Bajavión: Quéselevaser

BAJAVIÓN

Quéselevaser

Por: Roble Limón

Mi estimado lector de toda la vida, le saludo con el gusto de siempre. Sea usted bienvenida, bienvenido, bienvenide a esta su humilde columna que nomás le gusta a usted, a mi mamá y a mí.

Le seré sincera: a mí ya me andan dando ganas de tirar la tualla, pero luego con qué me seco. No dudo que este sí vaya a ser un buen año, aunque sería mejor si siguiera vivo mi divo divino Juan Gabriel. Pero no me hago muchas ilusiones porque luego así me va. Como cuando saqué el pantalón de la pijama de invierno, esos de “tela polar” que le llaman, y pues ándele que lo sentí muy flojo; me dije: “Achingá; parece que sí está surtiendo efecto la dieta aunque no la esté haciendo”, pero no, resulta que el méndigo pantalón se me andaba cayendo porque ya estaba muy vencido de su resorte.

Mire, abusando del uso de la expresión, al momento de escribir esta entrega me encuentro con sentimientos encontrados. Usted me verá muy cotorra, muy amena, muy jovial, pero no, estimado lector, “los ricos también lloran”, ¿o cree que porque una está guapa, no sufre una? Ya 9 meses de encierro y lo único que di a luz fue la amsiedad.

Le iba a preguntar que cómo le fue de posadas, pero como este año no hubo mejor le pregunto por sus posaderas, ¿ya se le durmieron? ¿Qué hicieron de cenar en su casa por el día de Vanidad, digo, Navidad? Ya ve que en épocas decembrinas se cocina mucho postre y guarnición con lo que vienen siendo los lácteos. Nos habrán amedrentado con retirar algunos quesos del mercado, pero yo la verdad ni me preocupé porque México es un excelente productor de otro tipo de quesos. Ahí tiene el queso jete, el queso bajada, el queso sobra y el quesoborno; ufff, qué cremor.

Fíjese, estimado lector, que mucha gente se sorprende de saber que —además de ser la mera verdura del caldo — soy mercadóloga y la loca de los horóscopos. Y yo no sé si lo que tuve fue un auténtico viaje astral o una jibada de tanto que come uno en estas fechas, pero el caso es que los astros me hablaron y le mandaron un mensaje a uno que otro. Acompáñeme a ver qué nos depara el destino en este 2021, nomás no se me rejunte tanto porque, si no son unos besotes, no quiero que me vaya a pegar algo o yo pegárselo a usted, y orita el horno no está para bollos.

Lástima con “L” de loser

En las elecciones de cualquier país siempre hay un perdedor; no se trata de un candidato o del otro, el perdedor es el propio país. Y particularmente en estas últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos no había mucho para dónde hacerse. O sea, sí había, ahí teníamos a Kanye West como candidato, porque yo pienso que el mundo ya está preparado para una primera dama como Kim Kardashian, la verdad. A mí no me haga mucho caso, pero dicen que hasta el rapero obtuvo más votos que los que habría recibido Gabriel Quadri en su momento. Tsssss. Por cierto, me pregunto si en los yunaites también habrá raza a la que se meta el chamuco y termine rayando la boleta con la leyenda “POTUS todos”.

Habiendo dicho lo anterior, recordemos que el pasado 3 de noviembre se eligió al nuevo presidente del mayor aliado comercial de México. Hablando claro, en este proceso electoral —como siempre, como en todos— hubo poca política. El trasfondo estuvo en los medios de comunicación y en las redes sociales. A nadie le cae mal, tampoco, la publicidad de boca en boca. Y es que pareciera que en la política la clave está en lograr que la gente hable de ti, aunque sea mal. Después de un proceso electoral librado en plena crisis casi apocalíptica, luego de varios días de espera por el resultado, finalmente se confirmó la victoria del candidato demócrata Joe Biden como el cuarenta y seisavo presidente (léase con voz del comercial del SITATYR CTM) del país de la bandera de franjas y estrellas. Hasta el tejocote se le ha de haber atorado en el cogote al pobre gallito copetón de Donald Trump cuando vio frustrados sus planes de seguir chingando otros cuatro años. Ya se le hacía al wey que decía “borrón y cuenta nueva” y nomás quedó como estúpida. Ya me vi el año que entra, poniéndole el altar de muertos a güelita y a la carrera presidencial del Tío Donald.

