Linfedema en cáncer de mama.

Linfedema en cáncer de mama.

No se cura ni desaparece, ¡se controla!

Por: Luis Alberto Domínguez Orta.

El cáncer de mama en México ocupa el quinto lugar de muertes en mujeres convirtiéndose en la primera causa de atención dentro del sector hospitalario. Una vez diagnosticado se determinará el tratamiento óptimo para el paciente, el cual puede ser radioterapia, quimioterapia y/o una mastectomía. Casi siempre el estándar de oro para resolver el cáncer de mama es, la mastectomía total o radical modificada acompañada con radioterapia o quimioterapia, posteriormente, la reconstrucción mamaria. Sin embargo, una de las consideraciones que debemos tener en cuenta post mastectomía, será la aparición del linfedema.

El linfedema es la acumulación de líquido linfático en el espacio que existen entre las células (intersticial) secundario a un daño en el sistema de linfático. Este sistema forma parte del sistema inmunológico y ayuda a eliminar todos los desechos celulares que no alcanzan a ser filtrados al sistema circulatorio a través de la orina. El sistema linfático consiste en una red de ganglios interconectados entre sí por medio de vasos y conductos linfáticos. Los principales grupos de ganglios se localizan en la zona axilar, inguinal y abdominal.

En ocasiones al realizarse una mastectomía es necesario extirpar algunos ganglios linfáticos de la región axilar. Esto condiciona la aparición de linfedema en mujeres, ya que, a mayor número de ganglios retirados, la probabilidad de detonar un linfedema es mayor.

El linfedema se clasifica en cuatro fases con base en las características ffísicas de la extremidad afectada y la cronicidad del daño que sufren los tejidos. Estos son:

Etapa 0 (preventiva): No existe aumento de volúmen.

Etapa I  (reversible): Aumento de volumen que disminuye con la elevación del brazo.

Etapa II ( irreversible): Mayor volumen en el brazo, no disminuye al elevarla y se presentan alteraciones en la piel.

Etapa III (linfoestático): Acumulación de líquido en extremo, piel con daños importantes y limitación del movimiento de la extremidad.

¿Cómo identificar si tengo linfedema?

La manifestación clínica del linfedema puede ocurrir inmediatamente tras la realización de la mastectomía después de algunos meses o años por ello es importante estar alerta de los signos y síntomas. Algunos de los datos clínicos que pueden facilitar la detección del linfedema son: 

Aumento de volúmen en el brazo.

Cambios en la piel (endurecimiento y coloración rojiza).

Sensación pesadez.

Sensibilidad alterada.

Disminución en el rango de movimiento de las articulaciones cercanas al área afectada ( muñecas y hombros).

¿Como tratar el linfedema?

Una vez determinada la fase del linfedema por medio de medidas (circometría) previas, se comenzará con la Terapia Descongestiva Compleja (TDC). Es decir, un conjunto de técnicas terapéuticas y cuidados para ayudar al sistema linfático con el flujo de la linfa y así obtener el resultado esperado. Entre las técnicas se destaca:

Drenaje linfático manual: este procedimiento se realiza sobre la piel con las manos, con el objetivo de incrementar el flujo de la linfa.

Vendaje multicapas: consiste en la colocación de varias vendas especiales (corta tracción) para mantener y mejorar los objetivos de la TDC.

Ejercicios miolinfokinéticos: a través de los cuales se favorece la contracción muscular, propulsando la linfa.

Durante el abordaje terapéutico siempre se realiza una circometría de la extremidad afectada, la cual ayuda a conocer el comportamiento del linfedema y así poder llegar a indicar el uso de una prenda de compresión.

Prevenciones y cuidados

Es muy importante conocer el número de ganglios que fueron retirados, así como la fase del linfedema. Sin importar la etapa de éste, hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

EN CASA Y EL TRABAJO

Elevar la extremidad afectada siempre que sea posible, ya que favorece el retorno venoso.

Evitar esfuerzos, heridas, efectos de calor y de frío intenso en el brazo afectado.

No realizar trabajos en los cuales los brazos permanezcan mucho tiempo elevados.

No cargar bolsas pesadas del lado afectado.

No dormir sobre el brazo afectado.

Evitar los arañazos de gatos u otros animales.

VESTIMENTA

Los tirantes del brasier no deben ejercer presión en los hombros ni en el pecho.

La prótesis pectoral debe de ser lo más ligera posible.

Las mangas de las blusas o vestidos no deben de ser apretadas.

No utilizar joyas, anillos, pulseras o reloj en el brazo afectado.

CUIDADOS CORPORALES, COSMÉTICOS Y DE PELUQUERIA

Prohibido sauna y vapor.

Evitar quemaduras.

Al depilarse utilizar rasuradora eléctrica o  crema de afeitar que se retira con esponja.

Cuidado con los masajes en el lado afectado, incluyendo, brazo, tronco y espalda.

Precaución al realizarse la manicura, no hay que cortar la cutícula y se sugiere tener su propio estuche de manicura.

EN EL DEPORTE

Al realizar cualquier deporte o actividad física deberá de utilizar una prenda de compresión.

Evitar mantener la tensión muscular en el miembro afectado durante más de 20 minutos sin relajarse.

Evitar los movimientos de retroceso del hombro del brazo afectado.

Evitar heridas.

EN HOSPITAL

No dejarse colocar inyecciones en el brazo afectado (cutáneas, subcutáneas, intramusculares o intravenosas).

No tomar muestras de sangre en el brazo afectado.

No tomar la presión arterial en el brazo afectado. 

No realizar tratamiento de acupuntura o alguna otra medicina alternativa que involucre perforación en la piel en el lado afectado.

No utilizar diuréticos (salvo que su médico se lo indique).

Fisioterapia Orta (Rehabilitación Oncológica y Ortopédica)

LTF. Luis Alberto Domínguez Orta

mail. fisioterapia.orta@gmail.com

Cel: 9661204583

Instagram: @fisioterapia_orta

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