
Un órgano tan bonito como interesante
Nos referimos a ella para denominar a las variaciones y descripciones físicas aparentes entre las personas. Muchas canciones hacen referencia a ella. Las sensaciones que produce inspiran a los poetas y a los enamorados. En cada persona posee un color y un olor propio y, por si fuera poco, es tal vez nuestra primera carta de presentación ante las demás personas.
Estamos hablando de esa estructura que, desde que somos bebés, nos conecta con el mundo externo y nos enlaza tierna y suavemente con nuestras primeras figuras de afecto. Hablamos de LA PIEL.
La piel no es una simple cobertura, sino un complejo órgano receptor de numerosos mensajes del mundo que nos rodea. Constituye la primera línea de defensa que tenemos frente al medio externo y es un indicador importante de la salud en general que presenta muchos datos curiosos e interesantes, algunos de los cuales mencionaremos a continuación.
La piel es en primer lugar un órgano y, de todos los que el ser humano posee, es de hecho el más grande. Se calcula que mide más de dos metros cuadrados y pesa de 5 a 10 kg, alrededor del 15 % del total de peso corporal.
El grosor de la piel no es el mismo en todas las áreas del cuerpo, es decir que varía dependiendo de la zona que se trate. Por ejemplo, en la planta del pie, donde se necesita que sea más gruesa mide unos 4 milímetros, mientras que en zonas más delicadas como podrían ser los párpados apenas tiene una anchura de unos 0.5 milímetros.
De acuerdo a diversos estudios la piel posee su propia microbiota. El término microbiota hace referencia a la comunidad de microorganismos vivos residentes en un nicho ecológico determinado, como el intestino o la piel. Se calcula que la piel contiene más de 180 especies diferentes de microorganismos como bacterias, (Cutibacterium acnes, Staphylococcus epidermidis, etc.), parásitos (por ejemplo, ácaros como Demodex). hongos (p.ej. Malassezia), e incluso virus (p.ej. papilomavirus)

En condiciones de salud estos microorganismos viven en consonancia y en conjunto forman la microbiota cutánea. Sin embargo, cuando existe una descomposición de este equilibrio, pueden aparecer disbiosis que se acompañan regularmente de enfermedades como la rosácea,, la psoraisis, la dermatitis atópica, el acné ,la dermatitis seborreica,e inclusive el cáncer de piel.
Aunque pocas veces escuchamos hablar de enfermedades peligrosas de la piel, curiosamente algunas de ellas han sido sinónimo de pesadilla para el ser humano. Su importancia es tal que de hecho estas patologías han tenido la capacidad de modificar el curso de la historia universal, así entonces, en ese temible repertorio, encontramos a la lepra, la peste, la viruela, la sífilis y el sarampión.
Y aunque pueda parecer increíble, algunas de estas enfermedades aún existen en pleno siglo XXI. Por ejemplo, una persona se contagia cada minuto y medio de lepra, lo que significa que cada día aparecen 600 casos nuevos de personas diagnosticadas con esta enfermedad estigmatizadora.
La piel funciona como una triple barrera de defensa. En primer lugar, como una barrera inmune donde las células defensivas de la piel frenan la colonización y la infiltración por microbios patógenos. Presenta también una barrera física, protegiendo los órganos internos del exterior y finalmente actúa como una barrera química que presenta compuestos ácidos y un elevado contenido de sales formando un medio ambiente contrario para muchos microorganismos
Los seres humanos no somos los únicos en presentar huellas dactilares, algunas especies de monos poseen huellas dactilares en la cola, lo que, al igual que en los humanos, les permite tener más fricción y agarre para los objetos.
No todos los colores de piel surgieron al mismo tiempo. La piel blanca fue la última en aparecer en la faz de la tierra hace tan solo 20,000 – 50, 000 años. Cuando los humanos de piel oscura migraron a climas más fríos (lo que originó pérdida de melanina, que es el pigmento que confiere color a la piel) fue cuando se cree que la piel clara apareció en el orbe. Hoy sabemos que la piel más blanca es más propensa a presentar arrugas en relación a las pieles más oscuras.

La piel no es homogénea en todo el cuerpo; no se ve, ni se siente, ni huele, ni se percibe de igual manera en todo el organismo. Así, entonces, encontramos que hay zonas con más grasa como la cara, el pecho y la espalda, otras superficies más secas como los antebrazos, y existen también regiones más húmedas como la ingle, las axilas o la parte detrás de las rodillas. Como dato interesante las únicas partes de la piel que no sudan son los tímpanos, la parte de abajo de las uñas, los márgenes de los labios, y el prepucio.
Aunque la piel es visible para todo aquel que la pueda ver, es una realidad que las enfermedades y el diagnóstico oportuno de ellas presenta complejidad aún para los médicos no entrenados para tal propósito. Es por ello que ante la aparición de manifestaciones en la piel así sean simples, como manchas, ronchas, enrojecimiento, ardor o comezón. no dudes en acudir al medico dermatólogo, quien es el especialista encargado de diagnosticar y tratar las enfermedades que se presentan en este órgano tan curioso como fascinante llamado piel.
Dra. Mariana Serrano León
Nouvelle Dermaestética – Hospital Starmédica Querétaro
Miembro de la International Society of Dermatology – ISD
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