BAJAVION: A seguir avanzando… en reversa
Por: Roble Limón
Querido diario: Ya voy para 3 años sin tener que cambiar el garrafón de agua en el trabajo porque sigo en homeoffice; lo que empezó como pandemia ya digievolucionó a pandemonia. Ora resulta que el chingado “Covit Bryant” sigue mutando cual si fuera villano de los Power Rangers: Delta + Omicron= Deltacron. ¿Sedrá verdad, sedrá mentira?
“Con tanto chingado refuerzo ya parece uno Torneo de Apertura de la Liga MX”, me digo a mí misma. Deje usted… Y aún hay gente que se rehúsa a inocularse. Pero yo tengo la solución pa’ meterlos en cintura: Campaña Nacional de Vacunación con esta línea de comuncación: “¿No sabe si es ansiedad, la pálida o Covid? ¡Vacúnese y reduzca la incertidumbre a dos posibles diagnósticos!”. Y los remedios: para la ansiedad, vaya a terapia; para la pálida, tráguese un dulce, recuéstese y alce las patas. Deje usted otra vez… ¿pa’ cuándo la vacuna de quitar lo pendejo?
Como creyente que soy digo “Dios nos dé vida”, pero también como damita ama de casa que soy digo más reciote ¡qué caro es vivir, oiga! Antes nada más lo pensaba, cuando tenía el iPhone 6 y ya cuando acordaba iban en el iPhone 10. Ahora lo digo con conocimiento de causa: el precio del aguacate y del limón determinan mi estado de ánimo.
¿Será que la cuesta de enero no existe y en realidad jodidos siempre hemos estado, nomás que como en diciembre recibimos dinero extra llegamos a creer que somos ricos y en enero solamente volvemos a nuesta jodida realidad? Pues yo tengo otros datos… Durante la primera quincena del 2022 el limón fue el producto con mayor presión inflacionaria, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
¿Y si el precio del cítrico está tan alto porque es la verdadera cura para el “ya saben qué”?… ¿O apoco su abuelita nunca lo mandó a chupar limón o a hacer gárgaras con limón + bicarbonato? Y es que hace 10 años, por ejemplo, el kilogramo de este chiqutín podía conseguirse en menos de 10 pesos, pero a la entrega de esta columna su precio se elevaba a más de 80 pesos. Como dijera mi Lola Cortés: Perdóneme, pero eso es varios supers… ¡Claaaro!, ¿cuánta leche no compro? Ahí está que en lugar de aretes de oro me colgué dos limones para verme cara; ahí tiene que me iba a hacer una agüita de limón, pero me salían más baratas dos caguamas… Ya ni modo.

A lo que yo me pregunto: ¿por qué no nomás desinflan la inflación y ya? No seré epidemióloga, científica, ni microbióloga, pero sí le tengo un remedio mágico e infalibre contra los sinsabores de la vida adulta: Recuéstese en su cama —o en su alfombra o en su piso de tierra aplanado con agua, el lugar es lo de menos—, ponga su ventilador en el tres, pero deje también su ventana abierta para que corra la brisa fresca que nos regala el sereno, colóquese sus audífonos y elija su reproductor musical de preferencia para darle play al álbum de alguna banda con la que creció, esa banda que escuchaba cuando llegaba de la secundaria con la playera toda embarrada de chamoy —en mi caso Blink-182, porque el punk no ha muerto nomás creció y anda malbaratando su jale— y olvídese por un momento del aquí y del ahora. Nomás que no lo haga muy seguido ni tampoco por un largo periodo de tiempo, luego se malacostumbra uno. A jalar, que se ocupa.
¿Qué tiene la clase media, que todos queremos estar ahí?
Además de la canasta básica, ¿sabe qué más nos está saliendo caro? Haberle cumplido a López “Democratizador” su capricho de vivir en Palacio Nacional. Y es que desde el desplome de Morena en las elecciones del pasado junio de 2021, en las que el partido perdió 9 de 16 alcaldías que consideraba sus bastiones en la Ciudad de México, se agudizó la actitud separatista de quien su insulina diaria es romantizar la pobreza, Cabecita de Hisopo, arremetiendo contra la clase media acusándola de “individualista… aspiracionista… muy susceptible a la manipulación”.
Durante la mañanera del 2 de febrero, AMLO dijo que quisiera una clase media “humanista y fraterna”, una nueva clase media “no aspiracionista, no individualista, no materialista” —o sea: jodida, mediocre y sumisa—, una clase media que le muestre más apoyo como sí lo tiene en las clases sociales más bajas… Así desas, estimado lector. Hasta el tamal se me atoró…
Pero pos también está cabrón, digo, con medio país becado (entre ninis —ni estudio, ni trabajo, ni me acomido en la casa, ni sirvo pa’ pura chingada—, y viejitos), y con los ricos haciéndose pendejos para no pagar impuestos, la aspiración es el motor de este sector poblacional para el desarrollo de un país. La cruda realidad: el rico vive del trabajo de la clase medía y el pobre vive de las ayudas que son pagadas con los impuestos que le sacan a la clase media. Pero ora resulta que güelito piensa que apoyarlo es decirle que “sí” a todas sus pendejadas. Tas mal mijo.
Sí, ya sé lo que ha de estar pensando, estimado lector: “Miren nomás a esta berraca, ya parece Doña Florinda: viviendo en una vecindad y creyéndose de la misma clase que el Señor Barriga”. Pero no, estimado lector, yo sé muy bien cuál es mi lugar, yo simplemente soy una millonaria en potencia pasando por una mala racha. *guiño, guiño*.
Por mí ni se preocupe, señor Presidente, mis únicas aspiraciones son como las de su hijo: casarme con alguien de varo que me saque de jalar y me tenga como muñeca de aparador viviendo en una mansión. (No se crea, estimado lector, es broma… O no.) Lo que sí es una realidad es que de las clases medias (las reales y la imaginarias —por aquello de la diferencia entre ser y creerse—) también depende la continuidad de la llamada 4T. Y la queso gete… digo, y la que soporrrte. *alza el brazo y truena los dedos en el aire*
A ustedes, para que sepan que están… aunque falten
Pues parece que estamos severamente jodidos, ya que todavía nos quedan 3 años para seguir avanzando… ¡en reversa!
¿En dónde habrá quedado aquello de “barrer la corrupción como las escaleras: de arriba hacia abajo”? ¿O eso de que “un buen juez por la casa empieza”?, refiriéndose a eliminar el fuero de los altos funcionarios públicos para ser juzgados como cualquier ciudadano por el delito que sea aun estando en funciones.

