
Cuando un bebé nace al cielo
“En las familias, cuando los niños llegan, a veces te son confiados durante unos pocos meses o años, pero esto no significa que los quieras menos. Al contrario, tienes el deber de cuidarlos con más amor todavía para dejar en ellos el recuerdo del amor que Dios ha querido darles a través de nuestros gestos. Debemos, por lo tanto, hacer honor a una tarea tan grande.”
Esta maravillosa frase se grabó en mi mente y corazón después de que mi tercera hija Patricia naciera al cielo por una cardiopatía congénita llamada Anomalía de Ebstein a sus seis meses de edad. Acompañar a un bebé en su regreso al cielo es una tarea casi inhumana y dolorosa para los padres que con ansias e ilusión esperan la llegada del nuevo miembro de la familia. Yo lo viví en tres ocasiones y hoy estas experiencias son la base de lo que llamaría más tarde Madres Fénix.
– Chiara Corbella Petrillo
¿Qué es Madres Fénix?
Es un espacio de acompañamiento y aprendizaje en el que padres y madres que atraviesan duelos gestacionales, perinatales e infantiles encuentran luz, significado y las lecciones que esconde este duelo solitario y tan poco reconocido socialmente. Es un llamado a soltar viejos paradigmas y tabúes que se mantienen alrededor de este tema para dar paso a la libertad de reconocer el amor que existe en esta experiencia.
Madres Fénix es también un foro maravilloso donde más y más madres comparten sus testimonios, sus historias de vida, sus procesos físicos y emocionales y también sus aprendizajes junto a estos seres maestros que tocan nuestras vidas para siempre. Hay contención, convivencia, apoyo y un sentido de pertenencia a esta comunidad que abraza cálidamente a tantos padres que se hunden en la oscuridad y sufrimiento.

Un bebé celestial
Ese ser que nos elige como padres para vivir una experiencia junto a él es a lo que denominamos un bebé celestial, porque es verdaderamente un honor recibir en nuestro regazo a maestros de vida, de amor incondicional y de libertad.
Entendemos, tras nuestras vivencias, que el amor es la aceptación total de la condición de nuestros hijos porque los amamos tal y como existen ahora, sin expectativas ni condiciones, sin límites ni exigencias. La maternidad y la paternidad que se desenvuelven más allá de nuestra humanidad y en la que aprendemos a valorar, a celebrar y experimentar. Es utilizar el corazón a su máxima capacidad que, considero, es la incondicionalidad; una invitación perenne a creer.
Encontrando inspiración en este mensaje y sintiendo la responsabilidad de transmitirlo al mundo fue que escribí mi libro Mi bebé nació al cielo, que narra mi historia, aprendizajes y apreciaciones del privilegio que nos representa acompañar a nuestros bebés en su regreso al cielo. Un texto amoroso y esperanzador especial para ayudar a transitar este duelo a quien lo lea y que, en el momento en que llegue a sus manos, sea su experiencia reciente o de tiempo atrás la que le dé herramientas y reflexiones que le invitarán a adoptar una visión de amor, gratitud y sentido.

El poder de elegir
¿Tomamos decisiones en el duelo? Siempre, sea consciente o inconscientemente. Mi propuesta es vivir un proceso libre de creencias sociales, de patrones obsoletos o heredados y tomar las riendas de nuestra experiencia. El dolor es legítimo al tratarse de la ausencia física del bebé, pero el sufrimiento dependerá de la interpretación que cada persona elabore sobre lo que se ha vivido. Es momento de dejar atrás el tabú y el silencio, de abrir paso a la libertad de expresión a quienes lo vivimos, de dar voz a esta maternidad y paternidad diferente a la que millones hemos sido llamados.
Es tiempo de compartir con el mundo todo cuanto nos han enseñado nuestros bebés celestiales a quienes honramos y agradecemos el ser testigos de su misión y mensaje. A todos ellos dedicamos nuestras sonrisas, triunfos y alegrías porque merecen de nosotros lo mejor.
¿Se vale pedir ayuda? ¡Por supuesto! Es sano y necesario apoyarse en profesionales que acompañen y contengan a quienes viven este duelo. Elegir el amor sobre el miedo hará siempre la diferencia. La lectura, la convivencia, la meditación y el permitirse sentir libremente son algunas de las actividades que recomiendo a quienes se acercan a consulta.
Hay que amarse a uno mismo y buscar el propio bienestar en este y todos los momentos que la vida ofrece, Madres Fénix es el lugar para despertar a una nueva vida tocada por un bebé celestial.

Datos
Patricia Mora González
Life Coach Espiritual y Tanatóloga
Sitio web: http://www.madresfenix.com
Facebook: /madresfenix
Instagram: @madresfenix
YouTube: Canal de Madres Fenix
WhatsApp: 55 43 52 00 86
Correo: contacto@madresfenix.com
Libro: Mi bebé nació al cielo, formatos PDF, Kindle y físico, disponible en mi sitio web y en Amazon.

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