“Altar” ritual en vida de ofrenda a la muerte.

“Altar” ritual en vida de ofrenda a la muerte.

Por Berenice Vallejo

De las primeras imágenes que tengo en mi cabeza, son escenas que comienzan a aparecer en mi memoria, recuerdo a mi familia por días transitando por la ciudad a diferentes lugares para recolectar lo que se tenia que comprar para la fecha mas esperada de todo el año, no existía para la abuela “Carmela” nada mas importante que esa fecha, sobreponiendo el día de muertos a cumpleaños o a la navidad, a través del tiempo comprendí el porque,  esta es la historia de una familia tradicional mexicana como existen tantas, algo que no pudo pasar desapercibido para la industria del cine norteamericano con la compañía Disney llevándolo a la gran pantalla en un sinfín de imágenes que a mas de un mexicano hizo llorar con su cinta “Coco”(2017) o la hermosamente visual película “El libro de la vida” (2014) dirigida por el mexicano Jorge R. Gutiérrez para la productora 20th Century Animation siendo uno de los productores Guillermo del Toro.

Entre toda la preparación ante mis ojos de 3 o 4 años la palabra ofrenda aparecía una y otra vez, esta palabra proviene del latín offedendus “que ha de ser ofrecido”[1] es una cosa que se ofrece como muestra de reconocimiento y veneración, dirigido a una deidad o ser supremo, las ofrendas han sido tan antiguas como el hombre y sus sociedades en todo el mundo aunque las personas confunden el significado de la ofrenda con el altar, que proviene del latín altare que significa “elevación”, es una estructura consagrada  sobre la cual se hacen ofrendas o sacrificios[2], de ahí partimos para entender la diferencia así que hacemos un ofrenda a través del altar.

El altar del día de muertos contemporáneo es una construcción resultado del sincretismo de la cosmovisión prehispánica y las creencias religiosas de los españoles es por ello que encontramos elementos religiosos y elementos que no son propios del mundo prehispánico, sin embargo aun se tiene una gran similitud con los elementos que se tenían en el mundo antiguo ya que la tradición data mucho tiempo antes de la llegada de los españoles al mundo mesoamericano.

El altar maneja diferentes niveles representando la cosmovisión entre el mundo material y el no material referente a los cuatro elementos colocándose en diferentes niveles.

Dos niveles: tiene la representación del cielo y la tierra.

Tres niveles: representan el cielo, la tierra y el inframundo este ultimo en algunos casos mencionado como el purgatorio tras la llegada de los españoles y según la tradición católica.

Siete niveles: Simboliza los niveles por los que tiene que atravesar el alma para llegar a un descanso espiritual, también se describe que existen siete formas de morir, con el sincretismo de la religión católica se hace relacion a los siete pecados capitales.

Nueve niveles: Sin embargo para los mexicas se cree que se deben pasar por ocho niveles acompañados por Xólotl (representado por el perro xoloitzcuintle) para llegar a el Mictlán (del náhuatl “lugar de los muertos”), el inframundo y cada nivel representa una prueba para poder llegar al noveno nivel en donde el alma se encontrará con Mictlantecuhtli (del náhuatl “Señor del lugar de los muertos”) y su esposa Mictecacihuatl (del náhuatl “Señora de las personas muertas”.)

Para los mexicas en el culto a la muerte estaba implícito el culto a la vida, ya que no puede existir uno sin el otro, en palabras de Octavio Paz “Para los antiguos mexicanos la oposición entre vida y muerte no era tan absoluta como para nosotros. La vida se prolongaba en la muerte y a la inversa. La muerte no era el fin natural de la vida sino fase de un ciclo infinito. Vida, muerte y resurrección eran estadios de un proceso cósmico, que se repetía insaciable.”

Siempre me pregunte de que se trataba esa mesa de varias escalinatas en un cuarto dedicado a ese día en la casa de la abuela Carmela, llena de color y aromas que involucraban una conjugación única con el papel picado, la fruta, la comida, la cera, el copal y el fabuloso tupido camino de flores. La casa se llena de vida con toda la familia preparando todos los elementos, la comida se cambia tres veces al día y la cera se mantiene prendida día y noche lo mismo que el copal, el camino de la flor de cempasúchil (del náhuatl “flor de los muertos”) se mantiene robusto pues los integrantes de la familia que vienen a vernos no pueden perderse, tienen que tener un camino solido que los lleve hasta el lugar del altar donde encontraran cosas que les gustaba en vida.

Cada uno de los elementos tiene un papel importante en el altar, algo que cuando eres niño o ajeno a la cultura solamente das por hecho que están ahí, los cuatro elementos se hacen presentes, se coloca vasos con agua para la sed de las almas, el fuego con las velas se colocan en los cuatro puntos cardinales para dar guía a su camino, el viento es con el humo que desprende el copal y la tierra a través de las flores y las frutas, recordemos que estamos en tiempos de cosecha. El papel picado viene de los códices que se hacían en papel amate que podía teñirse de diferentes colores que se tenían en la época, este papel era el soporte en donde se relataban eventos importantes, con el tiempo migro al papel picado con diseños basados en las caricaturas de el grabador e ilustrador mexicano José Guadalupe Posada (1852-1913), quien diera vida a la singular imagen de la Catrina cuyo nombre de la obra es “La Calavera Garbancera” la cual es hoy en día un símbolo de identidad de las fiestas de día de muertos y la cual representa a la clase alta de la época porfiriana diseñada como una burla hacia las mujeres que escondían su origen mexicano con este aire de apariencia refinada.

Mi madre decía que cuando muriera la abuela no habría quien pusiera el altar como ella y hoy en día todos en mi familia sino vamos a ayudar a la casa de la abuela, ponemos el altar en las nuestras, símbolo de que no nos olvidamos de nuestra herencia. Nunca podré olvidar las reuniones donde las mujeres hacían el pan de muerto que proviene del pan de maíz muy lejos de lo que conocemos hoy en día y a los niños nos involucraban haciendo las decoraciones que se colocan encima que son el simbolismo de los huesos, alegría y tristeza juntas, en ese altar se representa el origen familiar de donde venimos, quienes eran nuestros ancestros, pues aunque no conocí a muchos en vida los conocí a través del ritual de la muerte, sus nombres eran mencionados cuando se prendían el resto de las velas frente al altar y lo más triste de tan grande festejo era cuando regresábamos a casa con las cajas llenas de fruta y contenedores de comida, porque triste? Porque tendríamos que esperar un año más para reunirnos en tan singular actividad y a pesar del paso del tiempo esta tatuado en mi memoria ese hermoso momento.

Al final sigo recordando a la abuela Carmela, al abuelo Rafael y a mi padre…

 


[1] https://dle.rae.es/ofrenda / Septiembre 2023.

[2] https://dle.rae.es/altar / Septiembre 2023.

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