Buscar un mundo en el que el éxito empresarial no sólo se mida por la rentabilidad económica, sino por el bienestar y el impacto que generan a la sociedad y el medio ambiente, parece una utopía. Sin embargo, debería ser la base de la nueva economía.
Durante muchos años las empresas se han dedicado a generar riqueza, muchas veces sin importar las afectaciones que su actividad tenga en la economía o en la sociedad misma. Sin embargo, con el paso del tiempo y con los evidentes cambios en el clima, el ecosistema y la infinidad de situaciones ─como la desigualdad─ que hay en la sociedad, es necesario generar un cambio de ideología que permita construir riqueza sin que la sociedad o el ecosistema mismos se vean afectados.
Podemos entender un propósito como esa determinación firme de hacer que algo suceda, y qué mejor que hacerlo en pro de la sociedad y del medio ambiente. En este sentido, el primer paso que se dio en el mundo corporativo fue la responsabilidad social que, en su aspecto más amplio, busca generar consciencia en los individuos y tener un impacto positivo en la sociedad y en su entorno; sin embargo, durante muchos años se llegó a mal entender el concepto y se volvió un estandarte de venta más que una ideología, utilizándolo más como campaña publicitaria de acciones aisladas que no generaban necesariamente el impacto deseado en la sociedad o el medio ambiente. A partir de esto es que distintas organizaciones se han dedicado a redefinir y difundir esta filosofía, buscando que el sentido principal de la organización (desde su fundación) sea solucionar problemas sociales y medio ambientales a partir de los productos y/o servicios que comercializan.
Esto no es una tarea fácil, requiere de un cambio de pensamiento desde el aspecto más profundo de la organización en la que, así como una persona busca un propósito en la vida, ahora una empresa debe aprender a definir su propósito y trabajar para alcanzarlo. Este cambio puede llegar a parecer excesivamente romántico e incluso innecesario, sin embargo, las nuevas generaciones están buscando empresas que no sólo les generen un ingreso económico, sino un salario emocional que le dé sentido a sus vidas y una razón para trascender a través de su trabajo; y así como es importante un propósito para su trabajo, de la misma manera lo están haciendo al momento de comprar, donde están premiando o castigando con su consumo a las empresas que tienen un propósito o no.
Por esto vale la pena retomar el concepto de “valor” y la importancia que tiene en el fundamento del negocio, entendiendo que para que la empresa perdure deberá construir valor económico, valor humano y valor social.
Es momento de que la empresa se pregunte no sólo qué producto o servicio vender, sino también cuestionarse su lugar en la sociedad y en el mercado para obtener respuestas que hagan reflexionar a sus dirigentes sobre si realmente tienen un compromiso consciente y congruente por el bien común. Algunas de las preguntas son: ¿Qué problema resuelvo con mi producto o servicio?, ¿qué impacto tiene la actividad de mi empresa en la sociedad?, ¿qué impacto tiene en las personas que laboran?, ¿qué impacto tiene en el medio ambiente?, ¿de qué manera la operación de la empresa está contribuyendo a construir un mundo mejor?
Una vez contestadas estas preguntas (y hecha una reflexión consciente), es fundamental que la organización pueda definir una causa o propósito a apoyar, los objetivos que tendrá respecto a ésta, el grupo de interés para quien construirá valor, y entonces desarrollar un plan estratégico que permita asegurar el cumplimiento de su propósito para convertirse no sólo en un agente de cambio, sino en un cómplice consciente y congruente que transforme de manera positiva la economía y su entorno.
Y tú, ¿estás dispuesto a redefinir el propósito de tu empresa para que, además de ser rentable, impacte de manera positiva en el medio ambiente y en la sociedad?
Carlos Dotor Cacho.
Mentor, speaker y emprendedor. Apasionado del Marketing y las Empresas Familiares. Actual Director de la Incubadora de Empresas del Tecnológico de Monterrey en Toluca.