BAJAVIÓN
‘¡No vaya a pasar lo que en Caborca!’
Por: Roble Limón

Buenas noches, señoras y señoros y señores, niñas y niños y niñes, fervientes lectores de este su tan gustado cuadrilátero de la —soberbia— humilde opinión para el enfrentamiento de ideas. Si usted también nomás viene por el chisme, pásele con confianza. (*Léase con voz del Rudo Rivera, Dios lo haiga perdonado*)
Con la novedad de que hace algunas semanas regresé a las luchas después de como 15 años sin ir, desde que estaba en la prepa e iba con mi novio el que se parece a la señora que vende taquitos aquí en el barrio (*sí, esto está en mi top de momentos que me mantienen humilde*).
Bueno, el caso es que llegué muy fiera a la taquilla y dije yo: “Con unos $40.00 varos que cobren sí se hace, ¿no? Orita nomás me compro que mis semillitas, que mis papas preparadas, que mis cervecitas y chingón, pa’ sacar el estrés”. “Como quiera más barato que una sesión de terapia sí me sale”, dije yo. Y ahí va la RobleLimonsita muy chingona…
Cuál sería mi suerte que al llegar le dije a la ruca: “¿En cuánto están los boletos?”. “Adultos $100.00, niños $50.00”, dijo. Y yo: “Olovorgooo… Oiga, ¿y si me siento en mi silla imaginaria?”… Obviamente la doñita se atacó y me cantó mi precio: “Adultos $100.00, niños $50.00”, repitió muy seria…
Pero eran más mis ganas de ver gotear llaves y acrobacias; entonces me puse a hacer cuentas, y que’sto y que’lotro, y que fue y que vino, descompleté lo de una cheve (casi dos) y pagué mi boleto. A Mamá Lucha (la de Bodega Aurrerá no, un luchador que quién sabe cómo se llama pero que así le dije yo porque su traje haga de cuenta el de la botarga mencionada anteriormente) lo vi por primera vez cuando iba entrando a la Arena Olímpico Laguna. Y entonces mis expectativas como mi ego: por los cielos.
“Esta lucha está más aburrida que Venga La Mañanera de AMLO”. “Pinches p”#zos más falsos que los ‘te amo’ de mi vieja”, gritaba un señor a mi izquierda. Y como esas, muchas, estimado lector.
Ya enfierrada y entrada en calor, me deschongué y empecé con los gritos yo también. Y es que, según dicen, las mentadas de madre son la insulina de los luchadores. Limpia no me fui. “Chinga tu madre, pinche piojosa”, me gritó Mamá Lucha al tiempo que pasaba por mi pasillo y se resbalaba con mi tapete de cáscaras de semillas. Entonces esa noche y esos $100 varos valieron totalmente la pena.
Total que pa’ no hacerle el cuento más largo, entré casi chillando a la Arena Olímpico Laguna pensando en que qué manera tan pendeja de gastar $100 varos nomás en la entrada y tan solo 15 minutos después ya me había hecho amiga de Mayra, la de las cheves, y ya andaba preguntando si vendían abonos y palcos para tan magnos eventos. Jeje.

Mientras disfrutaba del encuentro luchístico no pude evitar hacer la comparación de este espectáculo con uno de la contienda por la presidencia de México. (Por el momento) Claudia y su colita de caballo, Marcelo, Adán Augusto y Monreal son cosa del pasado, la moda ahora es Xochin-Gálvez a quien el mismísimo Luchador del Bienestar, Andrés Manuel, le alzó la mano arriba del ring, dándole todo el foco mediático para comerse la agenda casi tan abruptamente como un luchador exótico se come el calzón.
¿Cómo fue posible este suceso? El encuentro pujilístico empezó cuando el Enmascarado de Macuspana sacó del enlonado a Xóchin(ga). Y es que hasta hace algún tiempo poco se sabía de su existencia (y por “poco” me refiero a que casi no salían TikToks de ella). Entonces, ¿rival o Jefe de Prensa, Andrés Manuel?