Por cierto, a lo que me refiero cuando digo que de todas formas el país sale perdiendo es a que dudo que Trumpetas, como buen Géminis (falto de empatía y sobradito de malicia e incongruencia), se vaya a quedar de brazos cruzados tan campante dándole un recorrido a Biden por la Casa Blanca, diciéndole que la maña que tiene el escusado para bajarle, que los días que pasa la basura, que el cuarto en el que se aparece la niña o en dónde queda el expendio más cercano y cómo hacer para que le presten el envase de la caguama sin dejar importe. Y es que podrá uste decir: “Ay, pobre del Donal Trun, ¿pos qué te hace, mija?”, o considerar que estoy siendo exagerada, pero en la política nada es demasiado y nada es casualidad. Además, ¿a poco no será peligroso un magnate millonario despechado?… Chingao, ¿en dónde está “el COVI” cuando más se le necesita? El colmo es que el desmadre también se haría solamente picando un botón: no el rojo, sino el de “enviar tuit”.

En lo que a México respecta, dicen los que dicen que saben, vendrían cuatro años de un poco más de certidumbre, pues con Joe Biden, Escorpio (de personalidad intensa, pero con una intuición como pocas), los berrinches y exabruptos no serían parte de la agenda. Económicamente también tendríamos cancha para jugar, aprovechando, por ejemplo, las restricciones comerciales que en su momento hiciera Trump a algunos países y que, mucho o poco, permitieron a nuestro país sacar ventaja.

La característica más importante del nuevo gobierno es, por sí sola, la victoria de Kamala Harris como la primera mujer de la historia en ser vicepresidenta de Estados Unidos. Hija de inmigrantes y activistas de derechos civiles, el triunfo de la señadora es un mensaje de reivindicación enorme. Sin embargo, no olvidemos que los demócratas también saben deportar, y aunque con métodos menos agresivos sí en cantidades mayores.

Mire, uno de mis propósitos de año nuevo fue ya no defender a ningún político sin importar sexo, género, color ni religión, porque así me fue con el ANLO. Entonces lo único que me queda es suscribir al alemán Konrad Adenauer: “La política es demasiado importante como para dejársela a los políticos”. Pero pues cada quien. Mientras tanto Dios, Dior y Dio que los bendiga y a mí que no me olBiden.

Va’ pa’tras

Pobre del general Cienfuegos, mire nomás cómo quedó después de la madriza que la ha de haber acomodado la DEA cuando lo arrestó —siempre que escucho la DEA pienso en la dea-bajo, con perdón suyo—… ¡¿Qué?! ¡¿Que ya tenía así la cara, toda tiroleada?! ¡Avísenme! Pos total que corría el mes de octubre del año pasado cuando se anunció entre que con bombo y platillos, entre que con pena ajena, entre que sssalamadre ‘ora qué pedo, la detención del titular de la Defensa Nacional durante el sexenio de Enrique Peña Nieto: Salvador Cienfuegos. La noticia agarró al gobierno mexicano como al Tigre de Santa Julia, cagándola, pues nadie nunca se imaginó que alguien osaría arrestar al militar de mayor rango por narcotráfico.

Apodado “El Padrino” en la esfera criminal, dicen las malas lenguas, el exgeneral de la Defensa mexicana habría ayudado a un importante cártel de drogas a mover e introducir toneladas de narcóticos a los Estados Unidos, así como de recibir sobornos millonarios y de ofrecer protección al grupo criminal. Si le digo que aquí por queso bornos no paramos… Y usted chillándole al Philadelphia.