Hoy, a tres años, hay cosas que no han cambiado: los asesinatos a periodistas y el incumplimiento de la ley en altos mandos del gobierno.
Según la Secretaría de Gobernación (SEGOB), al cierre de octubre del 2021 se tenían registrados 47 asesinatos de periodistas desde el inicio de la administración de Andrés Manuel. Claro, al día de hoy la cifra supera los 50. Cabe destacar que los agresores están vinculados principalmente a servidores públicos municipales… De acuerdo con un reporte de la organización Artículo 19, el gobierno de Felipe Calderón reportó 48 casos de periodistas asesinados en todo su sexenio y 47 en el de Enrique Peña Nieto.
El 23 de enero de este año Lourdes Maldonado fue asesinada con disparos de arma de fuego, a plena luz del día, afuera de su casa en Tijuana. Hace años la periodista entabló una demanda laboral en contra de Jaime Bonilla Valdez (empresario, exdelegado del gobierno de AMLO y exgobernador morenista de Baja California), litigio que había ganado apenas el 19 de enero.
Para terminar de rayar en lo inverosímil, tiempo atrás Lourdes acudió personalmente a una de las conferencias matutinas del Presidente de la República para solicitarle apoyo y protección. Ahí, públicamente dijo que su vida corría peligro a causa del problema laboral que sostuvo con Bonilla. El Ejecutivo le dijo que sí, pero hoy Lourdes está muerta y quien asegura haberle brindado la protección solicitada pide ahora “no hacer politiquería” con el caso.
Lo que sigue es historia, o mero protocolo: AMLO ordena una investigación a fondo, promete que no habrá impunidad, anuncia la revisión de los mecanismos de protección a periodistas y, pese a todo ello, no hacen nada. Nunca hacen nada. Nadie hace nada. Y entonces, vuelta pa’tras, la historia vuelve a repetirse.
Otro dato de Article 19: cada 12 horas se amenaza a un periodista en México. Pero claro, resulta muy incómodo hacer olas sobre estas estadísticas en un país en el que “ya no existe la corrupción”.
Bueno… pos ahí viene ya la consulta para la revocación de mandato. Y, no sé, nomás por no dejar, tengo a bien recordar nuevamente las sabias palabras de Lola Cortés cuando se agarraba del chongo con Jolette en La Academia: “Ya no voten por ella. Lo pido de corazón. Pido, por favor, que dejen de votar por ella porque está ocupando un lugar que no merece”. Y por “ella” me refiero a “ya sabes quién”…

Bitácora de una prisionera
En otras noticias, por primera vez en sus 135 años de historia la revista Harvard Law Review será liderada por una mujer latina quien ocupará el cargo que alguna vez tuvo el expresidente de E.E.U.U., Barack Obama.
Priscila Coronado, de 23 años y nacida en California, es hija de padres inmigrantes mexicanos y también es hoy la nueva presidenta de la revista de leyes de la Universidad de Harvard, catalogada, además, como una de las revistas más importantes especializadas en derecho. La neta, qué pinche orgullo y qué felicidad. Ora sí que no te vayas… ¡pero a regresar! Mija, de aquí pa’l real.
Y uno quejándose del precio del limón mientras que al inicio de la pandemia llegamos a comprar caguamas en $300 bolas… Nombre, si le digo que uno también tiene doble nacionalidad: la mexicana de nacimiento y la que se obtiene al vivir en la pendeja…
Pero bueno… Voy al Oxxo, ¿quieren algo?