En 1910 diversas asociaciones se unieron al coahuilense Francisco Ignacio Madero, entre ellas el club femenil antirreeleccionista “Las Hijas de Cuauhtémoc”. Poco tiempo después, sus integrantes protestaron por el fraude en las elecciones y demandaron la participación política de las mujeres.
El 13 de enero de 1916 se realizó el primer Congreso Feminista, impulsado por el general Salvador Alvarado, gobernador de Yucatán. Uno de los principales acuerdos a los que se llegó fue demandar que se otorgara el voto a las mujeres, lo cual hizo mucho eco. La Constitución Política de 1917 no negaba la ciudadanía a las mujeres, ni mucho menos su oportunidad de votar; sin embargo, no se otorgaban expresamente esos derechos.
En 1937 el presidente Lázaro Cárdenas estuvo a punto de reformar el artículo 34 constitucional, impulsado por un intenso movimiento de las mujeres recién afiliadas al partido oficial; incluso mandó el proyecto a la Cámara de Senadores. La iniciativa fue aprobada el siguiente año; sin embargo, cuando parecía que se daría el ansiado decreto, se dejó morir el asunto.
El 24 de diciembre de 1946 la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa enviada por el presidente Miguel Alemán en la que se establecía que en las elecciones municipales participarían las mujeres en igualdad de condiciones a los varones, con el derecho a votar y ser elegidas.
El largo camino parecía acercarse a su fin. Adolfo Ruiz Cortines incluyó el voto femenino en sus promesas de campaña y ya como presidente lo hizo realidad en el año de 1953, por fin se consumaba su lucha.
Uno de los mayores obstáculos para el logro y consolidación de la plena igualdad entre los sexos ha sido, sin lugar a dudas, la disparidad existente en el acceso de las mujeres a la participación política, así como en la toma de decisiones públicas. Si bien es cierto que la declaración universal de derechos humanos establece que toda persona tiene derecho a participar en el Gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos, y que toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país, la realidad muestra que diferentes factores derivados de la desigualdad de género limitan el ejercicio equitativo de la mujer en la vida política. Pese a los movimientos de democratización, en gran parte del contexto mundial, México incluido, la mujer se encuentra subrepresentada en los órdenes de gobierno, por lo que es necesaria la adopción de medidas que posibiliten la integración de las mujeres en los cargos públicos electivos y no electivos, de forma proporcional y en las mismas categorías que los hombres.
Mujeres que ocuparon por primera vez puestos de elección popular o cargos públicos.
- Elvia Carrillo Puerto, primera diputada local electa por el V Distrito de Yucatán en 1923. Renunció al cargo dos años después por amenazas de muerte.
- Rosa Torres, primera Presidenta Municipal (Mérida, Yucatán, 1923).
- Palma Guillén, primera representante diplomática mexicana (Colombia 1935)
- Aurora Jiménez de Palacios, primera Diputada Federal (1954).
- Cristina Salmorán de Tamayo, Primer Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (1959).
- María Lavalle Urbina y Alicia Arrellano Tapia, primeras senadoras (1964).
- Griselda Álvarez Ponce de León, Primer Gobernadora (Colima, 1979).
- Rosa Luz Alegría, primer Secretaría de Estado (Turismo 1981).
- María de Los Ángeles Moreno, presidenta de la Cámara de Senadores (1998).
POBLACIÓN INSCRITA EN EL PADRÓN ELECTORAL Y EN LA LISTA NOMINAL Y COBERTURA SEGÚN SEXO.
AÑOS SELECCIONADOS DE 1997 A 2018.
EN: www.inegi.org.mx (23 de abril de 2018).
PARA 2015, INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE). NUMERALIA PROCESO ELECTORAL FEDERAL 2014/2015. EN: http://www.ine.mx (20 de abril de 2018).
PARA 2018, INE. ESTADISTICAS LISTA NOMINAL Y PADRÓN ELECTORAL. EN: www.ine.mx (13 de abril de 2018).