Cienfuegos, hermano, tú serás repatriado. Lo curioso es que me dura más una cruda que lo que Estados Unidos tardó en pedir que se desestimaran los cargos en contra de 100fuegos para que el ruco fuera retachado —como hombre libre… ora sí que “libre soy, libre soooy”, dirían las Frozen— a México para que lo investiguen acá. Sí, a mí también, estimado lector, se me hace muy nalgón pa’ ser paloma. Algunos expertos consideran que la decisión va más allá de un acuerdo entre gobiernos y la adjudican, más bien, a una presión excesiva por parte de la milicia mexicana con quien es evidente que el Cabeza de Hisopo, Andrés Manuel López Obrador, mantiene un extraño affair (¿pos no hasta los puso a construir el nuevo aigropuerto internacional?). Otros apuntan a que de haber continuado con el juicio, el gobierno mexicano amenazó con echar pa’juera a la DEA, poniendo en peligro la seguridad de ambos países y váigase usted a saber qué otros tantos intereses. Ay no, nomás de imaginarme se me frunce (el ceño). La teoría más reciente, hasta la entrega de esta columna, era que nuestro país pactó con el vecino país la catafixia del generalín canallín por el Mencho o el Mayo.

La vida se trata de estar bien seguro de lo que uno dice y hace, aunque lo que uno diga y haga sean puras pendejadas. Y si el exmando militar dice que es inocente, como diría Gloria Trevi, qué más da si le miente, AMLO le cree. En momentos como este, en serio, me entra una duda morbosa de cómo lo habría resuelto El Bronco de haber sido nuestro presidente. ¿Usted cree que Cienfuegos llegue a pesar una prisión mexicana? En fin, a veces se gana más perdiendo. ´Ta cabrón, ¿apoco no?

Ojos rojos (de llorar)

Estimado lector, alabusa caperuza porque en la predicción de los horóscopos para este año hay un común denominador entre todos los signos: veo un amarre… ¡un amarre, pero de hocico! Ya estuvo suave, ya bájele a los carbohidratos, por favor, el metabolismo ya no es el mismo y la crisis de salud está canija. Yo sé, estamos en plena cuesta de enero, ahorita va uno a las tiendas y se queda uno nomás viendo… viendo lo jodido que está uno. Ahorita sale más barato tirarse al vicio de la mariguana que pagar gimnasio y contratar health coach. Y le tengo una buena noticia: el Senado de la República aprobó en lo general la regulación del consumo y comercio de la marihuana para fines recreativos y medicinales. Nomás no me vaya usted a salir como unos compas que tengo, que cuando se enteraron de la noticia respondieron con una pregunta: ¿apoco no era legal?

Y no es que esté yo fomentando la práctica de quemarle las patas al chamuco, yo nomás se la dejo ahí sobre la mesa, como alternativa, ya cada quien decide si prende el cerro o no, ¿verdad? Mire, es que hasta somos malagradecidos… podrá haber gente muriéndose de hambre, sin acceso al sistema de salud, sin jale, con un sistema de vivienda peor que mis patas, pero la mota ya está a un paso de ser legal… ¿Qué? ¿Apoco no está chido? Mmm, pues ahora sí que parafraseando a Enrique Peña Nieto: ningún chile les embona. (Sí, es sarcasmo). Qué chido lo de la Tía María Juana, pero creo que hay cosas más importantes que decidir/legalizar, que algo a lo que la banda ya se dedicaba aún y cuando estuvieran transgrediendo la ley.

Así que ya lo sabe, estimado lector, si le ofrecen drogas le van a decir que se siente bien padre, que se va a reír; no es cierto (sí es cierto), no haga caso (sí haga), no es cierto… Ya nada más falta que la Cámara de Diputados dé el visto bueno (VoBo, para los godínez) a la ley para que sea aprobada, y ora sí ahí te voy, espíritu santo. Pero no todo es miel sobre hojuelas, si se legaliza la hierba se va a tener que gravar con el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios). Ni modo, a pagarlo como buenos adultos responsables que somos y al que quiera azul celeste que le cueste.

Bitácora de una prisionera

Le desearía lo mejor, pero yo no puedo estar en todas partes, yo también tengo mis cosas que hacer, oiga. Entonces no me queda más que desearle un año nuevo lleno de salud, armonía y estabilidad económica y emocional principalmente a usted, pero que replique en todos sus seres queridos, estimado lector. Le abrazo con mucho cariño y agradecimiento. ¡Que venga lo bueno! Y sonría, yo invito.

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