Empoderamiento Académico, y cómo lograrlo.

            La realidad mundial que se vive en el siglo XXI está plagada de retos, y el ámbito educativo no escapa a esa necesidad de transformación y evolución que demanda el mundo actual, en donde la globalización, el desarrollo de altas tecnologías, la creación de nuevos procesos y corrientes que promueven el equilibrio y el bienestar individual y colectivo marcan la pauta de los perfiles educativos bajo los cuales deben estructurarse las currículas de los diferentes niveles educativos; pues el perfil de egreso inicia a construirse desde los primeros años de formación educativa y académica formal.

Es así como la educación adquiere hoy más que nunca un papel de gran valor, al ser responsable de promover la formación de individuos capaces, analíticos, críticos y creativos, conscientes de sus capacidades y de su poder de transformar, que promuevan su bienestar personal, el de su comunidad y el de su medio natural y social.  Es por ello que lograr empoderar a los estudiantes es uno de los retos con los que las instituciones educativas y personal docente, así como padres de familia se enfrenta en nuestros días.

            Si bien, una educación de calidad puede significar la diferencia entre el abanico de oportunidades que se abre ante uno u otro individuo, este se ve complementado por otros aspectos que lo enriquecen, tales como la salud emocional, la autoconfianza, las habilidades comunicativas, el respeto y la motivación, que permiten alcanzar el empoderamiento académico.

            Es importante establecer que el empoderamiento académico consiste en llevar al individuo a expandir y reconocer sus habilidades y capacidades, haciéndolo reconocerse capaz y poderoso, entendiendo el poder como  fortaleza de ejercer dominio sobre las decisiones y  recursos que afectan su vida, lo cual no solo es responsabilidad de las instituciones educativas, sino también de los padres de familia y los alumnos como miembros activos de la comunidad educativa.

Pero, ¿Cómo llevar a los niños a ese empoderamiento académico? y sobre todo, ¿Cómo mantener ese empoderamiento a través de todos los años de formación académica? Antes que nada hay que tener presente que las primeras experiencias de aprendizaje se gestan en casa, en los primeros años de la infancia y es más tarde que esta misión es compartida con las instituciones educativas. Por lo que es importante y necesario mantener un vínculo y mantenerse informado e involucrado sobre los avances, logro de objetivos y dificultades de aprendizaje de nuestros niños, para atender oportunamente cualquier deficiencia y evitar el rezago o la deserción escolar.

Es importante brindar una educación de calidad, respaldada con valores sólidos y una sana autoestima.

            El camino al empoderamiento académico es continuo y contempla varios aspectos entre los que destacan:

1. Fortalecimiento de la seguridad.

Reconocer los pequeños o grandes avances y logros de los niños, tanto personales como escolares es clave para fortalecer su seguridad, ya que los ayudamos a ser conscientes de lo que son capaces de hacer por sí mismos. Así mismo, con el reconocimiento de cada logro, los niños van fortaleciendo su confianza en sí mismos y se sentirán motivados de trabajar en nuevas metas. Incluso si no logran algún objetivo, es importante dejarles ver que es parte del camino y que hay que esforzarse más para alcanzar dicho objetivo.

2. Respeto por la individualidad.

A la par que los niños desarrollan habilidades académicas, desarrollan también habilidades sociales, por lo que es importante que conozcamos sus inquietudes, sus preferencias, intereses, sueños, temores y principalmente su entorno, para poder así motivarlos mejor.

3. Validación de las opiniones.

Es importante permitirles expresarse y escuchar sus opiniones para que se sientan parte de  y se involucren en la toma de decisiones y acuerdos, al tiempo que aprenden a escuchar y aceptar la diversidad de opiniones, así como a negociar bajo la premisa de ganar- ganar.

4. Fortalecimiento para enfrentar críticas y burlas.

Enseñar a los niños a desestimar e ignorar las burlas y manejar las criticas en su beneficio es una enseñanza clave, ya que les brinda la oportunidad de decidir que les influye y de qué manera, sin que afecte la percepción e imagen que tienen de sí mismos y de sus capacidades.

5. Fomento de la independencia.

Es necesario dar espacio y oportunidad a los niños de que vivan experiencias que los lleven a descubrir nuevas capacidades e intereses, brindándoles seguridad de intentar nuevos retos, y usar sus conocimientos y habilidades haciéndoles saber que confiamos en su inteligencia, capacidad y buen juicio.

6. Acrecentamiento de conocimientos.

Proporcionar una educación de calidad implica asegurarse de que el niño participe de manera activa en el proceso enseñanza- aprendizaje,  y estar enterados de sus capacidades y logros, así como de sus deficiencias para poder brindarle la asistencia necesaria. Es importante asegurar que mantenga cierto protagonismo al participar en espacios de crítica y reflexión que le permitan iniciarse en el rol que luego habrá de tener en la sociedad. Además de estar al tanto de su avance académico, es importante enriquecer sus habilidades con actividades extraescolares que le permitan explorar otros talentos y enriquecer sus conocimientos a través de experiencias vivenciales.

7. Apoyo e impulso a las metas. Es importante saber si tienen algún proyecto o meta ya determinada para facilitar y promover experiencias y acercamiento a espacios que les ayuden a desarrollarse y adquirir herramientas y habilidades  que les impulsen en ese ámbito en particular. De esa forma sabrá que respalda sus metas y que tiene su apoyo.

            El empoderamiento académico es una nueva forma de abordar el aprendizaje y el desarrollo mediante la conciencia de las fortalezas, es decir, ser conscientes del potencial activo para concretar las metas y la actitud mental y emocional que permitan transformar la realidad individual y social hacia el bienestar y el éxito.

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