Y es que esta llave, en lugar de destantearla, dirigió todas las luces hacia aquella senadora panista que alguna vez se disfrazó de dinosaurio para discutir la reforma electoral. De esta manera, Gálvez contrataca y amenaza con visitar la mañanera para ejercer su derecho de réplica ante los desagravios de Andrés Manuel López Destapador. Los chingadazos apenas comienzan; el presidente se saca el derechazo y le niega el acceso a Palacio, entonces la Reina de Oposición arremete por la vía legal y aprovecha el descuido del presidente para llegarle por atrás haciendo enloquecer a todos los asistentes de la arena electoral.
Enfrascados en una serie de declaraciones de “que no”, “que yo”, “que tú”, Andrés “El Gran Tlatoani” Obrador no se queda tranquilo y prepara un ataque con su llave insignia: la victimaña, porque si hay algo que no soporta este personaje es que alguien brille más que él, entonces acorrala a la posible candidata presidencial con trapitos sucios como los contratos que han firmado las empresas de Gálvez con distintas dependencias del Gobierno de México y del sector privado durante los últimos nueve años. Pero Xochin-Ga no cede y desde la tercera cuerda ondea la bandera de “el que nada debe, nada teme”, metiéndole un martinete en los meros macuspanos a su contrincante. Uff, papá.
A pesar de que el referINE ya le puso un estate-quieto al Enmascarado de Macuspana este sigue buscando cómo criticar y atacar a la JohnCena-dora Gálvez en los oscurito, ahí desde donde las arañas tejen su nideee… Ah jijo, ya hasta se me fueron las cabras y me equivoqué de deporte.
La gente en la arena está enloquecida, estimado lector, porque esta encarnizada lucha no termina y apenas va por ahí de la primera caída.

Ya en serio, vale la pena destacar que, aunque sea muy prematuro considerar a Xóchitl como seria contendiente a las elecciones del próximo año, lo importante es que al menos ya tuvimos una nueva invitada en esta arena electoral que estaba más aburrida que el peinado de Claudia.
La neta es que si algo amamos en México es esa eterna deschongada entre el bien y el mal y que en la lucha libre se dibuja perfectamente con dos bandos históricos: los rudos y los técnicos. Los primeros representan la trampa, la transgresión a las reglas, ganar sin importar el cómo. Los segundos se identifican con el respeto a lo establecido, el juego limpio y, sobre todo, el honor. Entonces, la preferencia por unos sobre otros está arraigada en la historia, la cultura y la psicología de los fanáticos y, en este caso, del electorado. También por la conexión emocional que tejen estos personajes a través de una narrativa que caaaasi siempre involucra venir de abajo, la lucha contra las injusticias y los desafíos personales. Y ya pa’ estas alturas no creo tener que explicarle quién está representando a quién en esta fórmula ganadora, porque no puede haber un moretón sin un chingadazo…
Pero, ¿qué será lo que más le molesta a Andrés Manuel López Desacreditador de Xóchitl Tal-vez? Muy probablemente que le quitó la exclusividad del origen humilde y la historia esperanzadora; su carisma y frescura frente a la consentida de su dedito (bueno, y es que también un poro abierto tiene más chiste que la Doctora Shame-baun); su trascendente y honesta carrera como empresaria y política; su rápida respuesta para defenderse de los ataques; su narrativa coloquial; jamás haber sido acusada de corrupción y ahí la voy a dejar porque si algo aprendí de las elecciones del 2018 fue a no volver a meter la manos al fuego por ningún méndigo político.
Sí, a lo mejor es muy pronto para asegurar que Xóchitl vaya por máscaras y cabelleras en el 2024, pero ah, ¡qué bonito es ver a AMLOve haciendo corajes…! ¿Y la de ponerte a jalar no te la sabes, mijo?
Ya veremos quién avienta la silla y quién queda a ras de lona.

“Los rudos, los rudos y el Atlas de Geografía”
Y como en esta columna ya no apoyamos ni a políticos chafas ni a la pizza con piña, cambiemos de tema y no dejemos para mañana lo que podemos criticar hoy.
