieron, era suyo y lo dejaron ir… hablo del capital político que el electorado puso en bandeja de plata a Morena tras las elecciones del 2018. Y es que últimamente el partido Movimiento de Regeneración Nacional ha sido señalado por diversos escándalos que han surgido entre sus “candidotes” (brincos dieran) a pocos meses de las próximas elecciones del 6 de junio, mismos que van desde abuso sexual hasta formar parte de la red de explotación sexual NXIVM. “Y nadieee hace nadaaa”.
Para cerrar con broche de mierda el 2020, a finales del apocalíptico año se destapó la candidatura para gobernador de Guerrero de Félix Salgado Macedonio, acusado de haber cometido varios crímenes sexuales. Y no, cuando surgió la polémica ni el propio candidato se hizo a la chingada, ni su partido lo echó, ni mucho menos el presidente lo obligó a prescindir de sus aspiraciones. Tampoco las exigencias (con justísima razón) de colectivos feministas fueron tomadas en cuenta.
Al final sucedió, no como lo esperábamos, pero sucedió: el INE le tumbó la candidatura y multó a su partido político con 6.5 millones de pesos por violar (con lo que le encanta, siendo fiel a sus puercos principios) la ley y no reportar gastos de precampaña. Qué bien. Con dinero baila el perrrrrrrrrrrrro, ¿verdad? Pero sí está medio carambas que en México se pierda una candidatura por no rendir cuentas de fiscalización, pero no por estar acusado de violación no por una sino por múltiples víctimas. Al chile, qué asco.

“El Toro” que es más bien “buey”, Salgado Macedonio, va… pero mucho a la chingada. Y aun sin candidatura debería responder por las acusaciones de índole sexual en su contra. Nuestro país necesita personas comprometidas con erradicar la violencia, no agresores sin escrúpulos cobijados por el poder. Pensemos en eso antes de salir a las urnas.
Otra candidata morenista (con “s” intermedia, no me la vaya a confundir usted con la Morenita del Tepeyac) que hizo tambalear el triunfo del partido político en Nuevo León fue Clara Luz Flores al publicarse un video en el que se le ve en una patética “entrevista” con Keith Ranniere, líder de NXIVM, conocida red de trata de mujeres en varios países del mundo, entre ellos México.
Una vez destapada la cloaca, la aspirante a gobernadora dijo “esas son puras mentiras, esa noche yo no andaba ahí”, “yo a usted ni lo conozco”, para luego explicar que su relación con el criminal no fue para nada profunda y que no pasó de un curso de superación personal, seguida de una serie de penosísimas declaraciones.
Cercana o no a la secta la exalcaldesa de Escobedo evidenció el mal manejo de crisis. ¿Lo grave? El no asumir la responsabilidad de sus actos. Hoy, Nuevo León se puso “nuevo, Nuevo León”… y Luz Clarita está cayendo de la gracia de los regios por haber mentido. Punto. Lo demás es puro cuento.
El efecto paraguas que supone la popularidad de López Obrador no alcanzará para cobijarlos a todos del diluvio de mentadas de madre; y lo pior es que ‘ora sí que anunciaron agua y cayó caca. Es que también pos ni que fuera de a huevo que todos sus candidatos sean criminales, ¿édá?
Ni Judas se atrevió a tanto…
Pero para que vea que el gobierno de la Cuarta Transmofación no está de oquis nomás rascándose los destos, entre que son peras y son manzanas y las morras y morros vuelven o no a clases presenciales, la SEP se dio a la tarea de renovar el contenido educativo de nivel primaria y con ello lanzó una convocatoria dirigida a creadores visuales para que sus ilustraciones engalanaran las páginas de los libros de testo gratuitos. Ya si están escritos con las patas, de perdido que se miren bien boneeetos.
- Ahhh, pero para esto, ¿sabe cuál será la remuneración?
- Ajá…
- Sí, pos seguramente sí sabe, ni que yo fuera la única persona con acceso a internet… Total, deje le digo: el pago, ya no diga usted premio, sería una constancia/reconocimiento y una copia del libro que lleve su trabajo…
- Ay no…
- ¡¿Qué?!… ¿Achingá, pus qué más querían?… ¿Apoco no lo hacen por amor al arte?… ¿Apoco no pueden pagar su chingada renta mostrando su constancia?… Ps es que también todo quieren, oigan…
Si yo, que no me sale bien dibujado ni un chingado mono de palo, me sentí indignada, ora imagínese los creadores visuales que buen varo le han invertido a su formación. Como respuesta, los artistas, diseñadores e ilustradores se organizaron cibernéticamente y mostraron su descontento con una “anticonvocatoria”, inundando redes sociales de mensajes y dibujos fuera de contexto, pero eso sí, graciosísimos.
¿Será que la dependencia educativa rechace la cotización de Paco “El Chato” para aparecer en el próximo libro de lecturas porque se sale un poco de su presupuesto de $0.00 pesos? ¿Será que estas cosas nomás pasan en México, país donde es mal visto salir a tu hora de trabajo porque “no te pones la camiseta”, “no das el plus”? ¡Sabrá Dios!
Bitácora de una prisionera
Dijo Douglas Adams: “El tiempo es una ilusión. Y la hora de comer, más todavía”.
Digo yo: “Y si es hora de comer prójimo, pues muchísimo más mejor todavía”.
