J. Trinidad Sánchez Ramírez mejor conocido como “Tino” Nació en la Ciudad de Gómez Palacio, Durango El 3 de mayo de 1929. Sus padres María Natividad Ramírez y J. Trinidad Sánchez Dueñas de quién heredo este gusto por las corridas de toros, el inicio de la historia de un gran cronista taurino.
En Acapulco Guerrero el 23 de mayo de 1952 se casa con Aurora Huerta Arreola, en 1956 nacen sus hijos gemelos Gustavo Adolfo Sánchez Huerta y Jesús Roberto Sánchez Huerta.
Era cronista, pero vivía su pasión involucrándose en todas las actividades de cada corrida, lo mismo embarcaba a los toros, los asignaba a los corrales cuando los veía que se peleaban buscaba acomodarlos.
Al observar el carácter y porte de los Toros, nacía de “Don Tino” pensar en el nombre que les pondría, sin ninguna expectativa de que fueran a llamarlos así, únicamente era uno más de sus gustos. Algunas veces los ganaderos ya tenían nombre para los toros, pero en otras Don Tino pedía permiso para mostrarles la lista de nombres que él tenía y con mucho respeto ofrecía, si era gusto del ganadero, el nombrar a los toros.
De los mejores momentos que vivía, era cuando lo invitaban a la Feria de San Marcos. Pero en todas las plazas a las que iba y cada corrida las disfrutaba al máximo.
La pasión la compartía con su familia, era toda una experiencia como esposa, hijos, sobrinos o nietos ir con Don Tino a una corrida. Los hacia participes, recuerdan como de niños los llevaba a dar vueltas al ruedo, o los subía a los caballos, los pasaba “al laberinto” para bajar a ver a los toros, les compartía como llenaba el formato hecho por él mismo en su libro de crónicas, lo acompañaban con los ganaderos, los apoderados cuando pedía sus firmas al confirmar el nombre de los toros, el número de salida, el nombre de los toreros incluso el color de los trajes que usarían ese día. Para su familia fue un gran hombre, el mejor cronista, muy respetuoso, educado y disciplinado. Cuando su esposa lo acompañaba, después de cada corrida había un show de lucha libre así que la dejaba viendo el show mientras él se iba a escribir la crónica y al terminar iba por ella para entregar su crónica al periódico local.
Camisa, pantalón, calcetines…todo impecable, planchado, acomodado y listo cada mañana previo a cada corrida. Maletín y diario a la mano, para salir a las diez de la mañana a dar una vuelta a cada espacio de la plaza, asegurándose para él mismo que todo estuviera listo.
Don Tino con su característica educación les solicitaba a los toreros el Capote de Paseo, que si podían facilitárselo si no tenían otro compromiso y así recibió capotes de Eloy Cavazos, Manolo Martínez, Arturo Gilio.
“Corrida nocturna, se presenta Pablo Hermoso de Mendoza”… El 18 de octubre de 2002, es organizado un homenaje por parte del “maestro”, como él les llamaba, Arturo Gilio por la gran cercanía y cariño a quien por años fue cronista de tantas faenas. El reconocimiento fue muy especial para Don Tino pues fue entregado de manos de Don Arturo/Mario Handam abuelo de Arturo Gilio a quién Don Tino considero un gran amigo.
Don “Tino” como era conocido en el ámbito taurino, dedico su vida y su pasión a relatar cada corrida en La Comarca Lagunera. La última corrida registrada por él fue la realizada en su honor, que por ser protagonista no pudo capturar, pero seguramente se llevó en el corazón.
En noviembre se cumplieron 16 años de su partida, lo mencionamos y recordamos su trayectoria.