Hablando de buenos y malos, para cuando usted esté leyendo esta columna muy seguramente los niños ya estarán de regreso a clases. De antemano una disculpa por el delay en la información, estimado lector, ahora sí que cuando yo voy por los frijoles usted ya se anda pedorreando. Tomémoslo como un área de oportunidad.
Volviendo al punto, para cuando yo me encuentro escribiendo estas líneas la pregunta del millón es por qué están atacando la publicación de los nuevos libros de texto gratuitos de la Educación Básica. Usted muy seguramente ya tendrá sus respuestas y lo único que a mí me queda decirle es que las reacciones a este tema son un reflejo de los temores naturales que genera el cambio y que, desgraciadamente, son causados en su mayoría por el desconocimiento y el “neta, lo vi en un TikTok”.
Y como no puede haber espectáculo luchístico sin los gritos y sombrerazos de un público apasionado y enardecido, en medio del argüende en el que se ha convertido este asunto de los nuevos libros de texto de nivel primaria, los mexicanos hemos olvidado algo importante: las cosas ya no son iguales para los niños de hoy. Si bien es cierto que los textos contienen tremendos errores, como por ejemplo el mapa que confunde Guanajuato con Querétaro, la nueva fecha del nacimiento de Benito Juárez el —“18” de marzo”—, o una infografía chafísima del Sistema Solar, ora sí que errores “con el PRI hubo más”. Los libros pueden decir misa, pero los niños se van a acordar de que el natalicio de Bomberito Juárez es el 21 de marzo porque las escuelas no van a dejar pasar la oportunidad del asueto, no sé si me explico…
Pero independientemente de a quién le chilla más la ardilla, la neta es que el mundo ahora es muy distinto y desde esa realidad es desde donde se debe accionar. Por un lado, tenemos la tecnología, que incluso el niño que tenga las más graves carencias tiene acceso a ésta. Por otro lado, están los maestros. ¿O a poco porque cierta información esté plasmada en los libros de texto automáticamente es verdadera y tiene que ser absorbida por los niños tal y como está? Tenemos tarea, debemos retomar una responsabilidad que nunca debimos haber soltado: acompañar a la niñez en su aprendizaje, se supone que para eso está un maestro al frente y, sobre todo, están los padres, para orientar a sus hijos y enseñarles cuestionar lo que leen, lo que escuchan, incluso lo que ven.
Honradamente, estimado lector, ¿usted recuerda con pelos y señas todo lo que aprendió en sus libros de texto? Pa’ empezar, se terminaba el méndigo año escolar y uno apenas iba por la página 25. “No, pero de todas formas en mis tiempos no era así, antes era mejor”. A ver, Gudelio, por ejemplo, Licha Vilchis(mosa) es más o menos de tu generación, le tocaron los mismos materiales de aprendizaje y no sabe ni leer 3 palabras seguidas sin cagarla, ya no digamos hacer una multiplicación o sacar una estadística… Qué bruta, pónganle 0.
Lo más lamentable es que los libros de texto gratuitos se convirtieron en una herramienta política el cual se está dirimiendo otra vez en la arena pública, el pleito político de novedad que se traen rudos contra técnicos mientras que, les tengo noticias: los morrillos se terminan educando en YouTube o en La Casa de los Famosos… jjajaja, ¡guácala de pollo! Agarre la onda, estimado lector.
Hoy por hoy la mejor herencia que podemos dejarle a la niñez es enseñarles a debatir ideas, a discernir, a cuestionar lo hecho y lo dicho, a formar un pensamiento analítico, a que existen más familias que las conformadas por mamá, papá e hijos, a que hay infinidad de tonos de piel, lenguas e idiomas, a ver más allá de sus ojos.
Decía Andy Kaufman que “en ningún lugar hay más drama que en la lucha libre”, pero la política llegó para decirle “jamaica, chulis, el que nace marrano muere cochino”.
Bitácora de una prisionera
— ¿Conoces a Lucha?
— ¿Cuál Lucha?
— Psssssaluchitaaa *emoji cerveza*